La cadena de pensamientos excesivos y repetitivos a cerca de problemas o situaciones actuales, experiencias pasadas o incluso preocupaciones futuras, se conoce como rumia mental. Y hace parte de una patología pasiva que vivencia principalmente aquellas personas que desean controlar todo y en ocasiones se les hace imposible.

Esto puede ocasionar pérdida de contacto directo con su vida, agotamiento mental y físico, ansiedad, sentimientos depresivos, de ahí que se considere la rumia mental es un proceso transdiagnóstico, parece estar implicado en el mantenimiento y el agravamiento de diversos problemas emocionales. Por eso se puede presentar: Rumia depresiva

La IA es particularmente efectiva para realizar tareas repetitivas y rutinarias que no requieren un alto nivel de creatividad o pensamiento crítico. | Foto: jonathan Kitchen
  • Rumia en el trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
  • Rumia en el trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Rumia en fobia social
  • Rumia en el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • Rumia en los trastornos de sueño e insomnio
  • Rumia en los trastornos de alimentación (TA)
  • Rumia en el trastorno por dolor
  • Rumia en hipocondría
  • Rumia en el trastorno por consumo de sustancias.
Un cerebro se sienta en el espacio con líneas de colores a su alrededor que representan pensamientos, ideas o creatividad | Foto: jonathan Kitchen

¿Cuáles son los pensamientos rumiativos y cómo detectarlos?

Si bien, la mente humana es la encargada de ayudarnos a solucionar los problemas que se presentan, a resolver dudas y tomar decisiones, así como sacar conclusiones y prevenir muchas circunstancias, gracias a la información que con los años guarda, otras veces esto puede jugarle una mala pasada.

En otras ocasiones, este tipo de pensamientos pueden estar relacionados con preocupaciones de las personas, y lejos de permitirles encontrar una solución puede llevarlos por un laberinto de confusiones.

Darle muchas vueltas a las situaciones que no se pueden controlar, terminará haciéndolo sentir agotado y fatigado, y lo alejará de aquello que desea.

¿Cómo detener la rumia mental?

A su vez, la rumia mental puede originar otras conductas nocivas como insomnio, ansiedad o incluso depresión, por eso es importante tomar cartas en el asunto y detenerla a tiempo. Desde la psicología recomiendan entrenar algunas habilidades discriminativas para que el paciente solucione este problema.

De este modo, aprenderá a detectar sus propias emociones y pensamientos (que son fruto de su historia personal y su contexto socio-verbal), discrimine qué hace cuando aparecen estos contenidos y contacte con la experiencia de un YO que trascienda a sus pensamientos y emociones, que elige y da pasos hacia lo que quiere en cada momento, en conexión con aquello que es importante y valioso en su vida.

En la búsqueda de una mejor memoria, la inteligencia artificial ha recomendado ciertos alimentos que pueden hacer una gran diferencia. Los lectores pueden conocer qué comer para apoyar su salud cognitiva. | Foto: Tara Moore
  • Autorregistro: tomar nota de cuando aparecen, qué estoy pensando y cómo nos hacen sentir, para ser conscientes de las situaciones que precipitan los pensamientos e identificar patrones de pensamiento.
  • Lista de pensamientos: consiste en escribir todos los pensamientos en una hoja y cuestionarse su validez, su veracidad y su utilidad, buscando evidencias que los respalden.
  • Hablar de las preocupaciones: exteriorizar estas ideas puede ayudarnos a verlas desde otra perspectiva y salir del bucle. Además, pedir opiniones y consejos nos puede aportar la solución que estábamos buscando.
  • Técnicas de respiración, mindfulness y atención plena: estas técnicas nos permiten desviar la atención de las preocupaciones o pensamientos rumiativos hacia las sensaciones corporales y la respiración.