Si desea que ese hermoso ramo de flores que adorna el hogar se mantenga fresco y vibrante por más tiempo, hay algunos trucos que se pueden aplicar para prolongar la vida de este detalle. Desde la limpieza del jarrón hasta la alimentación de las flores, estos consejos le pueden ayudar a disfrutar de su belleza por un poco más de días.
Medicamentos que ayudan a preservar
La Aspirina se puede triturar y disolverla en el agua del jarrón. El ácido acetil salicílico que contiene ayuda a acidificar el agua, lo que permite una mejor absorción y previene la proliferación de bacterias.
También la vitamina C es similar a la aspirina, puede usar una pastilla de vitamina C para acidificar el agua y mantener las flores frescas.
Limpieza del jarrón, el primer paso hacia flores duraderas
Antes de colocar sus flores en el jarrón, asegúrese de que esté perfectamente limpio. Restos de suciedad o de flores anteriores pueden alojar bacterias que acortan la vida del ramo. Un truco sencillo es frotar el interior del jarrón con un estropajo y luego enjuagarlo con una solución de agua y un poco de límpido. Este paso esencial ayudará a mantener tus flores frescas por más tiempo.
Cortar los tallos para maximizar la absorción de agua
Uno de los errores más comunes es no recortar los tallos de las flores. Para prolongar su vida, es necesario cortar aproximadamente tres centímetros de la base del tallo en un ángulo de 45 grados.
Esto aumenta la superficie por la cual las flores pueden absorber agua y nutrientes. Si puedes, realiza este corte bajo el agua para evitar que las burbujas de aire entren en el tallo y bloqueen la absorción de agua.
Retirar las hojas sumergidas para evitar la proliferación de bacterias
Las hojas que quedan sumergidas en el agua pueden ser un caldo de cultivo para bacterias, lo que acelerará la descomposición de las flores. Asegúrese de retirar cualquier hoja que esté en contacto con el agua para mantener tus flores saludables.
Un baño templado y un toque de frío para sus flores
Para dar un cuidado extra a tus flores, colócalas en agua tibia, entre 40 y 45ºC, y luego refrigéralas por un par de horas. Este proceso, conocido como endurecimiento, permite que las flores absorban el agua más rápidamente y reduce la pérdida de humedad.
Además, si tiene espacio en su nevera, guarda el jarrón allí durante la noche para ralentizar el envejecimiento de las flores.
Alimente sus flores
Las flores también necesitan nutrientes. Puedes añadir al agua una cucharada de azúcar y un poco de limón o incluso una aspirina triturada, un truco popular para mantenerlas frescas. Si prefieres una opción más confiable, utiliza sobres de alimento floral que vienen con algunos ramos; estos contienen la mezcla perfecta de nutrientes.
Mantenga las flores alejadas del sol directo
Aunque pueda parecer natural colocar el jarrón cerca de una ventana, la luz solar directa puede causar estrés a las flores y hacer que se marchiten más rápido. Lo mejor es ubicarlas en un lugar luminoso, pero protegido de los rayos directos del sol.
Renueve el agua
Finalmente, cambie el agua del jarrón cada cinco días y asegúrese de que los tallos estén siempre bien sumergidos. Mantener el agua fresca es crucial para que las flores se mantengan vivas por más tiempo.