Como una mujer disciplinada, con vocación de servicio y entregada a la comunidad, se define Rosa Moreno Ortega, una caleña (nació en Bogotá, pero se crió en Cali y se siente de esta tierra) que encontró en la docencia el mejor camino para formar a las futuras generaciones.

Su padre, Manuel Belisario Moreno, economista y contador de la Universidad Nacional, y su madre, Fabiola Ortega de Moreno, bacterióloga de la Universidad Javeriana, le inculcaron siempre que la educación es el pilar más fuerte para alcanzar los sueños.

Es por eso, que en 1991 decidió estudiar administración de empresas en la Universidad del Valle, donde sobresalió por trabajar en temas de investigación.

Una vez terminada su carrera, en 1996, se fue de vacaciones a Estados Unidos, sin saber que su vida tomaría un rumbo distinto. Fascinada por los paisajes y la vida americana, se instaló en este país para seguir creciendo, personal y profesionalmente.

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Mientras vivía en casa de unos amigos de sus padres en Miami, comenzó a tomar clases de inglés en bibliotecas públicas y alternaba su tiempo para trabajar en una fábrica empacando productos en tiempo récord. De este lugar recuerda el impacto social que le causó, pues las condiciones climáticas y laborales se volvían insoportables para una mujer que apenas empezaba a enfrentarse a un mundo nuevo.

“Llegar a Estados Unidos a experimentar una cultura diferente y con poco conocimiento del inglés fue todo un reto. Sin embargo, siempre tuve el apoyo y la motivación de mis padres, para seguir abriéndome camino en este país y por eso me siento agradecida por todo lo logrado”, sostiene la profesional. Posteriormente, empezó a laborar en Body Wrappers, una empresa donde se desempeñó como asistente de producción y luego, como costumer service, ocupaciones que según ella se adecuaban más a su perfil y le permitió tener cierta estabilidad económica.

En ese entonces, su jefe era un judío-americano sensible al factor humano y fue allí donde le dieron la oportunidad de ingresar a la Kean University, donde se graduó de Mercadeo, para nivelar sus estudios de administración de empresas.

Es la segunda de tres hermanos y llegó
a Cali cuando tenía 8 años de edad. Estudió en el Colegio De La Sagrada Familia y su padre ha sido una de sus grandes inspiraciones en la vida.

Maestra por vocación

Rosa creció en el seno de una familia entregada a las causas sociales. Este ejemplo, infundado por sus padres, fue lo que la llevó a capacitarse como profesora de español y así comenzar un camino lleno de aventuras, lecciones e historias que la hicieron enamorarse más de la enseñanza.

A pesar de haber estudiado algo diferente a la pedagogía, cuando la docencia toco a su puerta, lo hizo en la Escuela Pública # 24 del distrito de Jersey City, donde asumió el rol de profesora de su idioma natal. Allí, sus estudiantes provenían de hogares disfuncionales, y en muchos casos con faltas de afecto y atención.

Llena de valor se entregó por completo a este desafío y se propuso crear nuevas dinámicas que le permitieran acercarse más a ellos, a su forma de vivir y a su contexto. Así, el Rap y el Hip Hop se convirtieron en sus aliados de clase y en la manera más efectiva de poder compartir con los estudiantes sus conocimientos, pues a través de rimas y composiciones, con esta base musical logró que ellos se acercaran más al idioma y así aprenderlo de manera más lúdica y divertida.

Poco a poco, la colombiana identificó que entender a los menores a través de sus gustos musicales e incluso del arte y la cultura, era el camino para incentivar la importancia de la educación y el aprendizaje. Con el tiempo, en eventos multiculturales, eran sus estudiantes quienes se destacaban por crear rimas y canciones en español, con las bases y el sonido de esta música que tanto cautiva al estadounidense. Igualmente, como una forma de homenajear sus raíces les enseñó sobre salsa y cumbia, otro punto a favor que encantó a toda la comunidad estudiantil.

