La cocina es uno de los lugares más frecuentados del hogar, siendo el corazón de muchas actividades diarias, desde la preparación de alimentos hasta la reunión familiar. Sin embargo, este espacio también puede ser un imán para la suciedad y las bacterias si no se le presta la atención adecuada.
A continuación, exploramos los tres lugares de esta parte de la casa que más acumulan suciedad.
Las superficies de trabajo: El epicentro de la suciedad
Las superficies de trabajo en la cocina, como las encimeras y las tablas de cortar, son áreas de alta actividad donde se manipulan alimentos crudos, se preparan comidas y se colocan utensilios. Este constante uso las convierte en zonas críticas para la acumulación de bacterias y residuos.
Según estudios, las tablas de cortar pueden contener más bacterias que el asiento del inodoro, especialmente si se usan para cortar carne cruda y no se limpian adecuadamente.
Para mantener estas superficies limpias, es esencial seguir algunos pasos clave:
- Limpieza y desinfección regular: Después de cada uso, limpiar las superficies con agua caliente y jabón. Para una desinfección más profunda, se puede utilizar una solución de agua y lejía (1 cucharadita de lejía por litro de agua) o productos desinfectantes específicos para cocina.
- Uso de diferentes tablas de cortar: Usar diferentes tablas de cortar para carne, verduras y otros alimentos para evitar la contaminación cruzada.
- Inspección de grietas y hendiduras: Asegurarse de que no haya grietas en las tablas de cortar donde las bacterias puedan esconderse. Reemplazar las tablas dañadas inmediatamente.
Los electrodomésticos: Escondites de la suciedad
Los electrodomésticos de la cocina, como el microondas, el horno y el refrigerador, son otros lugares donde la suciedad puede acumularse de manera insospechada. Estos aparatos suelen ser olvidados durante la limpieza diaria, permitiendo que la grasa, los derrames de alimentos y las partículas de comida se acumulen con el tiempo.
- Microondas: Los derrames de alimentos y las salpicaduras dentro del microondas pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias si no se limpian regularmente. Una limpieza sencilla consiste en calentar una taza de agua con limón durante unos minutos y luego pasar el líquido con un paño.
- Horno: La grasa y los restos de comida quemados dentro del horno pueden generar malos olores y atraer insectos. Usar un limpiador de hornos adecuado y limpiar regularmente las bandejas y parrillas es crucial.
- Refrigerador: Este electrodoméstico puede acumular derrames y residuos de alimentos. Es importante limpiarlo a fondo al menos una vez al mes, retirando todos los productos y limpiando las estanterías y compartimentos con una solución de bicarbonato de sodio y agua.
Fregadero y desagüe: Zonas de alto riesgo
El fregadero y el desagüe son áreas de la cocina que están constantemente expuestas a restos de alimentos, grasas y jabón. Estas condiciones húmedas y cálidas son ideales para el crecimiento de bacterias y moho, lo que puede llevar a malos olores y problemas de salud.
- Limpieza del fregadero: Limpiar el fregadero diariamente con agua caliente y jabón, y desinfectar semanalmente con una solución de lejía y agua.
- Mantenimiento del desagüe: Para evitar que el desagüe se obstruya y se convierta en una fuente de malos olores, es recomendable verter una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre caliente semanalmente. Esto no solo limpia el desagüe sino que también ayuda a eliminar los olores.
- Atención a la esponja y el estropajo: Estos utensilios pueden acumular bacterias rápidamente. Es importante reemplazarlos regularmente y desinfectarlos colocándolos en el microondas durante un minuto o sumergiéndolos en una solución de lejía.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.