Pocos caleños saben que en el barrio El Peñón, en el oeste de Cali, se encuentra uno de los tesoros de la capital vallecaucana: la Casa Jorge Isaacs, patrimonio cultural de la ciudad, antigua residencia de la familia Isaacs y el lugar que vio nacer las últimas líneas de ‘La María’, novela cumbre del romanticismo colombiano.
Poco queda de la antigua edificación, ya que en 1938 la casa fue remodelada con un estilo neocolonial, impropio de su época -dicen los expertos-, sumado a que a finales de los años 90 los dueños de lo ajeno se llevaron ventanas, puertas, baños y sanitarios traídos de Europa, situación que se conoció por las quejas de la comunidad del Peñón, ante la Sociedad de Mejoras Públicas.
Ubicada en la esquina de la Carrera 4 #1-33, la edificación no cuenta con ningún tipo de señalización que indique lo que allí se encuentra y la casona, a primera vista, no llama mucho la atención. Los años de olvido por parte de los entes gubernamentales y el constante cambio de dueño, entre familias y constructoras, hizo que algunos espacios del predio perdieran partes del techo, la pintura y que los graffitis invadieran las paredes externas.
Sin embargo, “siempre hay alguien viviendo en esa casa”, dicen los vecinos del barrio el Peñón, que se encuentran inconformes por las malas gestiones y la falta de iniciativa para salvar ese patrimonio cultural de la ciudad.
Contactar a quienes viven actualmente en la casa es difícil. El timbre está dañado desde hace tiempo, el perro no le ladra a las visitas y el ruido de los carros que circulan por la Carrera 4 impide que se escuchen los gritos.
Por suerte alguien sale de la casa y, antes de irse, trae a María Quiñones, quien reside en el predio junto con su familia desde hace diez años y suele atender a las visitas en la puerta, ya que no puede dejar entrar a nadie por orden del dueño del lugar.
Cuenta que “muchos de los que han cuidado el lugar se han terminado yendo, dejándolo abandonado, porque en la casa asustan. Pero nosotros nos quedamos, porque el patrón ha sido bueno y hay que ser agradecidos”.
Ellos se encargan de cuidar el lugar, hacer el aseo, atender la visita e impedir que los habitantes de calle o los inmigrantes sin hogar se alojen de manera ilegal en la casa.
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María dice que no está autorizada para decir el nombre del dueño actual del predio, por petición explícita de él, pero se trata de una persona que vive en Estados Unidos y viaja mucho, razón que le impide venir de seguido a Cali y que lo impulsó a tener siempre a una familia viviendo en la casona para que la custodiara porque “le tiene mucho aprecio”.
También procuraba tener un ingeniero o un arquitecto que se encargara de administrar el lote -dice la mujer-, pero “a causa de malas gestiones que realizaron algunos de los administradores en el pasado, desde hace tres años nadie administra la casa. Solo estoy yo”, dice ella.
Dentro de la casa no hay muebles históricos que daten de los años en que Isaacs terminó ‘María’, “todo eso está en la Hacienda el Paraíso”. Pero esto no impide que la casa siga siendo un símbolo cultural de Cali y del barrio El Peñón, razón por la cuál el dueño quiere hacer su renovación.
“Desde hace tres años se tienen los permisos para hacer las intervenciones. El mes pasado se hicieron reparaciones en la parte de la casa donde nosotros vivimos (la más cercana a los edificios) y ya se hizo el presupuesto para la renovación general del lugar, que sería de $2000 millones y los pondría directamente el dueño. De esta manera, el próximo mes empezarían las obras”, cuenta María.
Pero, después de la renovación, ¿qué pasará con la casa?
Juan Carlos López, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio El Peñón, considera que “la Casa Jorge Isaacs es un patrimonio que le pertenece al barrio y debería dejarse como una casa cultural, donde la gente pudiera ir, tomar un café y jugar dominó”.
También considera que sería “bellísimo” que se trajera el monumento de Efraín y María, “y convertirlo en un espacio para el turismo”.
Pero el dueño tiene planes diferentes. Según María, “la idea de él es no quitar nada de lo que la casa tiene, conservar la tradición, lo que se cuenta en la novela y dejarle el nombre. La parte de atrás se seguiría alquilando como parqueadero de visitas, como está actualmente y, una vez restaurada, de pronto se deje el segundo piso para oficinas de arquitectura. Pero hay muchos proyectos y planes alrededor de la casa, porque se da para toda clase de arreglos. Por eso aún no se ha decidido nada definitivo.”
Sin embargo, María comenta que solo hay una cosa segura y es que el dueño “quiere que sea una casa privada y no la quiere vender”.
De hecho, se planea que el predio estará más cubierto de lo que está ahora con el fin de hacerlo más privado, para evitar que la gente pueda ver desde afuera lo que pasa en el lote.
¿Qué dicen los entes municipales?
Según la Oficina de Planeación Municipal, actualmente el Municipio no puede intervenir la Casa Jorge Isaacs y solo puede hacer controles, porque se trata de un predio privado.
Esto no significa que el dueño pueda hacer lo que desee con el terreno, ya que se trata de un patrimonio cultural de la ciudad. Por lo tanto, para hacer “cualquier tipo” de intervención, por norma debe tener un permiso de la subsecretaria de Patrimonio Cultural de Cali.
Según Sandra Becerra, subsecretaria de Patrimonio Cultural Municipal, “a la fecha no se ha aprobado ningún proyecto en la Casa Jorge Isaacs y no se ha recibido información de que se esté realizando una intervención en el sitio”.
Por su parte, Francisco Ramírez, expresidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, seccional Valle, desconoce “si existe un proyecto aprobado previamente para la casona y que tenga la licencia de construcción vigente”.
“Pero ojalá esté todo en regla y no se convierta en otro problema público, como ha estado pasando con intervenciones en el barrio, como la Sagrada Familia”, afirma Ramírez.
Historia
Siglo XIX
En 1843 la familia Isaacs adquiere lo que se conoce actualmente como la ‘Casa Jorge Isaacs’ en el barrio El Peñón de Cali.
Entre 1864 y 1866 Jorge Isaacs se aloja en esa casa y termina de escribir su novela ‘María’, que finalmente se publica en 1867.
1938 - 1940
En 1938 la firma Borrero & Ospina demuele la casa de adobe y construye en ladrillo la ‘Quinta del Peñón’ a la que le diseña una nueva fachada en 600 metros.
En 1940 es vendida a Eduardo Ochoa, próspero comerciante. Su hija Wallis Ochoa se convirtió en su dueña hasta 1980.
1990 - 1995
La Casa Jorge Isaacs es declarada patrimonio cultural de Cali.
La Constructora ‘El Peñón’, del fallecidonarcotráficante Pacho Herrera, compra la casa a mediados de los 90 y plantea un proyecto para construir dos edificios allí, pero le niegan el permiso.
1995 - 2000
En 1996 la corporación financiera ‘Las Villas’ embarga a la Constructora ‘El Peñón’ y el proyecto pasa a la inmobiliaria ‘La Providencia’.
Se presentan varias quejas desde la Sociedad de Mejoras Públicas, por irregularidades sobre la casa.
2005 - 2008
La constructora Inmobiliaria ‘La Providencia’ intenta hacer un club, manteniendo la casa, pero el proyecto fracasa.
En ese entonces, se dice que demolerán la Casa de Jorge Isaacs para hacer un centro comercial.
2012
Los propietarios de la Casa Jorge Isaacs se comprometen a restaurar la casona y construir, en el área contigua locales comerciales.
Al ser un bien privado, las administraciones municipales no pueden invertir dineros públicos.