Las alfombras son unos de los elementos del hogar que se ensucian con más frecuencia debido a las pisadas, el polvo, los pelos (ya sea de personas o animales), o por derrames de bebidas. Esto produce mal aspecto sobre ella, y mal olor en la casa, por ello es necesario mantenerla limpia.
A pesar de que en el mercado hay un sinfín de productos que prometen facilidad y calidad al momento de limpiar alfombras, hay muchos que no cumplen con lo dicho y pueden dejar un resultado peor de lo esperado. Ahí es donde los trucos caseros cumplen una función importante, pues son económico y asequibles.
En esta ocasión, el amoniaco será el mejor aliado al momento de limpiar la alfombra. Este es un producto de limpieza muy versátil que tiene propiedades desinfectantes, desengrasantes y blanqueadoras, por ello, resulta perfecto para limpiar superficies textiles como las alfombras. Además, debido a su contenido, permite eliminar los malos olores, lo cual lo convierte en un plus.
Ahora bien, ¿cómo se debe usar el amoniaco para que las alfombras queden sin ningún rastro de suciedad o mal olor?
El primer paso, y más importante, es volcar un poco de amoniaco en una pequeña esquina de la alfombra, esto con el fin de verificar si esta se destiñe o no. En caso de que dicho artículo no sufra daños, lo que se debe hacer es aspirar la alfombra para eliminar el polvo y los cabellos caídos.
Seguido a ello, en un recipiente, se debe mezclar una parte de amoniaco con tres partes de agua y una de jabón. Con dicha combinación se debe humedecer un cepillo y frotar la alfombra con cuidado, sin mojarla demasiado.
Después de hacer lo anterior, se debe dejar actuar al amoniaco por 25 minutos, pasado este tiempo, el paso a seguir es enjuagar la tela con agua limpia y dejarla secar al aire libre. Con ello, se podrá limpiar de una manera eficiente y económica la alfombra, dejándola como nueva.
Es muy importante tener en cuenta que al utilizar amoniaco, es fundamental e imprescindible usar guantes, evitar el contacto con los ojos y la piel, y ventilar bien la zona donde se vaya a llevar a cabo su utilización.