La reincidencia en los actos delictivos es uno de los grandes problemas del sistema penal colombiano. De acuerdo a cifras entregadas esta semana por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en el país se han presentado 56.783 casos de reincidencia en lo corrido del año.
“Estas cifras tan altas pueden deberse fundamentalmente a que la cárcel no resocializa. El objetivo fundamental de ir a una prisión intramural es que exista un proceso de resocialización, pero ante las precarias condiciones de las cárceles en Colombia es muy probable que sigan expuestos a conductas delincuenciales. Las prisiones hoy son centros de actividades delincuenciales como la extorsión, corrupción o mercados negros de bienes y servicios, que en últimas acentúan comportamientos delictivos que llevan a la reincidencia”, enfatizó Andrés Felipe Galindo, analista en temas de seguridad.
A lo que Néstor Rosanía, investigador y director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, añadió que “la reincidencia se sigue presentando por la falta de justicia en el país, generalmente no basta con ser detenido, el delincuente necesita ver con certeza que será judicializado por los delitos que ha cometido. Sin duda la baja probabilidad de condena es un aliciente para la reincidencia”.
Los delitos con más reincidencia
Dentro de la lista de los 10 actos delictivos con más reincidencia se encuentra el hurto con 12.219 casos y la fabricación, tráfico y porte
de armas de fuego o municiones con 8049 casos. Seguido están el tráfico de estupefacientes con 7077 reincidentes y el homicidio con 6438 casos.
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“El delito de mayor impacto es el hurto, por esa razón es mucho más fácil que exista más gente que lo comete y que reincide por falta de condena o porque no se resocializa. En Cali se cometen alrededor de 1100 homicidios al año frente a los 21.000 hurtos registrados, de los cuales se estima que solo se denuncia el 50 %, esto permite ver que los robos son una problemática que no para”, puntualizó Galindo.
La lista continúa con el concierto para delinquir que cuenta con 5058 casos y la fabricación, porte o tenencia ilegal de armas de fuego, accesorios, partes o municiones con 1805.
Frente al mercado de armas ilegales existe una gran incertidumbre, para los expertos es cuestionable que no se han visto mejoras con el Decreto 417 de 2021 que fue expedido hace poco y que regula el uso y porte de armas traumáticas.
“Colombia tiene uno de los mercados de armas más grandes de América Latina, pues al ser el principal productor de cocaína a nivel mundial se incrementa el número de estructuras de crimen organizado y por ende un aumento de todo tipo de armas utilizadas con fines delictivos”, aseguró Rosanía.
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En los últimos lugares del top 10 se encuentran la extorsión, con
1378 casos de reincidencia; lesiones personales con 1299; violencia intrafamiliar, con 1039 reportes y la fabricación, tráfico, tenencia de armas o munición de uso privativo de las Fuerzas Armadas con 1030 casos.
Aunque estos delitos se ubican finalizando la lista representan un impacto social muy alto, son unos de los más complejos y que más aquejan a los ciudadanos colombianos.
“En el caso de la violencia intrafamiliar que, aunque presenta una cifra menor, el aumento en la época de pandemia fue innegable y simboliza una negativa, sobre todo en los procesos de construcción ciudadana”, expresó Rosanía.
En los datos obtenidos por el Inpec se logra evidenciar que los hombres son más propensos a cometer y reincidir en los actos delictivos. Las cifras arrojan que 53.295 de los casos, es decir el 93 % pertenecen a los hombres, y 3488 a las mujeres reincidentes.
“Esto podría deberse a la exposición a factores de riesgo que es mucho mayor en hombres que en mujeres. En Colombia el conflicto armado y las estructuras criminales involucran más a los hombres y eso sin duda se ve reflejado en que las mujeres sean minorías en las cárceles y en la comisión de delitos”, aseguró Galindo.
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El delito de concierto para delinquir ocupa el quinto lugar de la lista de los 10 delitos con mayor reincidencia con 5058 casos, según el Inpec.
Hacinamiento en las cárceles
Una de las mayores preocupaciones del Inpec sigue siendo el hacinamiento en los centros penitenciarios, pues de acuerdo a las cifras, hasta diciembre de este año la población intramural es de 98.081 personas, cifra que representa una sobrepoblación de 15.755 reclusos, teniendo en cuenta que la capacidad máxima para los presos es de 82.296 significaría un hacinamiento del 19,14%.
Frente a la situación por género dentro de las cárceles, hay un total de 91.198 hombres recluidos en los más de 120 establecimientos carcelarios del país. Por otro lado, los centros penitenciarios reportan un número de mujeres recluidas mucho menor, pues solo hay 6883 reclusas.
Pese a que estas personas se encuentran privadas de la libertad, los delitos dentro de las cárceles son una problemática que sigue creciendo. Tan solo el número de casos en hurto llega a los 8776, la fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones cuenta con 5772 casos y el tráfico de estupefacientes con 5375. La extorsión y las lesiones personales son también delitos comunes.
“Las cárceles tienen un problema de gobernabilidad muy serio que está ligado a la saturación del sistema. La extorsión desde las cárceles se ha vuelto un delito común en regiones como el Valle del Cauca, pero como rara vez se denuncia, es poco lo que se hace contra ese delito. El Inpec es una entidad que requiere reformas desde hace mucho tiempo porque está muy permeada de corrupción e irregularidades”, precisó Galindo.