Las joyas son más que simples accesorios, representan recuerdos, emociones y, en muchos casos, inversiones significativas. Sin embargo, con el tiempo, incluso las piezas más preciadas pueden perder su brillo y volverse negras debido a la oxidación y la acumulación de suciedad.
Afortunadamente, hay un remedio casero sencillo y eficaz que puede restaurar el esplendor original de sus joyas: el bicarbonato de sodio.
Pasta de bicarbonato de sodio y agua
El primer método es ideal para joyas que no tienen piedras preciosas delicadas y que pueden soportar un poco de fricción. Necesitará bicarbonato de sodio, agua y un cepillo de dientes suave.
- Preparación de la pasta: Mezcle bicarbonato de sodio y agua en un recipiente pequeño hasta formar una pasta espesa. La proporción recomendada es de tres partes de la primera por una parte de la segunda.
- Aplicación: Con el cepillo de dientes suave, aplique la pasta sobre las joyas negras. Asegúrese de cubrir todas las áreas, prestando especial atención a las ranuras y hendiduras donde la suciedad tiende a acumularse.
- Frotar suavemente: Cepille las joyas con movimientos circulares suaves. Evite aplicar demasiada presión, especialmente si las joyas son delicadas.
- Enjuague y secado: Enjuague las joyas bajo agua tibia hasta que toda la pasta se haya eliminado. Séquelas completamente con un paño suave y limpio para evitar manchas de agua.
Bicarbonato de sodio y papel de aluminio
Este método es especialmente efectivo para joyas de plata. La combinación de bicarbonato de sodio y papel de aluminio crea una reacción química que elimina el deslustre de manera eficiente.
- Preparación del recipiente: Cubra el interior de un recipiente de vidrio o plástico con papel de aluminio, con el lado brillante hacia arriba.
- Solución de limpieza: Llene el recipiente con agua caliente y agregue una cucharada de bicarbonato de sodio y una cucharadita de sal. Mezcle bien hasta que los ingredientes se disuelvan.
- Inmersión: Coloque las joyas en el recipiente, asegurándose de que estén en contacto con el papel de aluminio. Deje las joyas en remojo durante 10 a 15 minutos. La reacción química entre el papel de aluminio, el bicarbonato de sodio y la sal ayudará a eliminar el deslustre.
- Enjuague y secado: Retire las joyas del recipiente y enjuáguelas bien con agua fría. Séquelas con un paño suave para revelar su brillo renovado.
Bicarbonato de sodio y vinagre
Para una limpieza más profunda, el bicarbonato de sodio y el vinagre pueden hacer maravillas. Sin embargo, este método debe utilizarse con precaución, especialmente con joyas que contengan piedras preciosas sensibles.
- Preparación de la mezcla: En un recipiente, combine una cucharada de bicarbonato de sodio con media taza de vinagre blanco. La mezcla comenzará a burbujear, lo que es normal y una señal de que está funcionando.
- Inmersión de las joyas: Coloque las joyas en el recipiente y déjelas en remojo durante 5 a 10 minutos. La efervescencia ayudará a aflojar la suciedad y la oxidación.
- Cepillado suave: Después del remojo, utilice un cepillo de dientes suave para frotar ligeramente las joyas. Esto ayudará a eliminar cualquier residuo persistente.
- Enjuague y secado: Enjuague las joyas con agua fría para eliminar cualquier rastro de la mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre. Séquelas con un paño suave y limpio.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.