San Cipriano es uno de los santos más conocidos por las culturas populares de la religión católica, recordado por ser un mago que con el paso de los años se unió a esta religión. La leyenda cuenta que este hombre intentó lanzar un hechizo sobre una joven católica llamada Justina a pedido de un hombre enamorado de ella.
Sin embargo, debido a la devoción de esta mujer sus esfuerzos mágicos fracasaron al ver como su poder fue rechazado el hombre, sintió gran admiración por Dios y decidió convertirse al catolicismo, para empezar a utilizar sus dones de manera positiva.
Fue nombrado obispo en el año 249. Aunque su figura fue controvertida en vida, sus destacadas habilidades como pastor, su firmeza frente a la herejía novaciana y durante la epidemia, así como su martirio en Cartago, terminaron por consolidar su reputación y evidenciaron su santidad ante la Iglesia.
Los creyentes de esta religión creen que al orarle a este santo pueden mantener sus relaciones en paz, incluso salvar a aquellas que parecen estar irremediablemente rotas.
La oración con la que se le puede solicitar ayudar a este santo cuando se está pasando por un momento de dolor es:
“Oh glorioso San Cipriano, tú que fuiste bendecido con dones celestiales y que, al convertirte a la fe cristiana, dejaste atrás tus antiguos caminos, te pido con toda mi fe que intercedas por mí ante Dios para que me ayudes en mis problemas de amor. Le puede interesar: La poderosa y efectiva oración de la riqueza que se debe rezar todos los viernes
San Cipriano, tú que conoces el poder del amor y la fuerza del corazón, concédeme la gracia de ser correspondido(a) en mis sentimientos por [nombre de la persona]. Que nuestro amor sea fuerte, sincero y duradero, libre de malas influencias y obstáculos.
Por tu intercesión, santo protector, aleja de nosotros todo mal, envidia y problemas que puedan separarnos, y ayúdanos a encontrar la paz, la armonía y la felicidad en nuestra relación.
Oh glorioso San Cipriano, escucha mi oración y ayúdame con tu poderosa intercesión”.