La religión católica tiene millones de feligreses en el mundo, por lo que sus fiestas sagradas están marcadas en el calendario occidental y se tienen como días festivos en muchos países, entre ellos Colombia, donde las celebraciones de Navidad y Semana Santa son determinantes para los planes y proyectos de las personas durante el año.
No obstante, a diferencia de la Navidad, que se celebra en la misma fecha (25 de diciembre) cada año, en el caso de la Semana Santa, esta se celebra en diferentes días, de acuerdo a ciertas condiciones del año.
Por ejemplo, para el año 2024, la Semana Santa empezó el 24 de marzo, Domingo de Ramos, y el lunes siguiente fue festivo, por ser el día de San José. Mientras que el Jueves Santo y Viernes Santo, quedaron en la misma semana, el 28 y 29 de marzo. De modo que en la misma semana hubo tres días festivos. Además, el Domingo de Resurrección quedó ubicado el 31 de marzo, es decir, que la Semana Santa no se realizó en el mes de abril, como se ha visto en otros años.
La razón para estas variaciones de fechas cada año en Semana Santa, según un artículo de la revista National Geographic, es que su celebración no depende de un día específico, como en caso de Navidad, sino de un momento del año determinado por los ciclos lunares y la llegada de la primavera.
En este sentido, el Domingo de Ramos, día que abre la Semana Santa se determina según la primera luna llena de primavera, que este año fue el 24 de marzo, como se puede comprobar en cualquier calendario occidental. En otras palabras, dependiendo de cuándo se ubique este día en el año, así se organiza la Semana Santa.
De acuerdo con el artículo citado, se escogió este día teniendo en cuenta la datación bíblica de la crucifixión de Cristo que, según algunos exégetas del libro sagrado, ocurrió el día de la Pascua Judía, una celebración establecida según el calendario lunar. Sin embargo, por muchos años la fecha no fue establecida por la Iglesia Católica.
Entonces, para el año 325 D.C., cuando se realizó el Concilio de Nicea, los líderes de la Iglesia Católica oficializaron algunas fechas de sus celebraciones para evitar controversias entre sus fieles. En el concilio se estableció que el Domingo de Resurrección se celebraría después de la primera luna llena de primavera, evitando con esto coincidir con la Pascua Judía.
Tampoco hay una fecha fija para el inicio de la primavera, su acaecimiento se ubica en el margen de los días 19 y 21 de marzo en el hemisferio norte. A esto, también cabe añadir que debido al calendario gregoriano, que consta de 365 días (determinados por la rotación de la Tierra alrededor del Sol), cada dos años se presenta un desfase de un día, es decir, un año bisiesto, que altera más la ubicación de la Semana Santa.