La violencia vicaria, un término que ha emergido recientemente en los círculos académicos y sociales, arroja luz sobre una forma de violencia insidiosa y profundamente destructiva. En este artículo, se explora qué es la violencia vicaria, por qué es considerada la más cruel de las violencias y cómo afecta a las personas involucradas.

¿Qué es la violencia vicaria?

La violencia vicaria se define como una forma de violencia que se ejerce indirectamente a través de un individuo, usualmente un niño, con el objetivo de dañar emocionalmente a otra persona, generalmente la madre o el padre.

Esta forma de violencia puede manifestarse de diversas maneras, como el abuso emocional o psicológico hacia el niño con el fin de herir a la otra parte. También puede incluir el uso de los hijos como herramientas de manipulación, chantaje emocional o incluso alienación parental, donde se busca alejar al niño de uno de los progenitores.

El uso de los hijos como instrumentos de manipulación y control, así como la amenaza constante hacia la integridad emocional de la madre, son características distintivas de la violencia vicaria. | Foto: Alfonso Cacciola

Lo que distingue a la violencia vicaria es su naturaleza indirecta y su impacto duradero en las personas involucradas. A menudo, esta forma de violencia deja cicatrices emocionales profundas en los niños que la experimentan, afectando negativamente su salud mental, relaciones futuras y autoestima.

El origen del término y su significado profundo

El término “violencia vicaria” encuentra su origen en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en España. Se refiere al acto de sustituir a una persona por otra para ejercer la acción violenta, como en el caso de usar a los hijos para causar daño a la madre. Este acto puede manifestarse de diversas formas, desde el asesinato de los hijos hasta la manipulación emocional para alienar a los niños contra su madre.

La realidad invisible de la violencia vicaria

El documento “Violencia vicaria” de María Pilar Lampert, de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, se pone de relieve la gravedad de la violencia vicaria, una forma insidiosa de violencia de género que a menudo pasa desapercibida. Si bien existen diversas manifestaciones de esta violencia, el asesinato de los hijos emerge como una de las más graves, dejando cicatrices imborrables en la sociedad.

La violencia vicaria se destaca como la más cruel de las violencias debido a su naturaleza indirecta y su capacidad para causar un daño permanente y profundo en las personas involucradas, especialmente en los niños.
  • Perfil del agresor: El estudio revela datos preocupantes sobre el perfil del agresor en casos de violencia vicaria. En su mayoría, son hombres de entre 30 y 50 años, y sorprendentemente, en un alto porcentaje de los casos, el agresor es el padre biológico de los niños.
  • Patrones alarmantes y señales ignoradas: Las conclusiones del estudio también arrojan luz sobre los patrones de violencia y las señales de alerta que a menudo pasan desapercibidas. El 60% de los agresores habría amenazado con hacer daño a la madre o a los hijos antes de cometer el crimen. Además, el elevado porcentaje de agresores que habían ejercido violencia de género previa contra la mujer y madre de los niños es una señal clara de la necesidad de intervenir antes de que sea demasiado tarde.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.