Ganar tres partidos, empatar uno, no recibir gol, ser el mejor equipo de la primera ronda, revertir la racha negativa frente a Argentina y mostrar un juego colectivo que no se veía antes, son muestras de lo positivo que dejó la Copa América de Brasil para la Selección Colombia de Fútbol de Mayores.
Pero todos esos valores que suman para el camino del futuro se fortalecen con lo que siempre quiere un equipo, una columna vertebral sólida, que los resultados se ve mucho más fuerte en defensa y con muchas variantes de primer nivel en ataque, que generan esa confusión para encontrar al mejor, entre muy buenos jugadores.
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Es así como el portugués Carlos Queiroz y su cuerpo técnico encontraron en la Copa América a sus pilares, a cinco inamovibles que proyectan a la tricolor para lo que viene en el inicio del camino para Catar-2022. Son cinco estelares, cuatro que se ratificaron desde el ciclo anterior y uno que se consolidó, quien de hecho fue el mejor de Colombia en Brasil.
Sin embargo, en este grupo de cinco intocables de la Selección, no hay un delantero, porque en los cuatro partidos de la Copa Queiroz no encontró el titular, pues entre Falcao García y Duván Zapata nunca se decidió por uno, primero con Luis Fernando Muriel, luego con Roger Martínez por la lesión de Muriel y con ratos para Luis Díaz, pero sin ese atacante fijo.
David Ospina
Con 99 partidos en la Selección Colombia, a solo uno de llegar al club de los 100, el arquero antioqueño David Ospina no tiene discusión. Desde que arribó a la tricolor como titular, en la Eliminatoria para Sudáfrica-2010 contra Bolivia en Bogotá, David no ha soltado el arco de la Selección Colombia.
Su actualidad con sus clubes nunca ha sido un impedimento, porque si juega o no juega en la liga que esté, siempre responde con el equipo colombiano. Es prenda de garantía de seguridad para los colombianos, porque en los momentos claves ha protagonizado atajadas que son como goles para el equipo nacional.
En esta Copa América de Brasil, David de nuevo demostró que es el mejor de Colombia y aunque Álvaro Montero se muestra como una buena alternativa para el futuro, Ospina es el titular indiscutido, es el primero de los cinco pilares del equipo de Carlos Queiroz.
Yerry Mina
El defensa de Guachené es otra confirmación del significado de vestir la tricolor, porque a pesar de no tener una buena temporada en el Everton de Inglaterra, con lesiones que lo alejaron de la Premier League, cuando llega a la Selección se viste con la armadura de un guerrero que lo deja todo en el arena para cada batalla.
Con 24 años de edad, Mina no solo brinda seguridad en defensa, también es una variante en ataque, porque haber sido el goleador de la Selección en el Mundial de Rusia con tres festejos hacen del central caucano un arma muy importante en los tiros de esquina y centros de tiro libre de costado, pues su metro con 95 centímetros es de riesgo para los rivales.
En esta Copa América de Brasil no tuvo la oportunidad de festejar, pero sí fue uno de los que más carácter mostró en la cancha, porque en el duelo contra los chilenos no se amedrentó contra el ‘Niño Maravilla’ Alexis Sánchez, lo encaró y se ganó el abucheo de todos los aficionados de la roja, incluso cuando fue a cobrar el penal y no se intimidó.
El defensa que pasó por Deportivo Pasto y Santa Fe en Colombia, así como en el Palmeiras de Brasil y el Barcelona de España, ahora tendrá como gran reto consolidarse en el Everton de Inglaterra para seguir siendo uno de los pilares de este equipo que con Queiroz ha ganado en solidez defensiva.
Dávinson Sánchez
Esa solidez defensiva se da por el complemento perfecto que Mina encontró en Dávinson Sánchez, quien con 23 años ya es uno de los zagueros centrales más cotizados del mundo, pues a su presencia física imponente le suma la calidad que tiene con el balón. El despeje del balón nunca es la primera opción para Dávinson, para quien controlar y salir jugando es una de sus cualidades.
