La Toyota Tx de la madre de Gabriela Tafur, señorita Colombia, que fue robada el pasado miércoles en el sector del Parque del Perro y recuperada ese mismo día en Yumbo, solo es uno de los 713 vehículos (473 motos incluidas) que la Policía Metropolitana ha rescatado en lo corrido del año en Cali.
Pero esto solo corresponde a la mitad de los automotores robados en la capital vallecaucana, que en total han sido 1567, según los indicadores más recientes de la Fiscalía, con corte al 18 de septiembre.
De acuerdo con un miembro de la Sijín dedicado a la investigación de hurto de vehículos, la mejor forma para dar con el paradero de estos objetos es que tengan instalados dispositivos de geolocalización, GPS.
Lea además: Robo de carros mantiene alerta por inseguridad en San Fernando
“Hay sistemas que detectan la ubicación en 15 o 20 minutos, mientras otros que se llegan a tardar hasta 8 horas. Son dispositivos que pueden costar entre los $200.000 y $500.000 en el mercado colombiano”, anotó.
¿Pero pueden saber los ladrones cuáles vehículos cuentan con estos aparatos y cuáles no? ¿Tienen herramientas para determinarlo? No, según el investigador de la Sijín.
“El modus operandi de ellos consiste en que luego de robar un vehículo, lo dejan parqueado en otro punto de la ciudad, en una bahía, por ejemplo, lejos de donde ellos se encuentren para evitar ser capturados. Esperan ocho o nueve horas y si ven que las autoridades no lo han recuperado, se lo llevan. Así es como se dan cuenta si el vehículo tiene un dispositivo GPS o no”, aseguró.
Pero en cuanto a los conductores cuyos automotores no tienen instalado este sistema, la fuente aconsejó que lo primero que se debe hacer es advertir a las autoridades a los primeros minutos de ocurrido el hecho, porque es ahí cuando se activan todas las alarmas para dar con el vehículo antes de que salga del área metropolitana y sea más difícil su rastreo.
El investigador también advirtió que las unidades residenciales deben tomar medidas de prevención, como instalar cadenas en la zona de visitantes.
“Ya hemos socializado con algunos administradores de esto. En las unidades en donde se han instalado las cadenas no se ha presentado ningún hurto hasta el momento, pues los delincuentes no se atreven a cortarla”, aseveró.
De acuerdo con el miembro de la Sijín, este es un delito que no se comete, por lo general, por individuos como tal, sino por estructuras, dado que se necesita unos nodos compuestos por el que roba, el que recibe el vehículo y el que lo vende.
Y pese a que barrios como El Caney o El Lido, en el sur de Cali, son muy golpeados por este delito al abundar las unidades residenciales con vehículos en sus alrededores, el miembro de la Sijín aclaró que estas bandas no tienen un sitio fijo para operar, dado que recorren la ciudad en busca de una oportunidad, que también suelen encontrar bastante en zonas gourmet de Cali.
Una cifra que llama la atención es que de los 1567 hurtos de vehículos ocurridos hasta el 18 de septiembre, 1321 fueron cometidos bajo la modalidad de halado, que se presenta cuando el dueño deja el automotor en vía pública y el delincuente se lo lleva sin necesidad de usar la fuerza.
“A diferencia de los casos por atraco (183 en total), los de halado son los más frecuentes, porque al ladrón le favorece no toparse directamente con la víctima, que puede llegar a reconocerlo”, aclaró el investigador.
Y en caso de que la banda logre hurtar un vehículo sin complicaciones para ellos, estos puede generar ganancias entre los $1.5 millones, si es gama baja-media, y los $4 millones, si es gama alta. Esto, tras venderlos como autopartes.
“Ellos cambian las placas del vehículo, le alteran su sistema de identificación y lo ‘gemelean’ como si fuera otro automotor ya existente en el país, lo que les evita problemas cuando les piden antecedentes, porque ya aparece un historial limpio de ese vehículo”, explicó.
Por otro lado, destacó que en lo corrido del año se han capturado 21 personas vinculadas a este delito, seis bandas han sido desarticuladas y tres son investigadas hoy para proceder en la detención de sus integrantes.
Otros dispositivos de prevención
Los sistemas de geolocalización no son los únicos útiles para evitar el hurto de vehículos. También hay aplicaciones móviles, como GPS Thunder Shock, de la empresa caleña Self Security, la cual permite encender la moto desde el celular.
A esto se suma la capacidad de grabar conversaciones, neutralizar a los ladrones con una descarga de 2300 kilovatios y avisar de inmediato a las autoridades. “Este es un producto para teléfonos iPhone y Android que no se desarrolló para hacerle daño al ser humano, sino para disuadir al ladrón”, explicó David Agudelo, creador de la aplicación.
Otros productos ofrecidos por empresas también incluyen alarmas y cámaras, así como herramientas como gas pimienta y humo, que se activan cuando el vehículo esté en cero kilómetro y haya sido reportado como robado.