El ronquido es un problema común que puede afectar tanto a quienes roncan como a las personas que comparten la cama o la habitación con ellos. A menudo, el ronquido es causado por una obstrucción en las vías respiratorias superiores mientras se duerme, que en sí no representan un problema médico grave. Sin embargo, de ser un problema frecuente e intenso, sí podría desencadenar algunos inconvenientes de salud.
Uno de ellos podría estar relacionado con la apnea del sueño, un trastorno grave que involucra pausas en la respiración durante el sueño. Estas pausas pueden durar desde unos pocos segundos hasta minutos y pueden ocurrir muchas veces durante la noche.
La apnea del sueño a menudo se caracteriza por ronquidos fuertes seguidos de silencio cuando la persona deja de respirar. Este trastorno puede llevar a una mala calidad del sueño y a problemas de salud graves, como hipertensión, enfermedades cardíacas, diabetes y somnolencia diurna excesiva.
Así las cosas, muchas personas se han interesado en aprender técnicas que permitan mejorar de a poco este problema relacionado indirectamente con el sueño, por lo que uno de ellos, y se podría decir, el más fundamental, es tener cambios en el estilo de vida. Es decir, mantener un peso saludable, evitar el alcohol, el trasnocho, entre otros factores que aumentan el problema.
Ahora bien, sobre el exceso de peso, especialmente alrededor del cuello, es fundamental decir que se convierte en prioridad trabajar en la actividad física, pues el peso en esta zona puede presionar las vías respiratorias y aumentar el riesgo de roncar. Para ello, basta enfocarse en mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y realizar continuamente ejercicio.
El alcohol, por su parte, y el cigarrillo, son otro aspecto a evitar, pues estas sustancias pueden afectar los músculos de la garganta, lo que aumenta las posibilidades de roncar. No obstante, el tabaquismo, irrita también las vías respiratorias.
Otros hábitos que debe implementar
- Cambios en la posición de dormir: Dormir de lado en lugar de boca arriba: La posición boca arriba tiende a hacer que la lengua y el paladar blando se desplacen hacia atrás, obstruyendo las vías respiratorias. Dormir de lado puede reducir este riesgo.
- Practicar ejercicios para la garganta: Ejercicios de fortalecimiento de la garganta y la lengua pueden ayudar a tonificar los músculos que rodean las vías respiratorias, lo que puede reducir el ronquido.
- Mantener las fosas nasales despejadas: La congestión nasal puede dificultar la respiración y aumentar el ronquido. Use un humidificador, descongestionantes o tiras nasales para mantener las fosas nasales despejadas.
- Trate las alergias: Si tiene alergias, asegúrese de tratarlas adecuadamente, ya que la congestión nasal es un factor que contribuye al ronquido.
- Considere una almohada anti-ronquidos: Algunas almohadas están diseñadas para ayudar a mantener la cabeza y el cuello en una posición que reduzca el ronquido.
Cabe resaltar que, algunas personas tienen una anatomía que las hace más propensas a roncar. Esto puede incluir una mandíbula inferior pequeña, una lengua grande o una amígdala agrandada. Estos factores anatómicos pueden aumentar la probabilidad de obstrucción de las vías respiratorias y, por lo tanto, permitir el ronquido.