Con 18 años recién cumplidos —en julio— la caleña Sofía Paz ya ha actuado en teatro, cine y televisión; ha hecho pequeños y grandes papeles y actualmente estudia una licenciatura en artes escénicas (dirección, actuación, docencia y trabajo comunitario).
Lo que no se imaginó es que, a tan corta edad, iba a recibir un premio, nada menos que el León de Venecia, el primero para Colombia por el cortometraje de la sección ‘Orizzonti’, en la versión 77º del Festival de Cine de Venecia, con ‘Entre tú y Milagros’, que protagonizó junto a la actriz Marcela Mar.
El corto es dirigido por la colombiana Mariana Saffon (nació en Bogotá y desarrolló su carrera en Medellín), y producido por Diana Patiño M, (productora que ganó también la Palma de Oro en Festival de Cine de Cannes en el 2014).
‘Entre tú y Milagros’, un retrato real, sin maquillaje, sobre la relación entre una madre y una hija adolescente, fue el único proyecto colombiano y latinoamericano presente en dicha sección, que compitió con cortos de Italia, Nueva Zelanda, India, Suecia, Lituania y Vietnam, entre otros, llevándose el Orizzonti Award for Best Short Film.
Puede leer: ¿A dónde va Yatra? la reinvención de su música que nació tras la pausa de cuarentena
La sección ‘Orizzonti’ está dedicada a películas que representan las últimas tendencias estéticas y expresivas del cine internacional en este importante Festival.
“Estamos muy felices y emocionados con el premio que nos dieron al mejor cortometraje. La selección de cortos de este año era tan fuerte, no me estaba esperando este premio y cuando nos dieron la noticia, fue una sorpresa maravillosa, porque para mí la ganancia ya estaba en ir al festival, ser parte de la selección. Sin embargo, este es un sueño completo, porque la presidente del jurado de Orizzonti fue la cineasta francesa Claire Denis, para mí es un honor y un privilegio recibirlo de ella”, aseguró Mariana.“Su recepción del corto fue algo que me conmovió muchísimo, en una conversación posterior a la ceremonia de clausura con ella, me dijo que lo había disfrutado, me agradeció por la película, que el corto tenía una verdad, que le había hecho sentir muchas cosas y pensar en otras y eso para mí es lo más importante”, agrega la directora refiriéndose a Denis.
Por su parte, Diana Patiño, productora de la película, considera que “esta es una historia que cuenta otra realidad del país, (una que ha sido muy afortunada y que también hace parte de lo que somos) desde la mirada femenina de su directora y encarnada en los personajes de Milagros y Lorenza. Hay una mirada sensible que explora desde el lenguaje cinematográfico: a partir de sutilezas, de gestos, y de sugerencias; lo que está pasando por el interior de los personajes y esto es muy difícil de lograr desde la dirección, con mayor razón en un corto donde es importante que se construya la emoción con mucha contundencia”.
“Esta historia cuenta la relación real
entre madre e hija, no la idealiza, muchas adolescentes que la vean sentirán que
uno no está solo en este proceso de descubrimiento, de indagación”.
Sofía Paz, actriz caleña.
Sofía es Milagros
Milagros (Sofía Paz), a sus 15 años, sigue buscando desesperadamente la aprobación y el amor de su madre (Marcela Mar). Este verano, un encuentro inesperado con la muerte desencadena una catarsis en Milagros que pone en duda su relación con su madre y su propia existencia.
“Yo también fui adolescente, Milagros creció en un contexto con gran poder económico, yo no, pero ambas compartimos la sensibilidad emocional y el proceso de cerrar ciclos familiares o de amistad. Siento que algo de los personajes se queda con uno y Milagros me dio el aprendizaje de soltar cualquier atadura que uno pueda sentir con el pasado o con las relaciones”, dice Sofía.
