Los aspirantes a la Alcaldía de Cali están preocupados porque coinciden en que al próximo Gobierno “la olla le quedará raspada”.

El campanazo de alerta lo dio el actual concejal Roberto Ortiz, quien en una entrevista con El País hizo cuentas: “La Administración Armitage dejó una deuda de $550 mil millones y el alcalde Ospina hizo un empréstito de $650 mil millones, y eso suma $1,2 billones que deben los caleños a los bancos”.

El también cabildante Juan Martín Bravo agregó: “el Municipio tiene un presupuesto de $4 billones, de los cuales $700 mil millones son de libre destinación para invertir. El problema es que la deuda se empieza a pagar en el 2024, lo que implica que van a quedar $520 mil millones para poder hacer financiar los programas”.

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A ese panorama, Alejandro Eder, quien igualmente aspira a suceder en el cargo a Jorge Iván Ospina, suma que “el acuerdo de salvamento del MÍO deja comprometido el recaudo de la sobretasa a la gasolina y en la práctica será como tener otra deuda”.

Ante esto, Bravo dice que “lo que tendría que hacer el próximo Alcalde es reperfilar la deuda para poder tener un poco más de administrativa financiera”, mientras que Eder plantea que una de las prioridades deberá ser “encontrar alternativas que liberen recursos para invertir y permitan aumentar el recaudo, sobre todo, por el lado de Industria y Comercio, aunque hay alternativas como los recursos que se podrían obtener con la declaración de Cali como Zomac (Zonas más afectadas por el conflicto armado)”.

A su vez, la exconcejala Diana Rojas propone: “desde la confianza institucional, mejorar el recaudo, así como los incentivos para la cooperación internacional. Por otra parte, trabajaremos para establecer nuevas fuentes de financiación que se incluirán en el Plan de Desarrollo, la renegociación de la deuda, garantizando la sostenibilidad financiera del Municipio y avanzaremos en el fortalecimiento de alianzas público privadas para infraestructura física y desarrollo social de Cali”.

Entre tanto, la exrepresentante Catalina Ortiz resalta que los dos créditos asumidos por la actual Administración “son bastante irresponsables en términos de no saber en qué se va a gastar la plata ni con qué nivel de transparencia hacia la ciudadanía. O sea que tenemos un problema de finanzas públicas, pero también tenemos un problema de transparencia alrededor de la utilización de las mismas”.

“Es vital que el próximo Gobierno local maneje con transparencia el erario y respete los recursos de la ciudad, que no son del Alcalde ni de los secretarios, sino de todos los ciudadanos”, dice el exministro de Justicia Wilson Ruiz, quien añade que “el nuevo Alcalde no tendrá dinero para inversión en obras, pero yo tengo la fórmula para traer inversión extranjera y aprovechar recursos del orden nacional para hacer la transformación que Cali necesita”.

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En ese sentido, la exdiputada del Valle Juanita Cataño plantea que “se debe acudir a la figura de los recursos por convenios internacionales y que el Gobierno Petro incluya en el Plan Nacional de Desarrollo proyectos que posibiliten la culminación de la troncal de oriente, la vuelta de occidente y el fortalecimiento a la educación y salud”.

Agrega que “se debe acudir a mantener un buen desempeño en el pago de la deuda, generar dinámicas que promuevan el incentivo tributario y la recuperación de la economía local por medio de programas que fortalezcan el emprendimiento, el turismo, la gastronomía y la industria”.

“Llevamos dos periodos consecutivos con empréstitos y préstamos para poder responder a las necesidades urgentes. En ese orden de ideas, debemos ordenar la casa en el primer año, renegociar la deuda y priorizar las necesidades que consideramos urgentes”, manifiesta la concejala Ana Erazo.

Y añade: “Buscar fuentes de financiación externas y que desde la Nación nos apoyen con proyectos estratégicos para seguridad, el tren de cercanías y luchar contra el hambre en la ciudad. Sin descartar buscar recursos de la banca, pero sin la irresponsabilidad de algunos de solicitar los préstamos y no terminar de ejecutarlos ni de entregar las obras que los sustentaron”.

A su vez, la exsecretaria de Salud Municipal Miyerlandi Torres considera que “es necesario tener las cuentas claras sobre la capacidad de endeudamiento que tiene actualmente el Distrito y conocer las inversiones realizadas con los empréstitos anteriores y las inversiones que se han hecho en esta Administración”.

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Y el exfiscal Elmer Montaña señala que “el saqueo a los recursos públicos mediante la contratación irregular más la nómina paralela y el endeudamiento del Municipio mermarán la capacidad de inversión social del próximo Alcalde. Ospina perdió el sentido de las proporciones y poco le importa dejar la ciudad en ruinas”.

De su lado, el exgerente de Telemedellín Deninson Mendoza manifiesta que “a Cali no le podemos salir con el cuento de que no hay plata para trabajar. Uno de los más grandes retos que tendrá el próximo alcalde será recomponer la inversión en grandes proyectos para la ciudad”.
Y el arquitecto David Millán menciona la austeridad en el gasto público y “los abonos a obligaciones crediticias, aprovechando negociaciones con la banca pública y ajustes a las tasas de interés de la banca privada”, entre las acciones que emprendería para recuperar las finanzas del Municipio.

De igual forma, el exsecretario de Paz de Cali Danis Rentería considera que “los problemas sociales y económicos que tiene nuestra ciudad nos superaron como institucionalidad y por eso tenemos que acudir a recursos nacionales e internacionales para poder seguir trabajando los proyectos y los programas de Gobierno que queremos para nuestra ciudad”.

Finalmente, el abogado Hernando Morales plantea que “es importante estructurar proyectos para conseguir recursos para inversión, tanto nacionales como departamentales e incluso para obtener ayudas internacionales. De verdad toca hacer un gran esfuerzo financiero para poder apalancar y sacar adelante grandes obras de inversión para beneficio de la ciudad”.