El agua es una bebida fundamental para el ser humano, pues se necesita estar hidratado para que el cuerpo funcione correctamente. Esta bebida regula la temperatura corporal, facilita la digestión, lubrica las articulaciones y órganos.
Dentro de sus variedades se puede encontrar el agua mineral, es decir, aquella que contiene minerales y sustancias con valores terapéuticos y para potenciarlos, se suele combinar con sal o limón.
Ingerir agua mineral con sal permite recuperar los electrolitos que se pierden durante el día. También mejora el rendimiento físico para aquellas personas que realizan deporte o ejercicio con frecuencia.
En conjunto, ambos productos eliminan las úlceras bucales, combaten el mal aliento y previenen el crecimiento de bacterias en lengua y garganta.
Otro de sus efectos positivos es regular la presión arterial, facilitar la absorción de nutrientes en el intestino y eliminar el exceso de acidez estomacal.
De acuerdo con la revista de salud Elsevier, las aguas bicarbonatadas contienen calcio, sodio y magnesio en grandes cantidades, y consumirla sin moderación podría acarrear problemas de salud.
El exceso de agua mineral con sal dificulta el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos.
¿Cuánta sal debe consumir al día?
- Adultos: consumo inferior a 2000 mg por día, equivalente a menos de 5 g por día.
- Niños de 2 a 15 años: no más de 1800 mg al día, aproximadamente 4.3 g de sodio.
Si vas a tomar agua mineral con sal, procura no hacerlo tan seguido y complementa los alimentos con pescados o mariscos, nueces, frijoles, frutas frescas y ciruela pasa. Esta combinación de alimentos reducen los niveles de sodio en la sangre, explica Mayo Clinic.
Finalmente, aseguran que: “el consumo regulado de sal al día podría prevenir a que se desarrollen cierto tipo de enfermedades. Tenga en cuenta que si usted es una persona que sufre del corazón, debe prestarle más atención al consumo de sales”.