¿Cómo hablar de la guerra en Europa sin que impacte negativamente en la salud mental de los niños?

Ante el exceso de información sobre la situación de tensión que se libra entre Rusia a Ucrania, en televisión, redes sociales y diversos medios de comunicación, donde se publican a diario noticias, videos y fotos de ciudades devastadas, bombardeos aéreos, cuerpos sin vida en las calles y niños y niñas en desolación, los primeros afectados en su salud mental son los menores de edad.

Por ello la organización internacional Aldeas Infantiles SOS alertó en Colombia a padres, madres, cuidadores y sociedad, sobre la responsabilidad que se tiene para informar, debidamente, a niños y niñas sobre la guerra y la situación de tensión que se libra entre Rusia y Ucrania.

Según la ONG de atención a la niñez, “el exceso de información al respecto, que en ocasiones se escala como una posible tercera guerra mundial, puede ocasionar inseguridades, traumas y miedos en los niños y niñas. Esto, sumado al impacto en la salud mental que ya ha tenido la niñez por cuenta de la pandemia”.

Ángela Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Colombia, invita a padres, madres y cuidadores a ser cautelosos con la exposición que tengan niños y niñas sobre este tema de gran tensión, porque puede conllevar a afecciones psicológicas innecesarias. Y convoca a familias, colegios y centros educativos a ayudar a los menores a comprender la realidad, teniendo en cuenta sus edades e intereses.

“Los adultos debemos ser un filtro frente a la información que se exhibe en los medios de comunicación y redes sociales, para que las niñas, niños y adolescentes no tengan que interpretar solos esa información y pierdan su sensación de seguridad. Nuestro rol como adultos es acompañarlos en todas las situaciones a las que nos enfrentamos en la vida, y ser conscientes de que su bienestar depende de nuestra capacidad adulta de proveerles de un entorno protector”, afirma Rosales.

Así mismo, Aldeas Infantiles SOS recordó que la niñez de Colombia vive un momento complejo, pues la pandemia dejó muchas afectaciones psicológicas, el país vive una situación constante de vulneración de derechos y se suman ahora noticias internacionales preocupantes; “los niños y niñas del país, apenas están sobresaliendo de las afectaciones psicológicas producto de la pandemia y la crisis social”.

Más allá de la información que se les dé a los infantes, según los expertos, es importante que se sientan cuidados y protegidos por sus padres o acudientes, validar sus emociones.

Lea además: Integrante de una misión de la Osce muere en Ucrania

No es necesario que los niños y niñas pequeños se informen al respecto. Siempre es aconsejable evitar que permanezcan mucho tiempo frente a una pantalla, e incluso, es sano promover retrasar su uso de celulares y tabletas lo máximo posible.

Los niños y niñas en edad escolar seguramente conocerán de la situación, por medio de su interacción en la familia o en los entornos a donde asisten, y para ello es necesario explicar y conversar sobre lo que ocurre. Los adultos deberían estar atentos a conversar sobre el tema cuando los niños y niñas hagan preguntas o requieran de alguna explicación.

Es recomendable que los niños y niñas no accedan solos a redes sociales y páginas de internet.

Como adultos, hay que estar atentos a los sentimientos que viven los más pequeños de la casa. Preguntarles si la situación les genera miedo o angustia, y estar dispuestos a conversar sobre las emociones que sienten, tanto los mayores como los niños.

Hay que dedicar tiempo a hablar con ellos sobre lo que sucede en su entorno. Ayudarles a comprender la realidad es parte fundamental del rol parental, siempre teniendo en mente la edad en la que estén, y dándoles información que sea fácil de asimilar y comprender. Hay que ser cuidadosos para no dar información en exceso o detalles que no sean necesarios.

En un país como Colombia, es necesario mantener conversaciones con ellos sobre el respeto a la diversidad, la resolución de las diferencias con los demás, el valor de llegar a acuerdos y la importancia de la paz. Un contexto como éste ofrece un escenario ideal para enfatizar los valores positivos y promover la convivencia.

Le puede interesar: Zelensk, presidente ucraniano celebra haber complicado los planes "pérfidos"

Los adultos deben tomar una actitud positiva para ayudarles a llevar a cabo lo que proponen. Acciones significativas como escribir una carta a personas afectadas por la violencia, hacer un dibujo o participar en actividades de donación, les permitirá sentirse útiles y valiosos y que pueden ayudar a transformar su contexto.

Explicándoles que no solo hay personas que promueven la guerra, sino que hay muchas también promoviendo la paz y la solución al conflicto. Aproveche el momento para hablar de líderes positivos que han generado cambios a favor de la humanidad.

Mantener siempre una conversación abierta sobre las emociones es muy sano, igualmente preguntarles cómo se sienten, qué les da miedo o rabia; ayudarles a expresar sus sentimientos y a entender que está bien sentirse triste o bravo frente a lo que pasa, y ofrecerles actividades divertidas en familia en donde puedan compartir con todos los integrantes tiempo de calidad.

Mantenga una actitud alerta para identificar los casos en los que los niños y niñas presenten ansiedad o estrés por la situación, por ejemplo cuando han perdido la capacidad de dormir bien, o se retraen de sus actividades, pierden el gusto por el juego o por compartir con amigos.
Es importante solicitar ayuda de un profesional, activando los servicios de salud mental en el régimen de salud en el que estés inscrito.

Una manera sencilla de explicar a los niños lo que sucede es: “Las guerras se producen cuando dos o más países no están de acuerdo con algunas cosas, o cuando no se entienden; entonces hay conflictos”. Que sepan que toda guerra termina “porque hay personas muy buenas que están intentando hacer que se acaben y que los países vuelvan a estar de acuerdo/ a ser amigos”.

De igual forma hay que darles esperanza, hablándoles de valores como la solidaridad o motivándolos a escribir mensajes de apoyo para quienes lo están pasando muy mal. Se debe conectar con su altruismo y con la posibilidad del final de la guerra con la ayuda de las buenas personas.

Explicarles que es natural que sientan miedo, pero que no deben temer, que sientan que los cuidan sus padres o acudientes, que están seguros con su familia. Que sepan que hay personas que se están ocupando de que las cosas se resuelvan.