Invivibles. Así se han convertido algunos barrios en los que están ubicadas varias zonas ‘rosas’ de la ciudad como San Antonio, Granada, el Parque del Perro en San Fernando y La Carrera 66, entre calles 10 y 13.
Problemas de ruido, mal parqueo, inseguridad y consumo de alucinógenos en espacios públicos, son algunos de los principales problemas que aquejan estos sectores y sobre los que no hay un control efectivo por parte de las autoridades, según están denunciando sus moradores.
De hecho, este viernes 30 de agosto varios habitantes del barrio San Antonio protestaron en la Calle 5 y vías internas de la Comuna 3 debido a que manifiestan sentirse “atropellados” por la vida nocturna del sector, provocada por los establecimientos comerciales que permanecen abiertos hasta altas horas de la noche y la madrugada.
“Estas actividades, que comienzan desde los jueves y se extienden hasta el fin de semana, nos están perturbando el derecho al sueño, el descanso, la tranquilidad y la sana convivencia. Las fiestas de bares, cantinas, rumbeaderos y hostales con clientes bullosos que hacen rumbas dentro de ellos o las rematan en los andenes, se han convertido en un martirio para quienes habitamos en el mejor vividero de Cali”, aseguró Jorge Gamboa, presidente de la Fundación Vecinos de San Antonio.
El líder comunal también añadió que otro problema “muy grave” que se está presentando en el sector está relacionado con la invasión del espacio público provocada por los vehículos que visitan los negocios y que los parquean en las calles y andenes.
“Y súmele a eso el consumo de alucinógenos que ocurre, sobre todo, en la colina de San Antonio”, estamos cansados de todo esto y exigimos una intervención por parte de las autoridades, precisó Jorge Gamboa.
Lea también: Habitantes de San Antonio protestaron por ruido en negocios nocturnos
Este mismo panorama también se repite en la Carrera 66, entre la Autopista y Pasoancho, zona que alberga gran cantidad de restaurantes, bares y discotecas. Allí, Lisímaco Portocarrero, vicepresidente de la JAC del barrio El Gran Limonar, asegura que el problema del ruido generado por estos establecimientos “es muy molesto y se agravó después de que el Alcalde amplió el horario de rumba hasta las 4:00 a.m.”
Y complemento: “La gente que sale de estos lugares a esa hora se queda en las puertas de los bares haciendo bulla con los radios de los carros a todo volumen. El problema del parqueo también es horrible, los carros estacionan en las aceras, vías principales y calles internas de los barrios, sin importan que queden bloqueando las entradas a los garajes de la viviendas. El problema empeoró hace un año y medio ya que el tránsito no está haciendo controles ni levantamientos de vehículos”, manifestó Portocarrero.
Entre tanto, Elcina Sánchez, vicepresidente de la JAC del barrio Granada, indicó que la proliferación de habitantes de calle en el sector se ha convertido en un problema de inseguridad debido a que estos “roban cable telefónico, tuberías gas y contadores de agua”.
“Y ahora llama la atención, que como en El Peñón, quieran implementar el cobro de parqueo por estacionamiento en vía pública. Esto es algo que va a castigar a los comerciantes y se desencadena desde el POT del 2014 que, al cambiar en el sector el uso del suelo de residencial a mixto, no les exigió a los establecimientos zonas de parqueo”, señaló Sánchez.
Por su parte, Catherine Dupriez, presidenta de la JAC de San Fernando Viejo, sostuvo que problema de estacionamiento es crítico no solo en el Parque del Perro sino en todo el barrio, por la cantidad de vehículos que permanentemente visitan el sector.
“Justamente, la Alcaldía hizo un estudio para la construcción de un parque lineal en la Carrera 34, que conecte la Calle 5 con el Parque del Perro, pero hasta ahora no hemos recibido una respuesta sobre este proyecto”, comentó Dupriez.
La líder también dijo que algunas personas de la comunidad están construyendo en el barrio sin respetar los usos del suelo. “Además, es preocupante el tema de atracos y robos de carros y celulares porque en la zona no hay suficientes policías”.
¿Qué dicen las autoridades?
Según William Bermúdez, subcomandante de Agentes de Tránsito de la Secretaría de Movilidad de Cali, aseguró que no es cierto que en algunas rosas de Cali no se estén realizando operativos contra el mal parqueo.
“Nosotros siempre hacemos operativos permanentes en esos lugares y los reforzamos de jueves a sábado. Sin embargo, el principal operativo que realizamos está enfocado a las personas que, al salir de los establecimientos nocturnos, que hay en esos lugares, conducen los vehículos en estado de embriaguez”, precisó Bermúdez y agregó “que mientras haya evidencia de quejas ciudadanas por mal parqueo, la Secretaria de Movilidad estará presta para atenderlas”.
Con respecto a las inconformidades por los excesos de ruido en las zonas ‘rosas’, Jhon Jairo Toro, jefe del grupo de Calidad Acústica del Dagma aseguró que la Carrera 66, entre Autopista y Pasoancho es una zona priorizada por la entidad por su “compleja dinámica comercial”.
“Allí se han realizado 127 visitas y se han aplicado dos medidas preventivas a establecimientos. También hemos hecho dos formulaciones de cargos por obstrucción a procesos, lo que puede desencandenar en sanciones”, afirmó Toro.
Por su parte el funcionario del Dagma precisó que este viernes se hizo en San Antonio un operativo de control al ruido y se espera que los resultados de la medición de decibles estén listos hoy o mañana.
“En San Antonio, que es un sector residencial neto, los decibeles permitidos son 65 en el día y 55 en la noche. Además es importante decir que en el barrio hemos realizado un total de 31 visitas y se han capacitado 5 establecimientos pero, hasta ahora, los controles no nos han arrojado que los decibeles estén por encima de los niveles reglamentarios”, concluyó.
Sanciones por ruido
La Ley 1333 de 2009, en su artículo 40, estipula multas de hasta 5000 salarios mínimos mensuales legales vigentes para los establecimientos que incumplan los decibeles permitidos.
Es pertinente de decir que estos lugares pueden ser sancionados con el cierre temporal o definitivo.