Aunque parece cosa del siglo pasado, encontrar pulgas en los colchones es más normal de lo que parece. La principal fuente de pulgas se presenta en la casa con mascotas. El principal problema es que estos diminutos animales pueden dejar molestas mordidas, que incluso podrían infectarse.
¿Cómo reconocer una pulga? Son de color marrón rojizo, increíblemente delgadas y tienen grandes patas traseras. Miden alrededor de 3,5 mm de largo, pero es poco probable que puedas verlas claramente sin un microscopio, eso si, sus mordidas dejarán pequeñas marcas a lo largo de la piel, que pueden ocasionar piquiña. Lo más normal es que lo hagan por debajo de la rodilla o en zonas donde la ropa esté muy pegada al cuerpo (Cintura).
El cuerpo de la pulga es duro, pulido, y está cubierto con muchos pelos y espinas muy cortas dirigidas hacia atrás. Esta característica les asegura un tránsito fluido entre los cabellos del huésped o plumas. La dureza de su cuerpo les permite soportar grandes presiones, incluso la ejercida por los dedos humanos.
El ciclo de vida medio de una pulga es de alrededor de 100 días, sin embargo, pueden vivir en interiores hasta un año si sienten que las condiciones para su supervivencia, son favorables.
Su vida empieza en huevo, larva, crisálida, y adulto. Entran a la casa por medio de las mascotas y rápidamente encontrarán su manera de alojarse en colchones, muebles e incluso cojines. La principal acción para decirles adiós es limpiar la ropa de cama con más regularidad, pasar la aspiradora a menudo y limpiar los suelos para destruir las pulgas en cada etapa de su ciclo de vida. Si la lavadora tiene agua caliente o secadora, se debe usar para terminar de eliminar la plaga de la ropa de cama.
Un buen aliado para eliminar las pulgas que se encuentran en las fibras de las alfombras es rociar un poco de bicarbonato de sodio, frotarlo y varias horas después, aspirarlo. Esto hace que se deseque el huevo y le impide eclosionar. El huevo necesita más del 50 % de humedad relativa y temperatura por debajo de 37º C (a 40º C se inactivan los huevos).
Posteriormente, se recomienda aspirar con regularidad para deshacerse de plagas, ácaros y polvo en general. También se debe aspirar la cama y los rincones en los que duermen las mascotas.
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Si en casa no se cuenta con bicarbonato, la sal funciona de manera similar, ya que actúa como un agente deshidratante, que eliminará las pulgas de forma rápida y natural sin el uso de productos químicos.
Pese a su tamaño, las pulgas repelen el fuerte olor del romero. Se debe hervir un poco de romero en una sartén con agua y dejar que se enfríe durante la noche. Drenar el líquido en una botella con atomizador y rociar un poco de la solución sobre el pelaje de las mascotas, con este particular perfume, se mantendrán las pulgas a raya.
Otra opción es utilizar plantas repelentes como la manzanilla o la lavanda, ya que las pulgas son sensibles a algunos de los componentes que se desprenden en su aroma. Por ello, es una buena idea incluirlas en el jardín. La lavanda es un gran repelente y, de hecho, se usa también para otros parásitos, por ejemplo el aceite de lavanda se usa para los piojos.
En tiendas especializadas en productos para el hogar, sobre todo las que incluyen sección de jardinería, es posible encontrar muchísimos productos para acabar con las pulgas como sprays, detergentes, jabones, trampas, etcétera. Solo tiene que limpiar bien el lugar afectado de su casa, o toda entera, aplicando estos productos especiales y de esta forma acabará exterminando las pulgas y dejando todo reluciente.