Punto o lugar que está en medio, más o menos equidistante de los límites o extremos. Así define la Real Academia de la Lengua Española la palabra centro.
Y así es allí donde quieren ubicarse o mostrarse muchos de los actuales aspirantes a ocupar la Presidencia de la República: lejos de la izquierda comunista y lejos de la derecha fascista.
Por eso, la bandera del centro parece haberse convertido no solo en la mejor propuesta de gobierno sino en motivo de disputa entre quienes hasta hace poco se decían cercanos.
¿Qué tan auténtica es esa posición? ¿La entienden los electores? ¿Hay ‘cama pa’ tanta gente’ en el centro? ¿Qué consecuencias puede traer esa tendencia para los candidatos y para el país?
Preguntas como estas son las que se están haciendo politólogos y analistas mientras que, en sus mensajes a través de las redes sociales y entrevistas a medios de comunicación, la gran mayoría de quienes quieren convertirse en inquilinos de la Casa Nariño aseguran que representan el centro.
“En ninguna democracia existe un centro absoluto. Siempre es centro derecha o centro izquierda, pero no existe una organización que sea puramente de centro. No tendría ninguna orientación política o definida frente a algún tema”, explica el sociólogo Carlos Charry, docente de la Universidad del Rosario.
Y continúa: “Por eso es normal lo que está pasando, que existan diferentes tendencias que aspiren a cooptar la mayoría de esos electores de carácter indeciso, que en algunos temas pueden identificarse con cuestiones más social demócratas, como el estado de bienestar, pero que en cuanto a temas como el aborto, sean más moderados”.
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Precisamente una manera de ‘ganarse’ esos indecisos es, como lo están haciendo varios de los actuales aspirantes, no inscribiéndose en un partido ya reconocido, sino recurriendo a la recolección de firmas para tratar de mimetizar en un lenguaje de centro su trayectoria anterior y sus previas inclinaciones a la izquierda o la derecha.
Y ahí es donde los analistas ubican, por ejemplo, el rifirrafe que esta semana protagonizaron dos firmes candidatos a la Casa de Nariño: Alejandro Gaviria y Federico Gutiérrez. El primero, proveniente del liberalismo, y el segundo, electo por la U, cuando el partido seguía la línea de Álvaro Uribe.
“En estas últimas tres semanas yo he notado que te has movido a la derecha, que ahí estás, y yo creo que tenemos la responsabilidad de ser claros con los ciudadanos, de decir claramente lo que representamos”, le contestó el exministro de Salud en el Gobierno Santos al exalcalde de Medellín.
Esto ante un video en el que Gutiérrez dijo de Gaviria: “Uno no puede ir por la vida cambiando o acomodando las cosas sin criterio y con cálculo político, según le convenga”, en alusión a que este lo había atacado. “Que yo era una especie de facho porque me preocupaba por la seguridad”, agregó en entrevista con Caracol Radio.
Lo cierto es que, como si fuera necesario, unas palabras del exrector de la Universidad de los Andes dejaron en claro el motivo real del enfrentamiento: “Tengo la convicción de que solamente un presidente de centro puede unir a Colombia y puede poner en práctica la agenda reformista, de equidad, que necesita el país, que responda a las necesidades más sentidas de la gente”.
"Si el centro no logra unirse, ese voto va a llegar súper fragmentado a la primera vuelta y difícilmente van a poder pasar a segunda vuelta": María A. Arboleda,
docente y consultora.
Y tan irrebatible parece esa convicción, que desde la Coalición Esperanza, que antes le había hecho guiños, también le lanzaron duros dardos.
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“Alejandro Gaviria y yo tenemos orígenes y maneras distintas en la política. Yo no vengo de un partido político tradicional, él ha tenido el apoyo de César Gaviria y el Partido Liberal. Estamos recorriendo caminos diferentes”, dijo Sergio Fajardo, tal vez el líder más visible del colectivo en el que también están Jorge Robledo, Juan Manuel Galán y Juan Fernando Cristo.
De hecho, este último tampoco se quedó callado: “En la Coalición de la Esperanza es bienvenido Alejandro Gaviria, pero no cabe sino un solo Gaviria, no dos, ni mucho menos tres. No se puede estar en la Coalición y al mismo tiempo con el partido del César, porque eso ya ni es Partido Liberal”.
Ante el tira y afloje, la consultora en Comunicación Política María Alejandra Arboleda pone el acento en el actual contexto del país, resaltando que es uno de los elementos que más influye en la toma de decisión del voto.
“Nos enfrentamos a un escenario dónde la ciudadanía está muy cansada de los políticos y de la política, no encuentran soluciones a sus principales problemas y hay un cansancio de ver esa pelea de cada uno de los extremos. Entonces, la gran pregunta que tenemos que hacer es qué están buscando los colombianos en el próximo Presidente y quién representa eso que ellos quieren”, anota la docente.
