Según el evangelio de Mateo, el primer libro del Nuevo Testamento, la historia comienza con María y José en Belén durante el nacimiento de Jesús. Tres sabios llegan a Jerusalén siguiendo una estrella que interpretan como el signo del nacimiento de un nuevo rey. Luego, preguntan a Herodes, el rey judío, sobre el lugar de nacimiento de Jesús.

El evangelio relata que la estrella de Belén los guía a una casa, no a un pesebre, donde Jesús había nacido con José y María. Los sabios le regalan a Jesús oro, incienso y mirra, presentes valiosos, especialmente el incienso y la mirra, consideradas fragancias costosas con usos medicinales.

No olvide siempre ser agradecido por las cosas buenas y luego elevar sus peticiones. | Foto: El País

Después de la visita de los sabios, José tiene un sueño en el que se le advierte que Herodes planea matar a Jesús. Cuando los sabios informan a Herodes sobre el nacimiento del rey de los judíos, él intenta eliminar la amenaza a su trono planeando matar a todos los niños. En respuesta, María, José y el niño Jesús huyen a Egipto para escapar del intento de Herodes de asesinar a los niños.

El evangelio también cuenta que, tras la muerte de Herodes debido a una enfermedad, María, José y Jesús no regresan a Belén. En su lugar, se trasladan al norte, a Nazaret, en Galilea, que en la actualidad es la moderna ciudad de Nazaret en Israel.

Evangelio de Lucas

El evangelio de Lucas, un relato sobre la vida de Jesús escrito contemporáneamente al evangelio de Mateo, presenta una versión diferente del nacimiento de Jesús. En este evangelio, José y María, embarazada, se encuentran en Galilea. El viaje a Belén se debe a un censo ordenado por el emperador romano César Augusto para todos los judíos. José, al ser descendiente del rey David, debía registrarse en Belén. A diferencia del relato de Mateo, Lucas no incluye el viaje a Egipto, ni la figura del paranoico rey Herodes y sus intentos de asesinar a los niños. Los sabios tampoco visitan al niño Jesús en esta versión.

Según Lucas, Jesús nace en un pesebre debido a que todas las habitaciones de Belén estaban ocupadas por viajeros. Después del nacimiento, solo son visitados por pastores, quienes también se alegran por el nacimiento de Jesús. En esta narrativa, ángeles se aparecen a los pastores y les anuncian el nacimiento de Jesús. No hay una estrella que los guíe y los pastores no llevan regalos al niño.

Esta es una de las maneras de acercarse a Él para pedir un favor. | Foto: El País

Luke menciona que ocho días después del nacimiento, Jesús, María y José abandonan Belén y viajan a Jerusalén y luego a Nazaret. Las diferencias entre los relatos de Mateo y Lucas son difíciles de conciliar, aunque comparten algunas similitudes.

John Meier, un erudito en la historia de Jesús, explica que “el nacimiento en Belén no es un hecho histórico, sino una afirmación teológica presentada en forma de narrativa histórica”. En otras palabras, la creencia de que Jesús es descendiente del rey David llevó al desarrollo de la historia del nacimiento de Jesús en Belén.

Raymon Brown, otro estudioso de los evangelios, señala que “las dos narrativas no solo son diferentes, sino también contradictorias en varios detalles”.

La figura del niño Jesús es famosa en muchos países. | Foto: El País

Los evangelios de Juan y Marcos

En el caso de los evangelios de Marcos y Juan, la historia del nacimiento de Jesús y su conexión con Belén se vuelve aún más enigmática. El evangelio de Marcos, el más antiguo que relata la vida de Jesús y escrito aproximadamente 60 años después del nacimiento de Cristo, no hace referencia alguna al nacimiento en Belén. En este evangelio, Jesús es identificado como “de Nazaret en Galilea”. Esta afirmación se repite en varias ocasiones a lo largo del evangelio, sin mencionar en ningún momento su vinculación con Belén.

En un pasaje del evangelio de Marcos, un mendigo ciego describe a Jesús como originario de Nazaret y como hijo de David, el segundo rey de Israel y Judea que reinó entre el 1010 y el 970 antes de Cristo. Sin embargo, es importante señalar que el rey David no nació en Nazaret, sino en Belén. A pesar de esta conexión histórica, Marcos no identifica a Jesús con la ciudad de Belén en su narrativa. Esto agrega un nivel de complejidad a la comprensión de la historia del nacimiento de Jesús y su relación con estas ciudades mencionadas en los evangelios.