La madera es uno de los materiales que más frecuentes se encuentran en los hogares. Por el paso del tiempo, los niños, mascotas o golpes accidentales, es normal que sufran desperfectos. Además, existen cuatro elementos que le hacen particulamente daño a esas zonas, estos son: el agua, la grasa, el alcohol y el calor.
El principal, y puede que el más dañino de los materiales, es el alcohol, el cual provoca una serie de manchas blancas en la madera que, dependiendo de la calidad, hasta puede generar que se inflen las superficies. En caso de que se le haya desarramado en una mesa, puede secar rápidamente la parte manchada y frotar por un tiempo prolongado con la cera hasta que desaparezca.
El agua también es un enemigo de la madera, el cual la afectará más o menos, dependiendo de si el mueble está barnizado o no. En caso de que no lo esté, lo mejor es secar la superficie lo antes posible. Después deberá revisas si ha quedado alguna mancha y, de ser así, se podrá quitar aplicando un limpiametales en crema.
La grasa es otro dolor de cabeza si llega a caer sobre la madera, en este caso será necesario darse prisa para limpiarla, porque cuando una mancha penetra en la madera dejará una marca oscura y permanente.
Por ello, lo primero que deberá hacer es quitar todo el exceso de grasa con un papel absorbente preferiblemente y frotar la mancha con vinagre. Para esto, se deberá humedecer un trapo con una mezcla de agua tibia y vinagre.
De otro lado, el calor muchas veces puede ser un enemigo de la madera y dejar manchas. Esto puede suceder si se apoya una olla caliente sin un salvamanteles, o dejar el mueble en una zona donde le de el sol directamente.
De ser así, puede hacer una mezcla de aceite vegetal y sal, obteniendo un tipo de pasta que se deberá estender por la zona y la mancha desaparecerá.