La escoba es una herramienta esencial en cualquier hogar, pero su vida útil puede verse reducida si no se le brinda el cuidado adecuado. Un mantenimiento adecuado no solo garantiza un rendimiento óptimo, sino que también puede extender significativamente su duración. A continuación, se presenta un sencillo método que ayuda a mantener la escoba en óptimas condiciones.

En primer lugar, es fundamental elegir el tipo de escoba adecuada para cada superficie. Las escobas de cerdas suaves son ideales para pisos de madera y superficies delicadas, mientras que las de cerdas duras son más efectivas en exteriores y espacios con suciedad pesada. Esta elección inicial puede prevenir el desgaste prematuro.

Una vez seleccionada la escoba, el siguiente paso es la limpieza regular. Después de cada uso, es recomendable sacudir las cerdas para eliminar la suciedad acumulada. Un cepillo de cerdas suaves o un aspirador pueden ser herramientas útiles para eliminar los residuos más incrustados. Ignorar esta tarea puede resultar en un desgaste excesivo de las cerdas, lo que a su vez afecta la capacidad de limpieza.

El almacenamiento también juega un papel crucial en la longevidad de la escoba. Es preferible guardarla en posición vertical, colgada o apoyada contra una pared. Dejarla en el suelo o en un lugar húmedo puede deformar las cerdas y afectar su eficacia. Un soporte de pared diseñado para escobas puede ser una inversión que valga la pena.

Quitar pelusas de la escoba. | Foto: Getty Images

Además, una revisión periódica del estado de la escoba es aconsejable. Si las cerdas se ven desgastadas o dobladas, es hora de considerar una limpieza más profunda o incluso un reemplazo. En el caso de escobas de cerdas sintéticas, a veces es posible recortarlas ligeramente para recuperar su forma original.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.