Si bien cada día hay más consciencia en el planeta sobre el daño ambiental que causa el uso de plásticos, aún las personas no tienen claro el impacto que estos pueden generar para la salud el consumir agua en este tipo de envases.
Portales especializados en salud advierten de al menos cinco riesgos:
El principal riesgo relacionado con el consumo de agua embotellada es que, al estar en contacto directo con el plástico, puede traer toxinas generadas por el mismo plástico.
Cada que se bebe agua de una botella de plástico existe el riesgo de ingerir los residuos de los productos químicos con los que fueron hechas, ya que estos elementos pueden filtrarse en el agua y contaminarla con el pasar del tiempo.
Según Agualogic Water, como se trata de una producción masiva, estas botellas pueden ser muy antiguas o haber estado expuestas, mucho tiempo al sol, lo que puede provocar un mayor número de toxinas como BPA, un producto químico que es utilizado para la fabricación de plásticos, las cuales que pueden llegar al torrente sanguíneo.
Estas sustancias nocivas pueden provocar daños en la salud como varios tipos de cáncer, enfermedades al hígado y los riñones.
Otro punto fundamental, asegura Aqualogic Water, es que las personas deben creer todo lo que dicen las etiquetas, pues si bien algunas empresas aseguran ofrecer agua pura y de calidad, esto no podría ser siempre tan cierto.
Sin embargo, son muy pocas las empresas que realmente venden este tipo de agua. La mayoría, asegura Aqualogic, “se abastece del agua proveniente del suministro municipal. Es decir, su agua no tiene nada especial más que el nombre”, dice en su portal.
De ahí que estas aguas que supuestamente vienen de un ‘manantial’ también deben ser filtradas.
Además, aunque se asegura que el 55% del agua embotella procede de manantiales, en muchas ocasiones esta agua no está regulada y, por lo tanto, requiere ser filtrada. Para que sea realmente segura y apta para el consumo humano, debe pasar primero por distintas fases de purificación.
Algunos estudios también señalan que la exposición a las toxinas de las botellas de agua plastificadas también se relaciona con mayores índices de enfermedad en los adultos.
En ese sentido, el tomar agua embotellada con altas concentraciones de BPA en el cuerpo, podría aumentar significativamente las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, y también a desarrollar diabetes tipo 2.
Asimismo, el BHPF, otro elemento que se usa en la producción de plásticos, es tan peligroso como el BPA. Por eso, lo más recomendable según expertos de la salud es disminuir su consumo o no ingerirlas.