La joven, quien vive en el nororiente de Cali, en la comuna 6, estudió actuación en Bellas Artes en el Programa Infantil y Juvenil. “Sentí que en el escenario me transformaba. Las clases y los talleres me dieron una ruta para aprender desde lo que veía afuera, lo que había dentro de mí, lo que en realidad movía mis fibras”.
Se ha destacado en obras de teatro como Lágrimas de Agua Dulce, dirigida por Paula Ríos; en Trance y Tu Recuerdo, de Camilo Capote, y en Pedro y El Lobo, de José Fener Castaño. Ha participado en cortos universitarios, como Ángela, protagonista de Niña Errante, de Rubén Mendoza; como Virginia Casta de niña en la producción homónima dirigida por Claudio Cataño, como Valentina en el corto El Día es Similar; en los protagónicos de Malena y Kiara, y en la miniserie de Telepacífico ‘Leonor, la Negra Grande de Colombia’, dirigida por Óscar Ruiz Navia, donde hizo el papel de la mejor amiga de la artista.
“Milagros me salvó en el sentido en que este proyecto llegó en un momento de mi vida en el que me estaba sintiendo atrapada en un ciclo, en un espiral, estaba cansada de muchas cosas, sentía que debía decidir qué estudiar, qué iba a hacer con mi vida, a qué me iba a dedicar, y este proceso me enriqueció en niveles de aprendizaje con el otro, de entender otras situaciones, de emprender otras búsquedas. Me mostró más caminos que uno a veces por el dolor de la angustia no se dejan ver”.
Para ella, el papel en la serie sobre La Negra Grande de Colombia, pese a haber sido corto, “fue una oportunidad muy bella, al poder intervenir en procesos artísticos que le dan otra narrativa a la historia colombiana, a la música. Estoy agradecida con este proyecto y con todas las personas a cargo de producciones que confían en mí”.
“En Cali aprendí a bailar, a soñar, a hacer cine. Ha sido mi casa y me ha abierto muchas puertas para conocer a gente maravillosa, que me ha conectado con otras ciudades, con otras personas, con otros lugares, es como mi portal mágico”, dice.
Para ella, ‘Entre tú y milagros’ “pone en la mesa el tema de qué sucede cuando empieza el descubrimiento adolescente, la duda, cuando uno ve a la muerte a los ojos, qué fibras mueve y qué cambia en uno. El corto cuenta la relación real entre madre e hija, no la idealiza, por eso muchas adolescentes que lo vean se sentirán identificadas, yo misma percibí que uno no está solo esos procesos de descubrimiento e indagación”.
Cuenta que su actual mánager, Deisy Marroquín, vio gran potencial en ella a nivel actoral. “La actuación me rescató del caos que hay en Colombia y en mi vida en ese momento”.
Respecto a su interacción con la actriz Marcela Mar, quien interpreta a su mamá en la película, considera que fue muy nutritiva, potente y llena de aprendizaje. “Tuvimos un tiempo para crear un vínculo, para saber cómo iban a funcionar algunas escenas, y nos salieron cosas muy buenas. La oportunidad de trabajar con ella me amplió mi visión y mis conceptos. Fue un proceso de asimilación constante, muy lleno de verdad, de respeto y de amor la una por la otra. Nos quitamos las máscaras y cuando uno hace eso, encuentra verdades, sensaciones y un espacio ideal para una creación auténtica, fue una catarsis”, destaca Sofía.
No tiene claro de dónde heredó el talento artístico, quiere creer que de sus ancestros. “Mi familia tiene una gran sensibilidad por el arte y uno va creciendo con esta, que no solo le compete al artista sino a todos los seres humanos”.
Cuando habla del premio suena más como una niña feliz con un regalo: “Estoy dichosa, agradecida. Todavía no me lo creo. es algo muy potente y ganar en uno de los festivales más potentes del mundo. Es un reconocimiento al trabajo que se hizo, a todo el amor, el sacrificio y las lágrimas que le pusimos”.