Lavar la ropa puede parecer una tarea sencilla, pero lograr que las prendas queden impecables requiere más que simplemente echarlas en la lavadora con detergente. Para ello, existen varios trucos caseros que pueden marcar una gran diferencia en el resultado final, asegurando que la ropa salga limpia y sin manchas.

Uno de los métodos más recomendados para lavar la ropa y dejarla impecable es utilizar bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Estos dos ingredientes comunes en el hogar no solo son económicos, sino que también muy efectivos para limpiar, desodorizar y suavizar las prendas.

Ahora bien, el paso a paso que se debe seguir es muy sencillo. Antes de lavar, es importante tratar las manchas difíciles. Para esto se debe aplicar una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio directamente sobre la mancha y frotar suavemente con un cepillo de dientes viejo. Esto se debe dejar actuar durante unos minutos.

Las manchas de ropa pueden desaparecer gracias al bicarbonato y el vinagre | Foto: Libre de derechos

El bicarbonato ayudará a levantar la mancha y a eliminar olores desagradables.

Después se debe colocar la ropa en la lavadora y añadir la cantidad habitual de detergente. Para potenciar el poder de limpieza, se puede agregar media taza de bicarbonato de sodio directamente en el tambor de la lavadora. Este paso no solo contribuye a la eliminación de manchas, sino que también ayuda a mantener la lavadora libre de residuos y olores.

En lugar de usar suavizante de telas, se debe añadir una taza de vinagre blanco en el compartimento destinado al suavizante. Este compuesto también actúa como un suavizante natural, dejando la ropa suave sin los residuos que suelen dejar los suavizantes comerciales. Además, el vinagre ayuda a eliminar cualquier residuo de detergente y desodoriza las prendas.

Al finalizar el ciclo de lavado, se debe secar la ropa según las recomendaciones de las etiquetas. | Foto: Getty Images

Para que la ropa quede impecable es fundamental lavarla utilizando el ciclo adecuado según el tipo de tejido y el nivel de suciedad. Se recomienda optar por agua fría para la mayoría de las prendas para evitar el encogimiento y la decoloración.

Al finalizar el ciclo de lavado, se debe secar la ropa según las recomendaciones de las etiquetas. Para prendas que puedan encoger, es mejor secarlas al aire libre o en un ciclo de secado bajo.