Uno de los elementos más utilizados en los gimnasios son las pesas, pues sirven para hacer muchos ejercicios.
Sin embargo, al ser utilizadas con frecuencia y por varias personas, han sido catalogadas como uno de los mayores focos de bacterias; hipótesis que fue confirmada por un estudio que sostuvo que estos elementos contienen hasta 362 veces más bacterias que un asiento de inodoro.
La investigación, realizada por FitRated, se encargó de recolectar muestras de varios equipos de gimnasio, incluyendo pesas, cintas de correr y bicicletas estáticas. Los resultados revelaron que las pesas son el equipo más contaminado. Pero, más allá del número de bacterias, las que fueron encontradas incluían varios tipos que pueden causar infecciones en la piel y enfermedades respiratorias.
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Estas son los cocos grampositivos y los bacilos gramnegativos.
Y es que, si bien cierto los gimnasios son espacios donde la actividad física genera sudor, y el sudor, junto con las células muertas de la piel, se convierte en un caldo de cultivo ideal para bacterias y otros microorganismos.
Por esa razón, la principal causa de la acumulación bacteriana es el contacto directo y constante de las manos y la piel de las personas con las pesas. El cual, a su vez, puede derivar en infecciones cutáneas como dermatitis oculares y respiratorias.
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Además, algunas de las bacterias identificadas en las pesas pueden ser altamente resistentes, lo que incrementa el riesgo de contagio de enfermedades difíciles de tratar.
Otro factor clave es la falta de limpieza frecuente en estos equipos. Aunque algunos gimnasios proporcionan productos de desinfección para los usuarios, muchos de los asistentes a estos establecimientos olvidan limpiar las pesas después de su uso, o simplemente no utilizan los productos adecuadamente. Esto hace que la carga bacteriana aumente con rapidez.