El 70 % de la población de la región pacífica del país vio afectada su situación económica y la de su familia por la violencia ocurrida en el marco del Paro Nacional de 2021.
Así lo aseguró la Gran Encuesta contratada con la firma Yanhaas por El País, RCN Noticias, RCN Radio, NTN24, La FM, La República, El Colombiano, El Heraldo, El Universal, Vanguardia y La Patria (ver gráficos).
De acuerdo con el estratega político Álvaro Benedetti, la alta cifra “tiene sentido, fuimos uno de los epicentros del Paro Nacional. Todo tiene que ver con un clima de percepciones y de zozobra que hay en la ciudadanía, especialmente por el impacto de las concentraciones. Eso no se ha borrado de la mente”.
A esto, el también analista político Jhon González agrega que pudo incidir “el grave deterioro de la situación de orden público en Valle, Cauca y Nariño, la huída de inversionistas, las ocupaciones de tierra en el Cauca y la falta de garantías para la inversión, las extorsiones, los cultivos ilícitos y la presencia de grupos ilegales”.
Según la medición, después de la región Pacífica las más afectadas fueron la Caribe y la Central Oriente, ambas con 57 %. Con 48 % la de Antioquia-Eje Cafetero y Bogotá.
Pese a las preocupaciones económicas de los colombianos tras la pandemia y el paro, la mayoría (46 %) se sienten optimistas sobre el futuro.
Centrándose en Cali, Benedetti explica que “en términos económicos, es notable que no hemos podido recuperar la gobernabilidad ni la soberanía territorial” ni la autoridad “por parte de la Alcaldía”.
Pero no fue solo lo ocurrido durante el estallido social lo que puso en aprietos la situación económica de los colombianos, también la pandemia.
Y, en consonancia con el anterior punto, la Gran Encuesta arrojó que las mayores preocupaciones que tienen actualmente los colombianos continúan siendo, como el año anterior, la economía, la corrupción, la inseguridad y el desempleo. “Temas en los que la opinión pública peor califica el desempeño del Gobierno Nacional”, indica González.
“Sin embargo, a pesar de los atentados de los grupos armados ilegales y del ELN por posicionar una mesa de negociación política con el Ejecutivo, la situación de orden público o de confrontación armada no es de las preocupaciones mayúsculas de los colombianos”, agrega.
Como un ‘empate’ califica Benedetti el hecho de que el 50 % de los colombianos encuestados manifiesten que sí se han visto afectados por la presencia masiva de la población venezolana en el país, mientras que un 49 % responda negativamente a la cuestión.
“Esa bipolaridad del resultado deja entrever que no hay una afectación tan real, y tiene mucho qué ver con cómo percibimos el problema de compartir el espacio y cómo interactuamos con ese fenómeno”, puntualiza.
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“Es una cifra que contrasta con el rechazo y las protestas que ha habido en otros países, como Chile y Perú, por la presencia masiva de venezolanos y de los esfuerzos económicos y fiscales que hay que hacer para acogerlos”, indica, por su parte, González.
No obstante, más de la mitad de los colombianos sienten, de acuerdo con la medición, que el país está en riesgo de terminar como Venezuela política, social y económicamente.
“Si uno lo mira desde el punto de vista institucional, no estamos muy diferente, aquí también hay concentración de poderes y aquí también hay unos indicadores de pobreza muy altos, posiblemente en Venezuela los son más”, precisa Benedetti.
La Gran Encuesta también indagó la opinión que tienen los colombianos sobre la despenalización absoluta del aborto, caso que, pese a estar discutiéndose actualmente en la Corte Constitucional, cuenta con el 68 % de desaprobación.