Desde tiempos de Grecia y Roma se utilizaron diferentes tipos de superficies: piedra, bronce, tela, piel de los animales o pergaminos. Luego llegó el papel y posteriormente la tecnología.
Sin embargo, uno de los sitios más románticos desde todos los tiempos para escribir, ha sido la corteza de los árboles. Tallar nombres de personas enamoradas en árbol es una costumbre que viene de generación y no conoce edades.
¿Qué dice la leyenda?
Dice la leyenda que el árbol es un ser vivo y que si se escribe en él su mensaje crecerá con más fuerza.
Es decir, la parte interna de la corteza, y en lo cotidiano significa “libre”. Es decir, los significados de “liber” están relacionados con la literatura, la escritura y la corteza de los árboles.
Desde un punto de vista inconsciente, la escritura, la libertad, el amor se terminan fusionando en la corteza de un árbol, todo bajo una misma palabra en latín: “liber”. Un soporte romántico que sin saberlo tiene un gran significado que crece con lo escrito en él.
Por eso, aunque pasen los años, esta tradición se conserva entre muchas personas que aún ven en este tipo de acciones un espíritu romántico y una intención de que sus relaciones sean fuertes y duraderas como los árboles algunos de los cuales pueden vivir más de un siglo.
Quizás esa sea la intención de los enamorados, que su amor nunca termine y perdure por siempre.