Roma, nunca se insistirá lo suficiente en esto, es una joya. Una de las películas más bellas que hayan hecho en los últimos años. Y lo es por todas las razones por las cuales una película podría catalogarse como eso, como una joya.
El manejo de la cámara, los planos secuencias en los que el director decidió seguir a sus personajes con la cámara a cuestas, que muestran una relación vital y orgánica entre el ambiente y cada actor. Pero también la fotografía, no solo por su impecable blanco y negro, sino por muchas de las composiciones cargadas de un cierto dramatismo conmovedor.
En ‘Roma’, como en tantas otras películas en las cuales la fotografía se ha convertido en un lenguaje tan importante para la narración como la historia misma, algunos cuadros, algunas imágenes, contienen en sí mismas un valor poético, constituyen por ellas mismas una historia mínima.
De ahí el poder sugerente de ‘Roma’, de ahí todas las cuerdas que puede llegar a pulsar en cada espectador.
Pero tal vez su mayor virtud sea el guion. Aunque pueda llegar a parecer lenta para quienes se han acostumbrado al ritmo frenético de la mayor parte de las producciones de Hollywood, ‘Roma’ es una narración construida con paciencia, en la que el director permite que los conflictos se vayan configurando paulatinamente, intentando seguir el ritmo de la vida real.
Las tramas se desarrollan sin afanes, como la lluvia que empieza con una llovizna fina hasta que se hace tormenta, en ese momento en que el espectador descubre que ‘Roma’ es ante todo una película sobre el amor maternal y sobre la áspera soledad y la valentía de las mujeres. Una historia construida con una sutileza que por momentos es brutal sobre dos mujeres a quienes la vida intenta romper, pero que en medio de las tormentas no dudan en enfrentarse en soledad al mar, aún sin saber nadar.
1. La infancia en Roma
Se llama ‘Roma’ como un homenaje al barrio en que creció Alfonso Cuarón, el director, en Ciudad de México, que lleva el mismo nombre.
El vecindario de Roma, como lo recuerda Cuarón, es el otro protagonista de la película. Los ruidos de los vendedores ambulantes, del camión que recoge la basura, de los perros callejeros, así como esos lugares atestados de vendedores cercanos a los teatros de cine que aparecen en el filme y cuyos ruidos son parte del alma de la película, y del vecindario.
Cuarón vivía en una calle en la zona conocida como Roma Sur, menos próspera que la Roma Norte. La gente menospreciaba esta zona; la llamaba la “Roña”, dijo Cuarón al New York Times.
2. Una oda a la mujer
"No importa lo que te digan, siempre estamos solas", dice Sofía, madre de los niños, a Cleo, la empleada doméstica. Y son ellas, junto a la abuela, madre de Sofía, las protagonistas del filme. Es en ellas en quienes recaen los conflictos, quienes desarrollan sus dramas y quienes, también, se sobreponen a la destrucción del pequeño mundo familiar en el que habitan.
3. México convulso
En ‘Roma’ aparecen como fondo algunos de los acontecimientos sociales más importantes de la década de los 70 en México. Uno de ellos es el denominado ‘Halconazo’ o ‘La matanza del jueves de Corpus’, que se dio cuando un grupo de jóvenes entrenados por el gobierno de entonces fueron enviados a reprimir una protesta de centenares de estudiantes que se manifestaban en el D.F. exigiendo mayor presupuesto para la educación y la liberación de presos políticos. Se dice que al menos 120 personas fueron asesinadas.
4. Vindicación de lo indígena
Yalitza Aparicio, protagonista de ‘Roma,’ es una mujer del pueblo indígena mixteco que un día cualquiera decidió acompañar a su hermana a un casting en el pequeño pueblo de Tlaxiaco, Oaxaca, y terminó por convertirse en una de las actrices revelación del 2018.
Yalitza apareció en la portada de la revista Vogue México y se ha convertido en un símbolo por la reivindicación del México indígena.
5. Cuarón
Alfonso Cuarón hace parte de una generación dorada de cineastas mexicanos que han hecho carrera en Hollywood, entre los que se cuentan Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro.
Cuarón trabajó durante más de diez años en este proyecto, que es su película más íntima, y que pudo realizar a su manera gracias a la participación de Netflix como productor principal. Que Cuarón haya hecho una película biográfica es motivo suficiente para desear ver el resultado.