El joven defensa que se inició con Juan Carlos Osorio en Atlético Nacional y rápidamente dio el salto a Europa, primero en el Ajax de Holanda y luego en el Tottenham de Inglaterra, es la gran joya del fútbol colombiano, porque nunca antes ningún central se había consolidado tan rápido en el fútbol de primer nivel de Europa, en el que ya fue subcampeón de Champions League.
Sin embargo, el central de Caloto a veces se excede en su confianza con el balón y pasarse de calidad le juega en contra en algunos duelos directos, algo que ganará con los partidos, ya que con su corta edad cada juego enriquecerá su fútbol y el de la Selección, que en defensas centrales tiene presente y futuro garantizado.
Si bien Yerry y Dávinson son los dos pilares de la línea defensiva, con 20 años de edad, en esta Copa América apareció el tercero que da confianza, el juvenil John Jáner Lucumí, reciente campeón y figura con el Genk de Bélgica, quien con su perfil zurdo es una gran alternativa para el futuro.
Wílmar Barrios
El mejor jugador de la Selección Colombia en la Copa América de Brasil. El motor del mediocampo, el encargado de dar el equilibrio al equipo es el cartagenero Wílmar Barrios, quien con su capacidad para anticipar, su rapidez y estado físico para correr todos los balones, ya hizo que la ‘Roca’ Carlos Sánchez sea leyenda.
Parecía difícil encontrar tan rápido a alguien que ocupara el lugar de uno de los mejores jugadores de la era de José Pérkerman, pero en el Mundial de Rusia Wílmar se empezó a presentar como el remplazo natural de la ‘Roca’ y en esta Copa América de Brasil se confirmó, se afianzó y se adueñó de uno de los lugares fijos en la titular con Queiroz.
Luego de iniciar en el Deportes Tolima y dar el salto a Boca Juniors de Argentina, parecía que se iba a perder en el Zenit de San Petersburgo, pero fue todo lo contrario, porque Rusia le viene bien a Barrios y allá elevó su nivel para llegar a Brasil con su más alto nivel de rendimiento deportivo, siendo figura en el partido contra Argentina y clave frente a Catar.
Barrios no tiene pero alguno luego de esta Copa América y allí Queiroz también duerme tranquilo, porque en Gustavo Cuéllar encontró al remplazo ideal, con Jefferson Lerma también disponible para esa posición, la que da el equilibrio y tiene al cartagenero como la pieza fundamental.
James Rodríguez
Cuando James está en la cancha, la Selección Colombia es una y cuando James no está, es otra diferente, porque justamente el 10 de la tricolor es el jugador distinto, es como Arturo Vidal para Chile o Luis Suárez para Uruguay, es quien potencia el juego ofensivo de la tricolor y cuando desaparece en la cancha, el equipo lo siente.
Así como David Ospina y Yerry Mina, nunca importa el momento que viva en el club, ya que cuando se pone la piel de la Selección se transforma y es el líder con el balón, es el encargado de generar el fútbol ofensivo con un talento innato en su zurda de oro, que en Brasil le agregó para esta Copa América ese sutil centro de borde externo.
Su sentimiento, amor y respeto por la camiseta se combinó en esta Copa con una alegría que se veía en la zona mixta después de cada partido, ya que en eventos anteriores no compartía con los medios de comunicación y esta vez fue el más asequible a los periodistas, paró en cada grupo para dar sus declaraciones y analizar el momento de la tricolor, incluso después de la eliminación.
Ahora reconoció que tendrá 20 días para descansar y elegir, porque su salida del Bayern Múnich de Alemania lo lleva de tránsito por Madrid para esperar la mejor oferta deportiva, con opciones en Italia, Inglaterra, España y Francia, pero sin importar el lugar que elija, ya tiene como David, Yerry, Dávinson y Wílmar, un lugar fijo en la Selección de Queiroz, porque ellos son los cinco pilares de la tricolor.