Una ciudad, Santiago de Cali, y dos fechas, 1954 y 2019, definen en el espacio y en el tiempo el ciclo de la vida del artista César Santafé. Este artista caleño fue un docente, escultor, dibujante y pintor que desde la infancia supo que sus sueños estarían habitados por formas y colores.
Se prepara una exposición con la obra de este artista ya fallecido, desde este 21 al 25 de octubre a las 7:00 P. M. en la Sala Santafé en el quinto piso de la AV. 5CN #23D N -04, la entrada es libre y es un homenaje en el marco de inicio de la COP16 en Cali.
Caleños y visitantes están invitados a conocer la obra de Santafé que recoge cuatro décadas de actividad artística en la que se revelan las preocupaciones temáticas y técnicas que habitan en el imaginario plástico del pintor, en donde La familia del circo, La caída de los mitos, Los dibujos eróticos, se conjugan con el Cubismo Cinético, esta última construida en su última década de producción artística hasta el 30 de marzo que falleció.
En ese trabajo minucioso de elaboración, el artista rehace y rehace continuamente, en una serie finita, todos los detalles, dejándose llevar por las líneas propias del dibujo, y la paleta de colores y matices se integra, pues en un afán de renovarse, César Santafé, vivió siempre profundizando en una teoría del color que pudiera expresar sus propios sentimientos.
Trayectoria de Santafé
A los 17 años su vida tuvo un giro, una transformación; había viajado a España, a Cataluña, a estudiar ingeniería textil, sin embargo, en el afán por capturar en un instante la totalidad de las cosas del mundo, entendió que su existencia solo podía tener sentido y significado a través de la pintura.
Aprendió con los maestros catalanes, algo muy importante que lo acompañaría por el resto de su vida; se trata de los elementos básicos de la estructura del dibujo, de la composición y la representación realista.
Con esa preocupación estudia, posteriormente, pintura y escultura en el Instituto Popular de Cultura de la ciudad de Cali, en el que ejerce el magisterio durante treinta y siete años, y a través de un trabajo continuo, durante décadas, de deconstrucción de las obras de arte clásicas y modernas, fue configurando los elementos plásticos que definieron su poética y su personalidad artística.
“Mi producción artística refleja la esperanza en la que mi alma propende por ‘querer’, ‘desear’ y ‘anhelar’ la luz. Los cuadros germinan naturalmente en la esencia expresionista de ensoñación libre, y en el encuentro del sosiego con la vida culmino una tragedia sublimada, marcando así en cada pálpito su destino”, decía César Santafé sobre su obra.
En la obra de César Santafé la figura humana es una protagonista que se despliega en el espacio plástico, en diversidad de estructuras compositivas, en dibujos a lápiz y tinta china, como en la pintura al óleo, técnica que recoge de la tradición renacentista.
“Pues por medio del óleo descubro cosas trascendentales del mundo que no logro con la técnica del acrílico que posee colores fluidos y cendales”; cuando él pretendía hacer una obra resonaban en su espíritu una serie de tañidos del material del óleo que quizás le dicen cómo actuará el color en la obra.