Umberto Valverde Rojas, biógrafo de Jairo Varela y de Celia Cruz, novelista y ensayista, dejó un legado como cronista de la salsa en Cali. Su velación es en Capillas de la Fe, avenida Vásquez Cobo #24 n-40.
Por eso su muerte el 23 de septiembre, en horas de la madrugada, por complicaciones en la salud de sus riñones, hizo que muchos caleños evocaran al escritor y periodista, tan polémico como apasionado por sus temas de estudio.
Nacido en Cali, el 3 de junio de 1947, en el barrio Obrero, “un sector que es parte sustancial en la historia de la ciudad”, decía. Su padre, obrero del ferrocarril del Pacífico, líder sindical y posteriormente, carpintero; su mamá dividía sus labores de ama de casa con las de obrera. Solía contar que las alternativas para un muchacho del barrio Obrero, en su época eran “o ser obrero, o ser delincuente o ser futbolista”. Pero él escogió el estudio.
“Nos criamos en un barrio que era una parte de lo que iba a transformar a Cali, una pequeña ciudad, en los años 50, que empezaba a adoptar la música cubana. En este barrio, donde nació como músico nada menos que Tito Cortés, uno de los emblemas de la canción colombiana, y donde también surgieron muchos futbolistas”, narró Umberto, en su momento, para un artículo del Centro Virtual Isaacs.
Uno de sus libros más recordados es Reina Rumba, la biografía de Celia Cruz que habla de recuerdos. Historias icónicas, entre las que cuenta la llegada de la Guarachera a Cali y su presentación en el Club Colombia, por los 20 pesos en aquella época. Un libro publicado en 1981 y reeditado en 2005.
Fue también el biógrafo de Jairo Varela: “En 1981, la salsa estaba en total auge en Cali, ya había venido la Fania, Alfredo se encontraba en Cali. Estaba el esplendor de Juanchito, el Abuelo Pachanguero y la discoteca de Larry Landa, Juan Pachanga. Edgar Hernán Arce vivía en ese tiempo y trabajaba en Bogotá, y empezó a llamar seguido, según me cuenta Manolo Solarte, a decirles que trajeran a ‘un grupo de negritos’ muy bueno que había en Bogotá”, así le contó Valverde al periodista Gerardo Quintero, en el noticiero 90 Minutos de cómo conoció al Grupo Niche y a Jairo Varela, a quien muchos años más tarde, en 2012, también le escribió y ‘le hizo Museo’.
“Fue muy importante para la cultura de Cali, marcó una historia. El legado de Umberto Valverde es inconmensurable para la salsa, para el Museo Jairo Varela y para la historia de Cali, desde que llegaron la Sonora Matancera y Celia Cruz a la ciudad. Hizo parte de catapultarla como la Capital Mundial de la Salsa, puso su grano de arena, un grano muy grande. ‘Umber’ fue el biógrafo de mi papá. Desde que llegó a Cali, la primera entrevista que le realizan a mi papá se la hizo Umberto Valverde cuando trabajaba en el Diario de Occidente. Y siguió la trayectoria de la salsa apoyando a muchos artistas. Fue un hombre complicado, pero al final, el que lo entendía y apreciaba lo quería con mucho cariño”, recuerda Cristina Varela.
“Fue una iniciativa de él mismo con Leonardo Medina, de hacer ese homenaje por los 40 años del Cali Pachanguero, que él señalaba que era el más importante del Grupo Niche, al que él amó mucho, y él convocó a unos amigos para que habláramos de ese tema. Fue una conversación muy amena con Richie Valdés, gran músico que perteneció al Grupo Niche; Ossiel Villada, jefe de redacción de El país, amplio conocedor de música, y Leonardo Medina, que hacía las veces de moderador, aunque Umberto también hizo ese rol. Fue una charla muy bonita, se llenó, hubo debate como siempre, objeciones, claridades y peleas, como era usual en Umberto, en algunas de sus intervenciones de debate, pero muy aplaudida” recuerda Gerardo Quintero, director de 90 Minutos.
