Pese a contar con el esquema completo de la vacunación anticovid y luego tener pronóstico reservado en una UCI, Francisco Lourido todavía es un convencido de que el biológico es la única vía que es capaz de hacer frente a la pandemia.

El exgobernador del Valle del Cauca y asesor de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle del Cauca, SAG, cuenta su experiencia como superviviente del coronavirus, además de dar su calificación a la gestión del Gobierno Nacional y las autoridades regionales a la hora de acelerar la vacunación.

¿Cómo la enfermedad que contrajo de su regreso del exterior fue agravándose hasta que lo remitieron a UCI?

Fue un proceso relativamente rápido. Yo regresaba de Estados Unidos luego de que me hicieran una operación en la columna y esa noche del 23 de julio que aterricé en Cali me sentí maluco. Al día siguiente me hice tomar la prueba y salió positiva. Me aislé mientras mi esposa se iba a dormir a otro cuarto. Permanecí sin inconvenientes ni síntomas hasta el jueves, cuando sentí que me faltaba el aire. En la casa chequearon mi nivel de saturación, que estaba muy bajo, como en 80. De inmediato nos fuimos a la Clínica Dime, en donde convulsioné mientras me examinaban. Esa misma tarde me remitieron a la Unidad de Cuidados Intensivos, en donde estuve internado por dos meses, entre el 1 de agosto y el 27 de septiembre.

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Algunos pacientes que han atravesado por esa misma sala afirman que tienen retazos de memoria o sensaciones de oír voces a su alrededor. ¿Ese fue su caso?

Para nada, no me acuerdo de nada, es como si hubiese entrado en una nube. No tenía conciencia de nada, de que me hubieran hecho esto o lo otro. Ni siquiera soñaba. Lo único que recuerdo es cuando desperté y descubrí que no podía mover casi ningún músculo. Tampoco podía hablar. Y para ese entonces ya no pesaba 85 kilos y bajé a 65 kilos.

¿Pero cuál fue el diagnóstico de los médicos cuando usted estaba en la UCI? ¿Qué tan grave era su situación?

Era pronóstico reservado, como dicen ellos, porque había problemas de respiración, saturación, de mantenerme vivo. Durante los primeros 10 días me encontraba entubado, porque después me hicieron una traqueotomía.

Si bien usted ‘atravesaba por una nube’ cuando estaba internado, ¿qué le contó después su esposa, que es médica, a propósito de ese periodo tan difícil?

Me decía que era aterrador, porque había muchos momentos en los que se ignoraba el pronóstico. No se sabía si en un momento dado yo pudiera soportar esto, había mucho riesgo de muerte. En varias ocasiones tuve todas las complicaciones juntas y no había ninguna seguridad de que pudiera salir de esa situación.

Cuando despertó, ¿cuál fue su reacción?

Mi única reacción fue querer que me dieran de alta para estar de nuevo en mi casa. Estaba extenuado de todo lo que había atravesado. Uno siente que no puede coger nada con las manos, la fuerza se me iba completamente. Era algo caótico. Yo salí en ambulancia para mi hogar. Debían cargarme, porque subir gradas era imposible y andaba en silla de ruedas. Requería de enfermero para que yo me movilizara y pensaba que no era posible salir de todo eso. Afortunadamente, gracias a la ayuda del fisioterapeuta y de mi esposa, pude comenzar a retomar mi vida diaria, a hacer ejercicios para volver a caminar, a subir escaleras. Esa recuperación me ha tomado tranquilamente tres meses. Quizá no pueda decir que estoy tan normal como antes, pero ya incluso puedo salir a la calle.

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¿Y qué seguimiento le está haciendo a su salud por estos días a raíz de dichas secuelas?

Por ejemplo, cuando apenas salí de la clínica necesitaba de siete medicamentos, como anticonvulsivos y anticoagulantes. Hoy en día solo requiero de tres fármacos. Puede decirse que estoy en un 95 % o 97 % bien. Y pues también debo seguir cuidándome, porque uno no puede aseverar de que no le vuelva a repetir el covid.

Por ende, hay que estar al día con la vacunación, yo ya tengo la tercera dosis, y soy muy comprometido con el uso del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento social. Además, tengo un infinito agradecimiento al personal de Dime. Yo creo que en el Valle del Cauca y sobre todo en Cali tenemos un magnífico personal médico y auxiliares a los que le debo la vida. Esto es una enfermedad demasiado complicada, pues si no hubiera tenido la atención que tuve no estaría contando el cuento.

Pese a que en los tres meses que siguieron de su salida de la Clínica la prioridad era recuperarse, ¿cómo recuperaba un poco lo que era ese hombre ocupado, que es líder gremial y que oscila entre reuniones todo el día?

Inicialmente, no me mortificaba la situación de lo que tenía por hacer. Mi trabajo era enfocarme en cómo recuperar mi estado físico, porque era muy compleja la caminada. De hecho, la sola subida de una grada me ahogaba. Yo tenía un fisioterapeuta casi a diario con quien trabajaba dos o tres horas para llegar a estar en condiciones óptimas.

Cuando usted llegó de Estados Unidos en el mes de julio, ¿ya estaba vacunado?

Tenía las dosis y pese a eso, contraje el covid. Teóricamente yo debería haber estado inmune al virus. Puede ser que en mi cuerpo haya entrado una variante más fuerte de lo normal, no lo sé... Digamos que no hay explicación. Si bien la vacuna ayuda, no te garantiza en un 100 % que vayas a estar a salvo del coronavirus. La vacuna es una herramienta y puede que ayudó a que yo pudiera salir de la UCI.

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Es decir, sigue creyendo en la vacuna, pese a las dificultades por las atravesó...

Es que no creo que haya otra opción. No es una cuestión de creer o no. Es la única posibilidad que tenemos de manejar esta pandemia, porque no existe ningún otro tratamiento o instrumento para frenar el covid.

Ya con un 95 % de su salud recuperada, como dice usted, ¿cómo es su vida diaria hoy en día? ¿Qué tanto ha retomado a sus labores de antes?

Ya estoy comenzando a trabajar de nuevo en forma. Ya de nuevo en la
oficina, en las juntas, aunque todavía falta algo de recuperación para estar de nuevo pleno. Y no puedo bajar la guardia frente al covid, pese a que ya estoy vacunado y me recuperé.

¿Cómo piensa disfrutar las navidades después de lo que atravesó?

Aquí, en Cali, con la familia, y dándole gracias a Dios y los médicos, quienes siempre estuvieron apoyándome en este duro trasegar el covid.

Don Francisco, ¿cómo califica la gestión del presidente Iván Duque y de las autoridades de salud en Cali y el Valle en relación a la pandemia y la vacunación anticovid?

Yo creo que es una gestión maravillosa. El Gobierno Nacional ha hecho un gran trabajo. A mí me parece que es injusto cuando se lo califica como el peor gobierno, pero yo no creo que un peor gobierno haya manejado tan bien todo el tema del covid. Inclusive, en nuestra región, las secretarías de Salud del Valle y Cali han adelantado un trabajo muy importante de vacunación, de comunicarle la gravedad de la enfermedad y si vemos la realidad, los datos, nos damos cuenta que las muertes y contagio han bajado.