Tras la ola de asesinatos de miembros de la Policía en Antioquia, Córdoba, Bolívar, Sucre y Chocó, en el marco del ‘Plan Pistola’ que ejecuta el Clan del Golfo, especialistas creen improbable que los ataques no se extiendan al Valle porque no es región fuerte de su incidencia, pese a ser clave en las rutas del narcotráfico y ser lugar de negociación y refugio para algunos de sus cabecillas.
“El riesgo siempre existe pero lo que se está viendo es que la tendencia del Plan Pistola se esta dando donde ellos son más fuertes como el Golfo alrededor del Urabá, la cual es su zona de origen, donde tienen un dominio bastante claro y pocas disputas con grupos delincuenciales en comparación con otras regiones del país. En el Valle existe la posibilidad, pero primero representaría un riesgo en Nariño donde ellos están más activos a las economías ilegales y al control territorial”, explicó Gustavo Orozco, analista y politólogo.
Uno de los municipios que mantiene su alerta es Buenaventura, pues además de ser zona clave de las rutas del narcotráfico, en el sector del Bajo Calima se han registrado confrontaciones a lo largo del año entre el ELN y el Clan del Golfo, situación que ha originado varios casos de desplazamiento. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo más de 704 familias han llegado a Cali ante la intimidación y amenazas de hombres armados.
El comandante de la Policía de Buenaventura, coronel Édgar Andrés Correa, afirmó que aunque no se han presentado indicios del Plan Pistola, se están llevando a cabo operativos para contrarrestar el riesgo de los uniformados.
“Aunque por el momento las acciones policiales en Buenaventura no han sufrido ninguna afectación por parte del Plan Pistola, se han visto casos en donde los uniformados han sido recibidos a disparos cuando se va a verificar acciones sospechosas. Por lo que se ha dispuesto de patrullas fortalecidas con armamento largo con el fin de contrarrestar estas acciones que se dan en un marco nacional de violencia”, dijo el Comandante.
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Hechos que han sido rechazados por la Defensoría del Pueblo, pues según información del Ministerio de Defensa y de la Policía Nacional, en lo que va del año, y hasta el 25 de julio, grupos armados organizados han asesinado a 34 miembros de la Policía Nacional y han dejado heridos a 68.
Según el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, acciones de este tipo hacen casi imposible la búsqueda de los escenarios de paz que requiere de forma urgente Colombia, para enrumbarse definitivamente en la reconciliación y en la convivencia armónica imprescindible para el desarrollo.
“Extendemos nuestros sentimientos de solidaridad a los familiares y compañeros de los policías asesinados y solicitamos a las autoridades que se adopten medidas especiales para prevenir estos homicidios selectivos contra el personal policial”, agregó el Defensor del Pueblo.
El Valle del Cauca además de ser clave para las rentas criminales de grupos ilegales, ha sido escenario de captura de varios cabecillas del Clan del Golfo, quienes llegan al departamento en busca de refugio cuando huyen de adversarios y autoridades.
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Entre esos golpes estuvo la detención de alias Móvil 7, cabecilla de la Subestructura Cordillera Sur del Clan del Golfo, y ‘El Diablo’, encargado de extorsiones y narcotráfico.
‘Móvil 7’ fue capturado en Cali y la información de Inteligencia señala que realizaba alianzas criminales con el Frente Óliver Sinisterra y GAO-R Contadores, con el fin de sostener la confrontación armada contra el GAO-R E30 grupo disidente del Frente 30 o bloque occidental Alfonso Cano de las extintas Farc, que delinquía en Valle del Cauca y Cauca.
Por otro lado, Jair Antonio, alias el Diablo, fue capturado en Buenaventura, y es señalado de hacer parte de una estructura del Clan del Golfo que delinque en Istmina, Chocó, y sería la responsable de extorsiones a comerciantes, tenderos y habitantes de esta población.