Su tenacidad, capacidad creativa y organización, la convirtieron en un ejemplo de liderazgo para toda la escuela y es por eso que en el 2016 fue nombrada como la ‘Maestra del año’ siendo la primera docente de español en la institución en recibir este reconocimiento. Dicho aval, la motivó a seguir apostándole a la educación diferencial de alta calidad. Además, se graduó de un máster en Lenguas y Culturas Españolas de la Universidad de Salamanca en España.

Con este título y toda su experiencia llegó al Institute Infinity, el segundo mejor bachillerato de la ciudad. Lugar donde una vez más fue nombrada como la Maestra del año del periodo 2020-2021. Allí continúa dando clases de español en grados sexto y doce.

Actualmente es la presidenta de las escuelas públicas de Elizabeth, New Jersey, donde hay una población de 28.088 estudiantes y un presupuesto de 517 millones de dólares. Ella es la única oficial electa en la ciudad, una posición importante que le permite ayudar a las personas y motivarlas. Una labor que realiza sin recibir ninguna remuneración económica.

Educación sin fronteras

Para Rosa, la pasión que siente por enseñar es una de las fuerzas que la mueve para seguir expandiendo sus conocimientos. Por eso, gracias a su perseverancia y experiencia, fue merecedora de la beca Fullbright, una organización que envía profesores estadounidenses a diferentes partes del mundo para que compartan sus saberes, metodologías y experiencias. En su caso, será enviada a Bogotá.

 Así entonces, lo que pretenden es que especialistas del campo de la educación preescolar, básica y media,  puedan apoyar un proyecto específico  de educación y desarrollar distintas estrategias que fortalezcan los programas académicos de estos centros de estudio.   Fullbright le otorgó a Rosa un estipendio para cubrir todos sus gastos de sostenimiento como: hospedaje, alimentación, transporte local y gastos de instalación.

Ella estará apoyando estos procesos en la escuela La Felicidad en Bogotá del 28 de junio al 6 de agosto de este año, donde espera dejar su huella a través de charlas, talleres y seminarios que le permitan a la comunidad estudiantil conocer y entender mejor las metodologías que se desarrollan en el país norteamericano.  

“Llegar a Colombia y hacer eco de mis conocimientos, es una forma de contribuir al desarrollo y progreso que tanto anhelamos los connacionales que vivimos en el extranjero. Siempre soñé con esto y ahora que pronto se hará realidad espero seguir haciéndolo en otros lugares donde me permitan compartirlo” enfatiza Rosa, quien asegura que por cuenta propia ha sido difícil poder concretar algo con los gobiernos locales, para compartir su experiencia. Por eso espera que esta oportunidad le abra más puertas y así llegar a otros escenarios del país a dar cuenta de lo aprendido, sin ánimo de lucro.

Rosa dice extrañar de Cali, la alegría, la calidez humana y la espontaneidad de su gente. De ahí que el regresar a Colombia, significa para ella, reencontrarse con la cultura e idiosincrasia de un país que, a pesar de las adversidades, aún sigue sonriendo. Es así como llena de esperanza espera seguir formando a personas talentosas y con habilidades únicas "para nutrir al planeta de seres más bondadosos, creativos y capaces”.

Su método innovador de enseñar la
ha llevado a realizar seminarios en distintos estados de EE.UU. de educación diferenciada. Una de sus metas es escribir un libro con su trayectoria profesional .

Camino que motiva

La maestra se ha destacado en escenarios políticos del estado de New Jersey. El primer cargo lo obtuvo por votación popular, logrando convertirse en representante del barrio. Bajo este rol, realizó distintas jornadas para animar el parque de la zona e implementar clases de bailes y demás actividades para el disfrute y la recreación en familia.

Gracias a su desempeño, tiempo después, ganó el comisionado de educación de Elizabeth, con una impecable campaña política, que la hizo merecedora del cargo.

Así también, este año fue nombrada como Presidenta del Distrito escolar de Elizabeth, del estado de New Jersey. Vale aclarar que todos estos cargos los asumió sin remuneración económica.

Además, su amplia trayectoria la ha hecho merecedora de premios como: Elizabeth City Community Award 2016 , Jersey City Public Schools, Teacher of Year, 2015-2016 , Teacher of the Year
2021-2022 Infinity Institute, reconomiento Orgullo Colombiano del consulado de Newark en Estados Unidos.