Con el sabor amargo de la eliminación en la suerte de los penaltis, en el partido disputado el viernes en el estadio Arena Corinthians, de Sao Paulo, Colombia abandonó temprano el hotel Pullman Ibirapuera y embarcó en un vuelo directo con destino a Bogotá.
A la salida del hotel, en medio de un fuerte esquema de seguridad dispuesto por la organización y ante una escasa presencia de medios de comunicación, el capitán Falcao y el técnico Queiroz firmaron autógrafos y posaron para fotos con los pocos aficionados que despidieron a su selección.
Así, la tricolor, que este sábado se despidió de Brasil después de ser eliminada en los cuartos de final de la Copa América 2019 ante Chile, por penaltis, se marcha invicta y sin encajar goles en los cuatro partidos oficiales bajo el comando del técnico portugués Carlos Queiroz.
El estratega europeo, que sólo tuvo cuatro amistosos al frente del seleccionado cafetero antes de la Copa América de Brasil, acumula seis victorias, un empate y una derrota en sus ocho salidas como técnico de Colombia, tanto en partidos oficiales como en los de preparación.
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Los números dejan al portugués también con un saldo positivo en defensa, al recibir sólo los dos goles sufridos en la derrota por 2-1 frente a Corea del Sur; mientras que para el ataque suma doce tantos, con un promedio de 1,5 anotaciones por partido
Colombia, antes de la cita en Brasil, había vencido por 1-0 a Japón y por 3-0 a Panamá y Perú, además de la caída ante los surcoreanos.
El balance en los partidos oficiales, ya en la Copa América, es aún más favorable para el seleccionado colombiano, con triunfos por 2-0 sobre Argentina y 1-0 ante Catar y Paraguay y el empate 0-0 en tiempo reglamentario frente a Chile, rival que al final se impuso en la definición desde el punto penalti (4-5).
"Los números de Queiroz son buenos, las estadísticas lo favorecen y, por lo menos en estos partidos, hizo ver a Colombia más fuerte defensivamente. Es difícil que le hagan gol a Colombia, pero todavía son pocos partidos para tener una idea más clara de él y su equipo", dijo a EFE el periodista Élkin José Villa, de la cadena Todelar.
En ese sentido, Juan David Restrepo de la red Colmundo Radio, apuntó que a pesar de "acabarse la ilusión" en esta Copa América, "el balance es positivo porque el profesor Queiroz apenas lleva cuatro meses. Vimos un equipo diferente, más vertical, haciendo presión en todo el terreno de juego".
"Ahora hay que pasar la página porque tenemos las eliminatorias (para el Mundial de Catar 2022) a la vuelta de la esquina", destacó Restrepo, en sintonía con la periodista del canal Win Sports Sheila García, quien pidió "paciencia".
Para la periodista colombiana, "hay una base" pensando en el futuro con el equipo juvenil que llegó a cuartos de final en el Mundial Sub'20 de Polonia, pero en el combinado de mayores "hay que apostar por esta generación" de cara a la Copa América de Colombia-Argentina 2020 y a las eliminatorias mundialistas.
Queiroz consolidó en Brasil un equipo en defensa, en el que el portero David Ospina se mantiene como líder; la pareja de zagueros centrales de Yerry Mina y Davinson Sánchez suman más minutos juntos para solidificarse en el juego aéreo defensivo y en ataque, y William Tesillo se convierte en el lateral izquierdo que se buscaba.
En el costado derecho Stefan Medina, que terminó como titular, le brinda una opción más a los cafeteros, que en los últimos años parecían tener casi como único jugador de nivel en esa posición a Santiago Arias.
En la primera línea de centrocampistas, la pareja de Wilmar Barrios y Mateus Uribe se afianzó como titular, pero teniendo a Jéfferson Lerma y Gustavo Cuéllar pisándoles los talones con buenas actuaciones. En la creación, Colombia funcionó cuando la magia de James Rodríguez, así fuese por chispazos, apareció.
El antes indiscutible Juan Guillermo Cuadrado y Edwin Cardona, con altibajos, no alcanzaron el protagonismo que se esperaba de ellos en la zona creativa.
En ataque, en tanto, el explosivo Róger Martínez, el talentoso y promisorio Luis Díaz y el artillero Duván Zapata se convierten en nuevas cartas para la baraja de Queiroz, antes limitada a nombres consagrados como Radamel Falcao García, Luis Fernando Muriel o Carlos Bacca.
El portugués arropó en este proceso también al portero Álvaro Montero, de gran talla y figura en la liga de su país; al juvenil zaguero John Lucumí, destacado en el fútbol de Bélgica, e incluso al Sub'20 Johan Carbonero, invitado para formar parte del plantel cuando Muriel sufrió una lesión.