El tren del Valle del Cauca sigue varado. El año pasado no se movió un gramo de carga por los 380 kilómetros de vía férrea que conforman la concesión que hoy está en manos de la compañía Ferrocarril del Pacífico (FDP).
Hace unos días esta empresa puso en marcha dos locomotoras que están llevando carga propia y de un tercero entre Cali y Yumbo. Esto ha sido lo más cerca que se ha estado de la reactivación del proyecto, sin embargo, la suerte del tren sigue en el limbo y según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), se está a punto de declarar la terminación anticipada de este contrato de concesión.
En agosto del 2017 cuando la Agencia Nacional de Infraestructura declaró la caducidad del contrato de concesión con la sociedad Ferrocarril del Pacífico por los incumplimientos, gremios y empresarios del Valle del Cauca se pensó que por fin habría una solución definitiva para este corredor férreo.
Pero no fue así. El concesionario presentó un recurso de reposición y un año después se emitió una nueva resolución (1414 del 2018) en la que, aunque se declaró nuevamente el incumplimiento de las obligaciones de la Sociedad Ferrocarril del Pacífico, se revocaron los artículos que declaraban la caducidad del contrato y las sanciones que habían sido impuestas.
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“El contrato sigue, pero la ANI empezó un proceso de terminación anticipada y nos dieron seis meses, hasta enero, para empezar operación y llegar a un acuerdo. En este momento estamos en eso”, dijo Gustavo Giraldo, gerente del FDP.
Según el directivo, el 16 de enero reiniciaron operaciones, están moviendo dos locomotoras entre Cali y Yumbo. Su propósito es quedarse con la concesión y volver a operar todo el corredor ferroviario desde Buenaventura y hasta Tebaida.
Desde los gremios del Valle del Cauca se busca que la Agencia Nacional de Infraes-
tructura, ANI, estructure una nueva concesión que sea realmente competitiva.
Para ello, dice que tienen un plan maestro que fue presentado a la Superintendencia de Puertos y Transporte y que, además, cuentan con empresas y potenciales inversionistas interesados en el tren.
“No nos hemos quedado quietos, la infraestructura y los equipos se han mantenido. Se han invertido $1500 millones y se presentó el plan de normalización o mejoramiento que propone inversiones de $6000 millones”, afirmó Giraldo, quien dice que la anterior administración de la ANI hizo todo lo posible por “perjudicar al concesionario que fue desprestigiado”.
Se le acusó, entre otras cosas, de vender activos sin permiso y de no tener el músculo financiero necesario para operar el tren. Ferrocarril del Pacífico rechazó esos señalamientos y ahora quiere seguir con el contrato.
Pero otra cosa piensan los gremios de la región y, en especial, la ANI. Según informaron voceros de la Agencia, ya se declaró el incumplimiento contractual del concesionario, por falta de pólizas, de asistente técnico operativo y por cambiar de accionistas sin aval del Gobierno, entre otras cosas.
“Conforme a lo indicado por la interventoría al 21 de enero del 2019 el concesionario llevaba 654 días sin la prestación del servicio de transporte de carga ferroviaria. Teniendo en cuenta esta situación la entidad esta tomando las acciones pertinentes”, dijeron los voceros de la ANI al ser consultados por El País.
Reiteró la entidad que el plazo dado al Ferrocarril del Pacífico para el restablecimiento del servicio finalizó el 18 de enero. Al respecto, la interventoría informó a la ANI que el concesionario no restableció el servicio de transporte de carga en el tiempo estimado.
“Por lo anterior y considerando las resoluciones que declararon y confirmaron el incumplimiento, procede declarar la terminación anticipada del contrato de concesión”, confirmó la ANI, decisión que avalan los gremios del Valle que esperan que se estructure un proyecto que realmente pueda funcionar y que atraiga a inversionistas con capital.
La historia se repite
Han pasado 20 años desde que se entregó la primera concesión para operar la red férrea del Pacífico. En este tiempo el contrato ha estado en manos de cuatro concesionarios diferentes.
En 2012 el tren se reinauguró con bombos y platillos y en su mejor temporada se logró mover en promedio 20.000 toneladas de carga entre Cali y Buenaventura. Pero esa expectativa duró poco y los equipos del tren han pasado más tiempo parados que recorriendo el Valle del Cauca.
Al respecto, Juan Felipe Vallejo, director del Comité Empresarial e Intergremial del Valle, dijo que más allá de quien sea el concesionario y de las peleas legales “que no son nuestra competencia”, desde la región lo que buscamos “es que eso se resuelva rápido porque hoy no sabemos qué sucederá y tenemos que diseñar el mejor tren posible para que sea un complemento al modo carretero y podamos conectarnos con el resto del país”.
Agregó que sin duda la concesión del tren hay que repensarla porque “llevamos muchos proyectos fallidos” y considera que lo importante para la región y el país es estructurar una propuesta que tenga todas las condiciones para que realmente funcione.
En este mismo sentido Luisa Lopera, directora de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, dijo que el Gobierno no puede darle más largas a la situación del tren del Pacífico. “Estamos en un círculo vicioso si no hay concesionario no hay carga, si no hay carga no hay inversionistas”.
Agregó que se está jugando con la región y que lo que se ve es que no hay nada estructurado para sacar adelante la red férrea. “Eso es terrible para el departamento y el Suroccidente del país en su interés de tener una salida multimodal para la carga”.
Hasta ahora en el Plan Nacional de Desarrollo del nuevo gobierno no está priorizada la red férrea del Pacífico. Aunque uno de los objetivos que se plantea es mejorar la infraestructura de transporte intermodal, portuaria y logística de la región, el tren no figura entre los proyectos especificados.
Al respecto Fernando Garcés, quien participó de una de las firmas concesionarias del tren, dijo que el proyecto no funciona porque el Gobierno Nacional no cumple con sus obligaciones. “Dejaron ir al inversionista que tenía músculo financiero y se permitió que se cediera el contrato a un tercero que no tiene con qué responder”, destacó.
Para Garcés falta una política definida por parte de la Nación. “La competitividad del país depende de ello”.
El Gobierno y autoridades gremiales del Valle del Cauca han planteado la necesidad de estructurar un nuevo proyecto, incluso cambiar el trazado porque uno de los problemas del tren es su recorrido conformado por altas pendientes.
Pero estructurar otra concesión férrea, buscar inversionistas y ejecutar la obra puede representar para el país otros 10 años. Mientras tanto, la red férrea se pierde entre la maleza.
La empresa
Según la ANI, el 99,63 % de Ferrocarril del Pacífico (FDP) está en manos de la firma Fenwick Colombia SAS.
Gustavo Giraldo, gerente del FDP, dijo que los accionistas de esta empresa son colombianos y que dicha compañía pertenece a Fenwick. Este directivo aseguró que hay inversionistas interesados en el tren y que el concesionario quiere seguir con el contrato.
Agregó que el tren es rentable si los gobiernos locales y del Valle retiran las invasiones que afectan el corredor y recuperan los pasos a nivel que han sido taponados.
“Nos quieren cargar y endilgar la obligación de sacar los invasores y eso es lo que ha hecho que el ferrocarril no tenga las utilidades que debería”, afirmó.