La temporada de Adviento marca el comienzo del año litúrgico en la Iglesia Cristiana, y la Corona de Adviento emerge como un símbolo rico en significado. Este elemento litúrgico, compuesto por una corona de ramas verdes y cuatro velas, tiene profundas raíces en la tradición cristiana y simboliza la espera y la preparación para la llegada del Salvador. A continuación, se desglosa cada elemento de la Corona de Adviento, explorando su simbolismo y su importancia en la práctica religiosa.

Las ramas verdes: un símbolo de vida y esperanza

En la tradición cristiana, las ramas verdes son el primer elemento de la Corona de Adviento. Generalmente de abeto o pino, estas ramas, dispuestas en forma circular, simbolizan la eternidad de Dios y la vida que perdura incluso en las estaciones más frías. La elección de ramas verdes no solo refleja la vitalidad de la naturaleza, sino que también representa la esperanza que trae consigo la temporada de Adviento.

La esperanza que brota: desentrañando el simbolismo de las ramas verdes en la corona de adviento según la enseñanza de la iglesia | Foto: Natalia Rüdisüli
  • En la tradición cristiana, las ramas verdes son un recordatorio de la vida eterna que se encuentra en Cristo. La forma circular de la corona sugiere la eternidad de Dios y su amor sin fin. A medida que los fieles contemplan las ramas verdes, se les anima a reflexionar sobre la promesa de redención y renacimiento que trae consigo la llegada de Jesús.

Las cuatro velas: una guía a través de la espera

La Corona de Adviento también incluye cuatro velas, cada una encendida en sucesión durante las cuatro semanas previas a la Navidad. Estas velas representan la luz que viene al mundo con la llegada de Jesucristo. Cada vela tiene un significado específico, y su encendido progresivo marca el paso del tiempo y la progresión hacia la celebración del nacimiento de Cristo.

La secuencia de encendido de las velas no solo marca el paso de las semanas, sino que también sirve como recordatorio de los aspectos fundamentales de la fe cristiana. La progresión de la esperanza a la paz, la alegría y, finalmente, el amor, guía a los creyentes a través de la temporada de Adviento, preparando sus corazones para la llegada del Salvador.

Luces que iluminan el camino: Explorando el significado litúrgico de las velas en la corona de adviento según la doctrina cristiana | Foto: El País

La vela blanca: la luz de cristo que resplandece en la oscuridad

En el centro de la Corona de Adviento se encuentra una vela blanca, conocida como la Vela de Cristo. Esta vela se enciende en la noche de Navidad, simbolizando la llegada de Jesús al mundo como la luz que disipa las tinieblas. La luz de la Vela de Cristo representa la presencia divina que ilumina nuestras vidas y nos guía por el camino de la fe.

La Vela de Cristo también actúa como un recordatorio de la importancia de recibir a Jesús en el corazón. Al encender esta vela, los creyentes celebran la culminación de la espera y la realización de la promesa divina de redención. La luz resplandeciente de la Vela de Cristo representa la esperanza renovada y la alegría que trae consigo el nacimiento del Salvador.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.