La noticia que conoció a través de los medios de comunicación el pasado Miércoles Santo lo tomó por sorpresa: la Fiscalía le imputaría cargos por presuntas irregularidades en un contrato de sustitución de deuda que suscribió en 2013, cuando era Gobernador de Antioquia.

Lo que han asegurado analistas económicos es que la deuda se adquirió en dólares y era imposible para Fajardo y para cualquier gobernante adivinar cuál sería a futuro el valor cambiario de la moneda.

Aunque el país político, incluidos varios de sus adversarios, advirtieron una posible persecución política tras anunciar un nuevo intento de ir por la Presidencia, Sergio Fajardo confía simplemente en demostrar que actuó con responsabilidad, que prefiere creer que es una “actuación transparente de la justicia” y que tiene el espíritu en paz para arrancar y hacer las cosas bien”.

¿Cómo siente el ambiente de precampaña electoral?

El camino aún es largo, pero siento que en Colombia se está viviendo una especie de angustia electoral, como si las elecciones fueran el mes entrante y aún falta mucho por recorrer. Nosotros estamos construyendo la que hemos denominado la Coalición de la Esperanza que vamos a presentar el próximo 22 de abril y que tendrá dos condiciones: una, generar un cambio por fuera de la rabia y el miedo; venimos trabajando para la consulta de marzo del 2022 y conformar unas buenas listas al Congreso de la República. Y dos, trabajar con los equipos de Compromiso Ciudadano en la propuesta que le haremos a Colombia en la medida en que vamos avanzando.

¿Le sorprendió la noticia de imputación de cargos de la Fiscalía?

No deja de ser una sorpresa que el miércoles antes de Semana Santa, sin ninguna noticia previa, me entere por los medios de comunicación de que la Fiscalía, que después sacó un comunicado en unos términos difíciles de entender, me va a hacer una imputación. Yo hice el propósito en la vida de no dejarme atrapar en la idea de que la justicia en Colombia actúa con intereses políticos. Yo he hecho un esfuerzo muy grande y lo he cumplido a cabalidad de ser respetuoso con las instituciones, de respetar y responder por todas y cada una de mis actuaciones y de no ponerme a especular. Mucha gente ha sido solidaria conmigo y eso me reconforta y me da más energía porque siento que la gente reconoce que soy una persona que respeta y que ha jugado limpio en esta sociedad.

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¿Cree que están tratando de poner una talanquera a su campaña?

Yo me hecho el propósito de creer que esto es una actuación transparente de la justicia; lo que he reclamado para mí y para cualquier persona en Colombia y que además sufre la injusticia en muchas partes ha sido transparencia, las garantías para tener un proceso justo. Que sea un tiempo razonable y que se maneje de manera limpia todo lo que hay detrás de un proceso de esta naturaleza. Ahí estoy yo y ahí voy a responder. Yo sé muchas cosas; me dicen muchas cosas, pero me voy a mantener en esa línea. Cada vez tengo el espíritu más tranquilo y tengo la convicción de que hay que tener una serenidad muy grande para conducir a Colombia. Y si quiero conducir a Colombia dentro de la coalición que estamos construyendo y llego a ser el escogido, tengo que dar ejemplo y no voy a ampliar las heridas. Le voy a apostar a la esperanza, la decencia, la inteligencia y el respeto.

¿Preocupa la desconfianza de los colombianos hacia las instituciones?

La gente en Colombia tiene una desconfianza profunda por las instituciones, por el sistema de justicia, por las autoridades de nuestro país y eso es una calamidad porque cada que haya una actuación de un organismo de control o una decisión en justicia, siempre se piensa ¿qué hay detrás? ¿A quién sirven? ¿A quién piensan atacar? ¿De quién son estas personas? Una sociedad con esa desconfianza está en un problema muy serio y muy grave y lo que me he propuesto con todo estos es que tengo que dar ejemplo. Los que estamos en lo público tenemos un papel de educadores de la sociedad y desde siempre me hecho el propósito de ser respetuoso, pero responder por las actuaciones y no dejarme atrapar por la rabia ni por las agresiones.

Usted prefiere mantenerse al margen de la polarización. ¿Es a eso a lo que le llaman ser ‘tibio’?

De ninguna manera quiero ser parte de la polarización en Colombia. La polarización se convierte en destrucción para la sociedad. Esto es lo peor que nos puede ocurrir porque la polarización se traduce rápidamente en violencia y yo no quiero ser parte de la violencia; yo quiero ser parte del cambio para construir, para avanzar, y eso se llama esperanza. En ese terreno me voy a mantener y me he mantenido; y fíjese usted que se necesita mucha serenidad para pasar por todas estas cosas y no dejarse desviar. De parte mía nunca habrá ninguna incitación a la rabia ni al miedo en Colombia.

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¿Es por eso que no permitieron que llegara Gustavo Petro a la coalición?

En la coalición hemos dicho desde el primer día qué camino estamos recorriendo y nosotros estamos construyendo la convergencia. En este grupo vamos a participar en la consulta interpartidistas de marzo del 2022 y de allí saldrá una persona, que espero ser yo, pero los otros tienen la misma intención. Esperamos que esa persona que nos represente gane la primera vuelta y gane la Presidencia. Es el mecanismo que hemos escogido, es el camino que nos hemos trazado y ese es el que estoy ayudando a construir y que presentaremos el 22 de abril. Es claro que estamos por fuera de los extremos y el camino que hemos escogido es el que necesita Colombia.

¿Cree que hay buen espacio en el país a fuerzas políticas distintas al uribismo o al petrismo?

Hay gente que quiere que eso se mantenga así porque le conviene, pero la gran mayoría de colombianos está por fuera de esos extremos; lo que pasa es que no se expresa, o no se expresa de manera rabiosa, o no se expresa con gritos. Es un público distinto y en ese sentido tengo la convicción de que con la coalición que estamos construyendo vamos a ser esa respuesta y vamos a llevar el debate a la política y vamos a discutir ideas y propuestas. Siempre, donde esté, tenga la certeza que lo haré con respeto y que se puede hacer política sin insultar y sin gritar; no esa idea de que el que insulta es el valiente, no. Esa no es la política que quiero en Colombia.

¿En política es más importante la ideología o los principios?

No creo que sean una dicotomía. La política que yo entiendo siempre arranca con los principios porque son la plataforma sobre la cual nos acercamos a los temas de la sociedad. La convergencia que estamos construyendo va a arrancar presentando esos principios y la forma como vamos a actuar. Cuando usted respeta los principios tiene la certeza de que lleva al gobierno por el camino correcto.

¿Qué tiene de distinto esta coalición de la esperanza a la campaña que lideró hace cuatro años?

Creo que estamos dando un paso muy importante. Nos estamos reuniendo personas con diferentes orígenes, en muchas oportunidades contradictores. Tenemos que aprender en Colombia a trabajar juntos y a buscar un terreno en donde podamos entendernos todos y donde partamos de una base importante que es respetarnos.