Los dientes son considerados como “fósiles prefabricados”, porque al morir los seres humanos, estas partes del cuerpo humano conservarán aun más que los huesos. Pero antes de formarse los dientes que las personas tendrán incluso más allá de su propia muerte, se forman los conocidos dientes de leche o dientes temporales.
Como explican los expertos de la Clínica Dental Mediterráneo, los dientes de leche juegan un importante papel en el desarrollo de los niños, puesto se encargan de abrir los espacios en la mandíbula “para que puedan crecer los dientes permanentes, los que tendremos durante toda nuestra vida de adultos”.
La presencia de los dientes de leche facilita la correcta alineación de los dientes definitivos y contribuye también al desarrollo de la mandíbula. Y son, los que permitirán a los niños empezar a masticar, hablar con más precisión y sonreír.
Por lo general, el primer diente de leche aparece cuando los niños tienen entre seis y doce meses de edad, aunque algunos pueden comenzar este proceso cuando tienen apenas cinco meses. Ya sobre los dos o tres años, los menores tendrán todos los dientes de leche en su boca.
Es común que los dientes de leche comiencen a aflojarse y a caerse cuando los niños tienen entre los 6 y 7 años, a veces un poco antes, y de esta forma dan paso a los dientes permanentes.
Cuando llega este momento y los dientes de leche se aflojan y generan cierta incomodidad, algunos padres proceden, por costumbre, a sacárselos cuando no arrancarlos, a sus hijos, utilizando hilos o con sus propias manos. Pero esa no es la mejor decisión.
En el caso de un niño, si el diente está suelto probablemente sea porque es hora de que se desprenda el diente de leche para dar paso al adulto. De hecho, este es un proceso lento de seguir, puesto que son 20 dientes de leche, los que van a ir cayendo naturalmente. Lo ideal es dejar que las raíces del diente de leche se disuelvan para caer y dejar espacio al diente adulto permanente.
Pero, si esto es producto de un golpe o accidente, la recomendación es consultar a un dentista de inmediato.
Los padres deben tener en cuenta que tirar de un diente flojo que aún no está listo para caer puede provocar sangrado y malestar en el menor. Esto también deben explicárselo a los niños, para que ellos tampoco intenten tirar del diente. En el caso de que lo hayan hecho, si hay dolor después de la extracción del diente de leche, siga estas indicaciones:
- No cepillar la zona por 4 o 5 días.
- Enjuagar suavemente con agua salada.
- Tomar analgésicos de venta libre si es necesario por el dolor.
- No consumir alimentos calientes hasta que desaparezca el entumecimiento.
Aunque tener un diente flojo no es cómodo, y puede indisponer a los niños, la mejor manera de extraerlo es no hacer nada, en realidad. La opción recomendada es dejar que el diente se caiga solo. Habrá menos dolor y menos sangre, a veces resulta imperceptible para los niños. Después de que esto suceda, solo basta acompaña al menor, explicarle que no es de gravedad, e indicarle el cuidado bucal durante algunos días para que no se lastime.
Cabe aclarar que si bien son 20 dientes de leche los que se caen en su momento, pero al final un adulto tendrá 32 piezas dentales en total, esto se debe a que hay 12 dientes que no se caen, sino que irán naciendo directamente como dientes definitivos, 8 aparecerán en la adolescencia y otros 4 más (las llamadas muelas del juicio) surgirán cuando alcance la adultez.