Por Juan Carlos Moreno Urán, reportero de El País
La música, ese lugar donde se expresa el espíritu, el espacio donde la voz es la herramienta del poeta, para dar gloria a lo hermoso, pero también es la trinchera de combate en el ‘freestyle’ o el último ‘careo’ entre Residente y algún reguetonero.
Las líricas son, además, el lugar de la enunciación de una posición política; el compositor y su voz se desnudan ante el mundo y dan su opinión. La música es el medio para un objetivo mayor, y a lo largo de la historia de la humanidad, la melodía “acompaña” la batalla, los redoblantes marcan el paso de las tropas y el ‘traqueteo’ de los fusiles defiende los intereses del poderoso de turno.
Sonidos marciales
Se cree que los otomanos fueron pioneros en la formación de las primeras bandas militares. Estas desataron una influencia duradera en la música de marcha.
Uno de los legados más perennes de la música de marcha en tiempos de guerra es la canción ‘Marcha del Coronel Bogey’. Popularizada durante la Segunda Guerra Mundial, esta melodía se hizo conocida por la frase “Hitler solo tiene un huevo”.
Más tarde, dicho tema musical se inmortalizó como parte de la banda sonora de la película ‘El puente sobre el río Kwai’, convirtiéndose así en un ícono cultural y musical reconocido en todo el mundo.
Los bandos de la música
A principios de este mes de junio se desató una discordia en redes sociales en torno a la nueva canción del rapero puertorriqueño Residente (ex integrante de Calle 13), titulada ‘Bajo escombros’, la cual se centra en el conflicto entre Israel y el pueblo palestino en Gaza.
René escribió junto al video musical estas palabras: “Esta canción la escribí desde el dolor. Entre los bombardeos en Gaza. Veo a mi hijo en cada uno de los niños masacrados”, que acompañó junto al video musical que subió a sus redes.
“Por medio de la música intento manejar la impotencia que siento de no poder hacer nada más que esto. La verdad es que no entiendo el silencio de muchos artistas, me hace perder la esperanza en la humanidad. Como escribió León Gieco alguna vez, ‘solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente’”, escribió en un primer momento el rapero.
La canción del boricua levantó discrepancias como la del roquero argentino, Andrés Calamaro, que cuestionó el sentido de la canción: “Adoro a René y le admiro mucho, pero me permito disentir. Reclamar por la paz y omitir los crímenes medievales de hace apenas meses no me parece en nada adecuado. Mis hermanos están en Israel, donde muchos argentinos viven y trabajan con dignidad. No existe el pueblo palestino, esto es lo peor del ‘mundo’ árabe. Ni Palestina ni el conjunto arábigo están representados por Hamás que juraron asesinar y violentar a gente pacífica cono René, ustedes y yo”.
El artista argentino, quien tuvo una colaboración con René en el año 2010 con la canción ‘Insoportablemente cruel’, añadida a un álbum de Calamaro, afirma respecto a su reacción, que no se trata de nada personal contra el artista puertorriqueño, pero que difiere de su posición.
Y es que la actual guerra en Gaza ha puesto a países y músicos a sonar en acordes distintos, y a emitir opiniones, incluso cantadas, como la de René: “Bajo los escombros están los festejos del que dispara de lejos, del que apretó el botón rojo y no se atrevió a mirarme a los ojos”.
Acordes con la paz y contra la guerra
Notas de reconciliación
El gran exponente del reggae, Bob Marley, nacido en Jamaica, realizó sus dos más importantes conciertos, dejando una marca indeleble para este país, trascendiendo lo artístico para convertirse en un movimiento político.
Ambas presentaciones se realizaron en Kingston, a pesar de las amenazas y el de alto riesgo que significaban para el artista.
En 1976, el icónico concierto ‘Smile Jamaica’ marcó un hito; se realizó apenas dos días después de que Bob Marley, su esposa y su mánager sufrieran un atentado en su hogar, donde milagrosamente sobrevivieron a los disparos de pandilleros.
Dos años más tarde, en 1978, el ‘One Love Peace Concert’ simbolizó el retorno de Marley a Jamaica, después de su exilio en Londres. En medio de una crisis de violencia exacerbada por la lucha entre facciones políticas, Marley invitó al escenario al primer ministro de izquierda, Michael Manley, y al líder de derecha, Edward Seaga.
Ante una multitud de 32.000 personas, estos líderes políticos se unieron en un gesto simbólico de paz, gracias a la iniciativa valiente y desinteresada del cantautor.
Colombia y Venezuela
La música se convirtió en una herramienta poderosa para romper las barreras que impedían el ingreso de alimentos y otros suministros a Venezuela.
El 22 de febrero de 2019 los ciudadanos llegaron al lugar donde se celebró el Venezuela Aid Live, en el puente Tienditas. Este evento, impulsado por Richard Branson, reunió a 35 artistas que se unieron al movimiento.
Entre los artistas destacados se encontraban Alejandro Sanz, Maluma, Luis Fonsi, Juanes, Carlos Vives, Miguel Bosé, y el dúo Chino y Nacho, entre otros.
La participación de estos artistas no solo brindó entretenimiento, sino que también subrayó la solidaridad y el apoyo internacional hacia Venezuela. Las puertas de la frontera entre Colombia y Venezuela, en Cúcuta, se abrieron para recibir a más de 250.000 personas que asistieron gratuitamente al evento cultural.
Este concierto buscaba derribar no solo las barreras físicas marcadas por las vallas de migración, sino también las simbólicas, promoviendo la unidad y la esperanza en medio de la crisis.
La música y su poder
Las mujeres han demostrado que sus voces alientan la esperanza y guían a la reconciliación, es el caso de la cantautora colombiana Martha Gómez, que se propuso sensibilizar al país sobre la guerra. Su campaña musical llamada ‘Para la guerra nada’ invita a que los colombianos entreguen todo su potencial para un mejor país para los niños.
‘Violencia’ es una canción compuesta por el maestro José Barros y es un grito desesperado contra la violencia en Colombia. El tema pasó a la historia nacional porque Cecilia Silva la interpretó en la firma del acuerdo de paz entre el Estado y las Farc, el 24 de noviembre del 2016. Canción que también ha sido entonada por la gran cantante Leonor González Mina.
Los músicos suenan en un acorde y otros responden desde otro por no estar “acordes”, no suenan igual, pero es música y allí está su variedad.
Artistas nacionales e internacionales, de diversos géneros, han dedicado sus letras a la paz y diferentes causas en todo el mundo. Algunos visibilizan los horrores de la guerra, otros piden reconciliación y otros tantos maldicen la confrontación armada que no cesa en el planeta tierra.