En los hogares con espacios reducidos, encontrar la manera de organizar el calzado sin que ocupe demasiado lugar puede ser un desafío. Sin embargo, existen soluciones creativas y económicas para aprovechar cada rincón disponible. Con un poco de ingenio y algunos materiales caseros, es posible mantener los zapatos en orden, de manera accesible y sin sacrificar el espacio.

¿Cómo organizar los zapatos?

Una de las opciones más sencillas para organizar zapatos en un espacio pequeño es el uso de cajas de cartón recicladas. Este material es fácil de obtener, económico y permite personalizar el almacenamiento. Lo ideal es reutilizar cajas de tamaño similar a las que suelen contener zapatos nuevos o productos electrónicos, que son lo suficientemente resistentes y espaciosas.

Primero, es necesario medir el espacio disponible donde se almacenarán los zapatos. Después, se pueden apilar las cajas, creando una especie de estantería vertical. La ventaja de este truco es que las cajas se pueden decorar o etiquetar, facilitando la búsqueda de los zapatos.

Se recomienda colocar una etiqueta en cada caja para identificar rápidamente su contenido, como “zapatos de deporte” o “sandalias”. Esto no solo ayuda a mantener el orden, sino que también facilita el acceso cuando se necesita un par específico.

Para mejorar la ventilación y evitar malos olores, se pueden hacer pequeñas perforaciones en las cajas. Además, si se quiere añadir un toque personal, es posible forrar el interior con papel decorativo o tela para proteger los zapatos de roces y polvo.

Los zapatos pueden acumular suciedad. | Foto: Justin Paget Photography Ltd

Otra excelente opción para organizar los zapatos sin ocupar demasiado espacio es aprovechar el área detrás de las puertas. Esta técnica requiere la instalación de un organizador colgante, que se puede comprar en tiendas o fabricar en casa con materiales simples como tela y ganchos.

Este organizador puede tener varios compartimentos, cada uno lo suficientemente grande como para guardar un par de zapatos. De esta manera, se maximiza el uso del espacio vertical, dejando el suelo despejado y sin acumulaciones de calzado. Es una opción ideal para quienes viven en apartamentos o casas con poco espacio en el clóset o sin muebles para almacenar.

Este organizador puede tener varios compartimentos, cada uno lo suficientemente grande como para guardar un par de zapatos.

Además de ser práctico, este sistema permite visualizar todos los zapatos a la vez, evitando que los pares queden olvidados en el fondo de una caja o apilados uno sobre otro. Si se opta por hacerlo de manera casera, se puede utilizar una tela resistente como lona o fieltro, coser compartimentos del tamaño deseado y colgar el organizador con ganchos adhesivos que no dañen la puerta.

Finalmente, una opción que puede hacer una gran diferencia en la organización del calzado es el uso de estantes modulares y cestas. Estos se pueden acomodar en espacios pequeños, como debajo de la cama, dentro del clóset o en cualquier rincón disponible. Al ser modulares, permiten ajustar su tamaño y forma según las necesidades y el espacio disponible.

Si se cuenta con cestas de mimbre, plástico o tela, estas pueden servir para guardar pares de zapatos en grupos. Una idea es colocar cestas para distintos tipos de calzado: una para zapatillas, otra para botas y otra para zapatos más formales. Así, el espacio se aprovecha mejor, y se evitan acumulaciones desordenadas.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.