“Richie hizo un despliegue de su conocimiento, habló de la clave cruzada que muchos dicen que hay en la canción del Grupo Niche, y aunque muchos músicos dicen que es un error, eso no le importa a los caleños, y Umberto se refirió a eso, que a los caleños poco les importaba desde el punto de vista musical, lo que les importaba era bailar y eso quedaba en el gusto del Cali Pachanguero por tantos años. Fue la última vez que hablamos personalmente y la última aparición pública. Siempre estaba convocando a espacios donde se pudiera conocer más de la historia musical y artística de la ciudad”, dijo Quintero.
“El señor era muy conocedor de la historia de la salsa, de sus cantantes, como llegó a Cali, cómo se impulsó, sus protagonistas. Pero a veces decía cosas en las redes sociales sobre nuestro gremio, que yo sabía que no eran ciertas”, dijo Viviana Vargas, directora de la escuela de baile y Stilo y Sabor Fundación Artística.
Los mismos que comenzó a reunir años más tarde, en el Museo Jairo Varela, en la Plazoleta que lleva el nombre del maestro chocoano. El diseño del lugar fue concebido por María Fernanda Maldonado, en apoyo de Cristina Varela, y Umberto Valverde como director artístico.
Su obra giró en torno a la vida en los barrios populares de Cali, la cultura popular y la influencia de la mafia en la historia local reciente de la ciudad. Escribió el guion de argumentales del cineasta caleño Carlos Mayolo como Una Experiencia (1971), Rodillanegra (1976) y Aquel 19 (1985).
En 2013 se estrenó la película de ficción Amores Peligrosos, idea original de Valverde y donde colaboró como guionista; este filme fue dirigido por Antonio Dorado, quien comentó: “Umberto tiene un recorrido importante como escritor, inició con la perspectiva de la Narrativa Literaria Urbana en Colombia, uno de los referentes que tenía Andrés Caicedo. Siempre sentía profundamente la cultura caleña. Para esta película, Umberto tenía un guion que habíamos escrito con el apoyo de Telepacífico cuando trajo un guionista brasilero Antonio Mercado Netho, y de allí surgió ‘La Dura’, la historia de una adolescente y este fue un referente para iniciar la película”.
Entre sus cuentos se destacan Bomba Camará (1972) y En Busca de tu Nombre, (1976); las novelas Celia Cruz Reina Rumba (1981) y Quítate de la vía Perico (2001). Escribió ensayos como Tres Vías a la Revolución, Reportaje Crítico al Cine Colombiano, Crónica, Periodismo y otros Textos de no Ficción, La Máquina (1992), ‘Abran paso: historias de las orquestas femeninas de Cali’, Memoria de la Sonora Matancera, Con la Música Adentro, Jairo Varela: que Todo el Mundo te Cante (2012) y ‘América. El regreso de un grande’, uno de sus últimos libros.
Precisamente, su amiga Angélica Andrade contó que: “Él veía fútbol todos los días, la única forma que cambiara de canal era cuando pasaban las noticias. De los libros, yo creo que el último que hizo ‘América, el regreso de un grande’ porque en este libro simplifica su amor por el fútbol, conocía toda su historia, además porque él fue el director de la revista del equipo. En los años gloriosos del América en los 80 y 90, él hizo parte de esta época”.
Dijo también que con los años, él se fue quedando solo, porque mucha gente no sabía que él había vuelto a ingresar al hospital por la situación médica de los riñones y que en su tratamiento ya no era indicado hacer trasplantes, según los médicos.
“Lamentable la muerte de Umberto, periodista y escritor. En lo personal tuve muchos enfrentamientos conceptuales, porque cada vez que nos veíamos nos dábamos un abrazo, pero nos enfrentábamos porque él iba opuesto a lo que yo pensaba. Se ganó la fama de caza peleas porque siempre iba en contraposición de lo que pensaban los demás, muy inteligente y gran conocedor”, dijo Oscar Jaime Cardozo, de la Casa Museo Planeta Salsa.