Y plantea que los colombianos están buscando “nuevos liderazgos, nuevas formas de hacer política y un líder en el cual puedan recobrar un poco la confianza de que sea alguien que efectivamente pueda llegar a solucionar sus problemas y sus dolores profundos”.
Ese fue el mensaje que quiso transmitir La Esperanza, la coalición que ‘picó en punta’ hace varios meses. Sin embargo, las divisiones internas que la Alianza Verde no termina de resolver entre quienes quieren seguir inscritos en ella y quienes desean sumarse al Pacto Histórico (la alianza de la izquierda) dificultaron ese despegue y afectaron la contundencia que quería proyectar esa confluencia de fuerzas de centro izquierda, aseguran expertos.
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Pero también es el argumento que esgrime la Alianza de las Regiones, conformada después por varios exgobernadores entre los que se cuenta la vallecaucana Dilian Francisca Toro.
“No queremos estar en ninguno de los dos extremos, ni en la izquierda ni en la derecha, sino pensar en la gente y cómo solucionarles los problemas a las comunidades, cómo lograr que puedan cumplir sus anhelos”, sostiene la también directora del Partido de la U.
Y aunque no se ha conformado oficialmente, pese a que desde marzo han sostenido reuniones con ese fin, se habla de una tercera coalición, que apuntaría más a la centro derecha y reuniría a Gutiérrez con los también exalcaldes Enrique Peñalosa (Bogotá) y Alejandro Char (Barranquilla).
“Yo espero ser quien lidere esa candidatura, pero también creo que se necesitan alianzas, porque lo que importa es Colombia, no el nombre de quien llegue a la Presidencia. Quienes compartimos unos principios fundamentales de democracia, de la necesidad de generar empleo con más empresas, estamos dispuestos a unirnos”, le dijo Peñalosa en días pasados a El País.
"Todos los candidatos, incluso el propio Petro, si no hacen las alianzas necesarias desde ahora, no van a poder asegurar nada en un futuro": Carlos Charry, sociólogo y docente.
Y añadió: “Hay que tener en cuenta que en este momento hay dos extremos: por un lado Petro, y por el otro lado el Centro Democrático y el uribismo. Y entre esos dos hay candidatos con los que se podría hacer equipo, como Federico Gutiérrez, efectivamente, pero también Alejandro Gaviria, Juan Manuel Galán, incluso Dilian Francisca Toro”.
En efecto, durante las últimas semanas se ha intensificado un ‘coqueteo’ entre distintos candidatos a la Presidencia, pero especialmente dirigido a dos nombres: Galán y Gaviria, lo que lleva a pensar a algunos analistas que podría darse una reconformación de las coaliciones ya existentes.
“Creo que tenemos que hacer una nueva unión, diferente a la Coalición Esperanza. Creo que podría estar Galán, que es más de centro centro, pienso yo”, sostiene, por ejemplo, Toro, quien igualmente menciona a Gutiérrez, a Peñalosa y a Gaviria, que “también es de ese talante del centro”.
Por ello, el sociólogo Charry percibe este momento de la campaña así: “Lo que los candidatos están haciendo es tanteando el terreno para ver con quiénes se van a consulta, y eso implica una especie de juego de ajedrez o de dominó, porque si me voy en una coalición puede ser que maximice mis posibilidades de llegar o las dificulte o las retrase o las impida, si me mido con un candidato fuerte”.
Pero alerta en el sentido de que la ‘lluvia’ de aspirantes que hay puede generar un desgaste, “porque la gente no sabe en últimas quiénes son los que van y qué propuestas tienen, y una campaña presidencial se fundamenta no tanto en el candidato sino en las propuestas”.
Por eso hace un llamado para que las alianzas se concreten pronto, en lo que coincide con la consultora Arboleda, quien enfatiza que deben hacerse antes de marzo próximo, cuando tendrán lugar las consultas interpartiditas.
“En conclusión, yo creería que es muy importante que el centro o los candidatos que están luchando por ese centro dejen a un lado esos egos y esas peleas internas y se pongan de acuerdo para poder llegar a una segunda vuelta. Porque lo que hemos visto normalmente es que las coaliciones se hacen para segunda vuelta, pero acá van a ser muy importantes desde la primera vuelta”, asegura la docente.
Encuentro
Luego del rifirrafe que sostuvieron durante la semana, el viernes los candidatos presidenciales Alejandro Gaviria, Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo coincidieron en Cartagena, durante el Congreso Nacional de Comerciantes.
Pero en lugar de alimentar las diferencias, optaron por tomarse una foto en la que ven abrazados.
A propósito, Gutiérrez dijo en broma que era la primera vez que lo dejaban ubicarse en el centro.