Cerca de cinco semanas han pasado desde que en Cali empezó a regir la medida de pico y placa durante 14 horas y, a pesar de que alrededor del 20 % del parque automotor ha salido de las calles, la ciudadanía ya asegura que la medida no funciona.

Jhony Rangel, vocero de los taxistas en la ciudad y director de la Mancha Amarilla, explicó que la restricción funcionó muy bien durante los primeros días, pero después la congestión y los embotellamientos volvieron a ser el paisaje en las vías de Cali.

“Esto ha pasado porque en los primeros días no se estaba dando lo del pago por congestión, que pueden hacer las personas, pero ahora se ve que sí hay quienes han decidido pagar porque tenemos otra vez estos tremendos trancones”, sostuvo Rangel.

El director de la Mancha Amarilla agregó que “la Alcaldía y la Secretaría de Movilidad tienen que tomar la decisión de quitar ese pago o elevarlo bastante para que no todas las personas opten por cancelarlo”.

La tasa por congestión permitió que 4511 vehículos estuvieran exentos del pico y placa en julio. Para agosto, la cifra ascendió a 7236 y ya en septiembre son, en total, 11.955 los vehículos que pueden circular por la ciudad sin importar qué números indique la restricción del pico y placa.

Este aumento del número de personas que pagan por transitar, ha hecho que la descongestión no se sienta del todo. De hecho, algunos expertos consideran que la medida podría quedarse corta en cuanto a resultados.

“La mejora en la movilidad realmente se ve en el periodo comprendido entre las 10 a.m. y las 4 p.m., es decir, en las horas de menor demanda, pero para las horas pico la congestión sigue siendo igual”, resaltó Carlos David García, experto en movilidad y transporte.

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García declaró que la medida por sí sola no es suficiente para combatir la gran cantidad de vehículos que están saliendo a las vías y que provocan las congestiones.

“Es necesario implementar estrategias complementarias para que la iniciativa sea más eficiente. Algunas serían el control de estacionamientos en vías principales, ajustes de tiempos semafóricos en intersecciones, control de paradas para el transporte público colectivo y desde la gestión pública pueden establecerse horarios de ingresos diferenciados y estímulo de uso de transporte escolar para zonas de colegios”, dijo.

Conductores que salgan en su vehículo teniendo pico y placa deberán pagar una multa de 15 SMDLV, es decir, cerca de $500.000. También podría haber inmovilización.

Por otro lado, el pico y placa extendido también buscaba disminuir los niveles de contaminación en el aire de la ciudad. Desde la Alcaldía han asegurado que ya se pueden ver algunos resultados al respecto.

Wilson Salas, funcionario del Sistema de Vigilancia de Calidad del Aire de la Administración, sostuvo que “Cali venía en un aumento en los niveles de contaminación del aire. La experiencia de los últimos años nos dice que son los vehículos y otras fuentes móviles las que nos están generando estos niveles de contaminación. Con lo que hemos visto, hasta el momento, podríamos decir que la medida sí está funcionando y ha mejorado la calidad del aire en Cali, es lo que nos dice la evidencia de este último mes”.

También detalló que los niveles de contaminantes en el aire en el pasado mes de agosto ya fueron considerablemente menores a los reportados en el mismo mes de los años 2018 y 2019. “En 2020 y 2021 las cifras son todavía más bajas, pero eso es por la paralización que provocó la pandemia y después el estallido social”.

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El funcionario explicó que continuarán las labores de monitoreo para dar una conclusión significativa, después de que transcurran algunos meses, y decir si la medida del pico y placa extendido ha ayudado a disminuir la contaminación en algún porcentaje o no.

Sin embargo, desde la Fundación Tangara, que trabaja creando conciencia sobre la calidad del aire en Cali y además la monitorea, no ven con tanta claridad esa mejoría de la que hablan los funcionarios de la Alcaldía.

“La medida necesita más tiempo para evaluar su impacto en el mediano y largo plazo. Realmente no tenemos datos que concluyan si hay mejora alguna gracias a la medida de pico y placa por tantas variables que se juntan”, manifestó Andrea Bernal, vocera de la fundación.

Entre esas variables se encuentran otras fuentes de contaminación como incendios, quemas de cultivos de caña y cocinas con carbón y leña en diferentes puntos de la ciudad.

A pesar de no tener cifras claras al respecto, desde Tangara también consideraron que debe haber medidas complementarias para obtener un verdadero impacto.

“Puede ser promover muchas actividades de educación en movilidad sostenible, esto podría hacer una gran diferencia, pero en el mediano o largo plazo porque ahora es muy pronto”, complementó Andrea Bernal.

En el Concejo Distrital también se analizó el pico y placa ampliado. El vicepresidente de esta corporación, Harvy Mosquera, fue severo en afirmar que la medida no es la solución a la congestión que vive la ciudad, y expresó que se requieren estrategias más profundas para una sociedad como la nuestra.

“Lo que hoy vemos es anarquía en las vías de Cali. La solución debe ir más allá de la restricción. Los ciudadanos queremos ver en marcha proyectos que generen un impacto trascendente, como la Semaforización Inteligente, el Tren de Cercanías y la pavimentación de nuestras calles”, en los que la ciudad presenta rezago.