Los Comuneros I es el barrio de Cali que más homicidios ha registrado en lo corrido del año con un total de 26 casos, convirtiéndolo en el más violento de la ciudad, que hasta el pasado 21 de noviembre registraba 856 asesinatos, cifra que hace dudar si la capital del Valle cerrará el 2022 con menos de 1000 homicidios.
Los habitantes de Los Comuneros I afirman no estar tranquilos dentro de su propio barrio debido a la presencia de múltiples bandas delincuenciales que estarían enfrentándose por el control de las calles del sector, además, la venta de estupefacientes, extorsiones, sicariato, robos a mano armada y la corrupción que se presenta a la hora de instaurar un denuncio ahondan en el problema de seguridad que se vive en este sector del oriente de Cali.
“la violencia aquí es nuestra realidad, no es un juego, no es un mito, se ve que quien no colabora con ellos lo despojan de su casa. Si un miembro de una familia está metido con otro grupo, los familiares que no tiene nada que ver son desplazados, el comerciante que no colabore será hostigado. Hay hombres con fusiles, granadas, de todo. Aquí hasta la misma autoridad hace caso omiso de la situación”, aseveró un joven del sector.
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Lideres comunales aseguran que, tras la disminución de la presencia de la Policía en el barrio, múltiples bandas criminales empezaron enfrentamientos por el control de la zona y la venta de estupefacientes.
“Se están disputando las líneas (calles), los vecinos rumoraban que a la estación de Policía de El Vallado le hicieron un atentado con dos tiros de fusil, que estaban amedrentando a la gente y no paran las extorsiones y hay fronteras invisibles. Una persona joven no puede pasar de un sitio a otro sin la autorización de ellos, los que pasan son los adultos porque los jóvenes no pueden ya que se convierten en objetivo militar debido a las fronteras invisibles, solo a los adultos no nos meten en el cuento y podemos caminar entre los sectores, sin embargo, no deja de haber problemas, se forman balaceras, se pone en peligro nuestras vidas y la Fuerza Pública no hace presencia” denunció un líder social del sector, que pidió reservar su identidad.
Por su parte, el joven afirmó: “Actualmente hay tres grupos que son demasiado grandes en Los Comuneros I y están ubicados por sectores, ellos están en constante guerra y hacen que el barrio tenga esa fama como uno de los más peligrosos de Cali. No podemos salir después de las 9:00 p.m., si usted es del barrio vecino y los de acá no lo reconocen, lo atacan”.
Para Elmer Montaña, abogado que se desempeñó como Juez de paz en el Distrito de Aguablanca, la situación del barrio Los Comuneros I no es ajena a la de muchos del distrito, pues a colindar con invasiones como Haití o El Valladito, sectores que el exfuncionario catalogó como ‘pequeñas repúblicas independientes’, hace que la violencia se recrudezca y a la suma, de la poca presencia de las autoridades, estos territorios se convierten en sedes de la delincuencia para la comisión de distintos delitos.
“En estos asentamientos se vive una situación muy dramática de pobreza extrema, de abandono del Estado y es lógico que surjan problemas tan graves de delincuencia y violencia. Además, en Cali tenemos un problema con la falta de autoridad que se deriva de que no hay respeto por la institucionalidad y todo esto debido en gran parte al descrédito que tiene el Alcalde, una ciudad donde solo el 18% de las personas aprueba su gestión, es una donde no hay confianza”.
¿Qué tan grande es el problema?
Según Camila, líder social del asentamiento El Valladito, actualmente viven alrededor de 4100 familias en el sector, personas que en su mayoría son desplazadas por la violencia y que llegaron a Cali en búsqueda de nuevas oportunidades, algunas llevan más de 30 años viviendo en este lugar.
La mujer denuncia que los habitantes del asentamiento son vulnerados por grupos ilegales y que en las calles se observa personas armadas con fusiles, que presuntamente estarían adheridas a la Nueva Marquetalia o al Clan del Golfo. Además, asegura que se han presentado desplazamientos forzados ya que estas organizaciones se interesan en los jóvenes con el fin de reclutarlos de manera forzada y ante esto muchas familias han preferido irse.
“Tras de eso, también hay oficinas, delincuencia, microtráfico, extorsiones, hace poco capturaron una banda que nos cobraban vacuna de $10.000 semanales, nos citaron a los de la junta comunal y el que no asistiera se debía someter a las consecuencias”, aseguró la líder.
Para el abogado Montaña, esta es una situación que hace una década atrás era menos grave ya que habían programas del Estado con un alto impacto positivo en las comunidades. “Hace unos 10 años había más o menos unas 100 viviendas y ahora hablamos de cientos de hogares y miles de personas hacinadas en todo lo que era el anterior sembrado de millo. Estos predios están invadidos y ahí se da de todo, problemas de delincuencia, tráfico de drogas, de armas, se habla incluso de crímenes que se cometen en esta zona y las personas son enterradas ahí. Cualquier cantidad de cosas espantosas ocurren en este lugar y nadie dice nada por temor a represalias”.
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¿Y las autoridades?
Los habitantes del sector advierten que la Policía no tiene una presencia óptima en la zona y que una vez las autoridades salen del territorio, la situación de violencia se recrudece debido a la casi nula vigilancia y la retoma de actividades de las organizaciones delincuenciales, a esto, se suman los supuestos casos de corrución en los que caen los uniformados que quedan en la zona.
“Nosotros hemos denunciado, hablado con las autoridades, han hecho planes de seguridad, pero suelen durar un mes y una semana, un mes y medio, lo máximo que ha durado ha sido tres meses. Después de eso la Policía se pierde y el barrio se pone peor”, comentó un residente del sector.
Para el abogado Montaña, el problema de las autoridades en esta comuna se divide en dos grandes puntos. El primero corresponde a que no hay suficiente personal de la Fuerza Pública para mantener una vigilancia adecuada en este barrio. “Si la presencia de la Policía en Los Comuneros I es poca, que la institución entre a El Valladito es impensable. En caso de un operativo se necesitarían cientos de policías para poder ingresar en unas condiciones mínimas de seguridad, entonces hay lugares, que aunque lo nieguen, son vedados para las autoridades”.
El otro punto, según Elmer Montaña, corresponde a la supuesta corrupción de los agentes de Policía que están en este sector, pues sostiene que hay “actos corruptos en los que incurren algunos miembros de la Fuerza Pública, situación que agudiza el problema de seguridad, cobran impuestos a las organizaciones que tienen sus operaciones en estos asentamientos, permiten que se desarrollen todas estas estructuras delincuenciales e inicien a generar hechos de violencia graves en la zona. Cuando trabajaba allá denunciaron estos hechos de corrupción y en la actualidad siguen habiendo denuncias”.