El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue tan ovacionado como abucheado al acudir al centro de la cancha del estadio Maracaná de Río de Janeiro para participar en la ceremonia de premiación a la Canarinha por la conquista del noveno título de Copa América.
Bolsonaro se desplazó hasta la tarima de premiación instalada en el centro de la cancha acompañado por el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, y en el minuto de la corta caminata sobre el césped el Maracaná retumbó con gritos en favor y contra el mandatario.
Mientras que parte del estadio lo abucheó, otra parte lo saludó al grito de "mito", como el líder ultraderechista es conocido por sus seguidores.
Pese a que los gritos de apoyo superaron los abucheos en algunos sectores del estadio carioca, el jefe de Estado, en general, prácticamente salió empatado entre seguidores y críticos.
Bolsonaro fue el segundo en la fila de los que saludaron a todos los premiados y felicitó efusivamente a cada uno de los jugadores brasileños.
El líder ultraderechista, que ya había presenciado dos de los partidos de la Copa América 2019, acudió acompañado por varios miembros de su Gobierno pero no llegó a escuchar abucheos ni ovaciones antes de comenzar el partido debido a que no fue anunciado en los altavoces ni mostrado en las pantallas del estadio.