Para Lola Bernardo, fundadora de la Asociación Abrazo Animal que dirige el Centro Municipal de Protección Animal de Las Rozas de Madrid, “resulta impensable que aún tengamos que decirle a la gente que no regale animales en Navidad”, dice.
Y es que la cifra de animales abandonados en el mundo sigue creciendo, sin poder precisar un número exacto, debido a hay muchos animales que no han podido ser registrados.
“Al poco tiempo de terminar la Navidad, la gente vuelve a trabajar y los perros comienzan a desarrollar problemas de conducta derivados de la perdida de impronta y la desinformación, por lo que ya se pueden imaginar dónde acaban”, mencionó Bernardo.
Además es allí donde comprenden cómo relacionarse con su propia especie y con el entorno, para poder convertirse en un perro sociable, seguro, tranquilo y equilibrado.
“La peor consecuencia de regalar seres sintientes sin haber meditado los deberes y obligaciones, es el abandono. Y el abandono de un animal de compañía es un tipo de maltrato extremadamente cruel. Y también es un delito”, mencionó Helena Arce Surós, veterinaria experta en protección animal.
“El intento por justificar el abandono de un animal no es válido. Un animal aparte de haber crecido en un hogar y con una familia, sufrirá un elevado grado de estrés y tristeza al estar de pronto en un entorno totalmente desconocido. Además, no se puede saber con certeza si será capaz de adaptarse a la nueva situación o si saldrá adoptado a corto, medio o largo plazo”, añade la veterinaria.
Para luchar contra esas consecuencias, es necesario que las personas sean consientes sobre las necesidades y responsabilidades que conlleva tener un animal, así como también es importante denunciar casos conocidos de abandono animal.