¡La música no envejece! Ese es el caso de los abuelos y abuelas del hogar San Vicente de Paúl de Popayán, quienes tienen su chirimía como Dios manda.
Son veinte adultos mayores que desde hace más de un año participan en esta iniciativa cultural como parte de su proceso de no dejar morir esta tradición, encontrado además en la música la mejor terapia para estar alegres y activos.
“Es nuestra chirimía, dónde por iniciativas de ellos empezamos la respectiva preparación desde hace ya catorce meses, tiempo en el cual hemos participado en diferentes eventos adelantados en Popayán en fechas especiales como la Semana Santa o actividades relacionadas con la paz, donde ellos son los encargados de abrir los espectáculos”, relata Ember Quijano, gestor cultural que lidera esta iniciativa.
Por eso, cada dos días a la semana los abuelos y abuelas se reúnen en el patio principal de este hogar geriátrico para ensayar, y como ya falta poco para el mes de diciembre, están preparando el respetivo repertorio para participar en los eventos planeados en el marco de la Navidad.
“En la alcaldía nos indicaron que hay una serie de eventos culturales ese mes, a los cuales nos piensen invitar, entonces ellos ya se están preparando para participar, es que esta chirimía es un espacio muy apetecido por ellos porque vuelven a reír, a sentirse vivos, cuando toman una maraca, el tambor, ellos se sienten felices, porque recuerdan que están vivos”, agrega Ember Quijano, quien en la mañana de este miércoles 9 de octubre adelantó un ensaño más con los adultos mayores.
La chirimía es una de las más de treinta actividades que adelantan en el hogar San Vicente de Paúl como parte de los cuidados que reciben los 89 adultos mayores que integran esta comunidad, permitiéndoles llevar una vida digna y con amor.
“En el hogar San Vicente de Paúl adelantamos un proceso integral de atención con ellos, el cual consiste en clases de música, danzas, teatro, deportes e informática, ellos siguen activos, con deseos de aprender, de vivir, ese es el proceso que adelantamos con ellos”, explica la directora del hogar, psicóloga Sandra Ibarra.
La profesional agregó además que esta clase de jornadas es la mejor muestra de que la etapa del adulto mayor no es el fin de la vida, sino todo lo contrario, que la alegría, el amor y la buena energía continúa con mucha más fuerza. ¡El entusiasmo de la vida no tiene límites!
“Somos realistas de que envejecemos, pero eso no es impedimento para mantenernos vitales y alegres, claro todo esto lo logramos gracias al apoyo de muchas personas, comerciantes, entidades y familias que son los responsables de que este proceso sea realidad”, acota la directora del Hogar, el cual acoge a 89 abuelos y abuelas.
“La alegría no la detiene el paso del tiempo, tenemos abuelos que están en la chirimía porque nunca contaron con la oportunidad para hacerlo y ahora está en este colectivo cultural, cumpliendo ese sueño”, indicó la psicóloga Sandra Ibarra, directora del Hogar San Vicente de Paúl.
El sonido de la flauta, la tambora o las charrascas acompañan cada momento importante de la vida cotidiana de estos abuelos y abuelas, quienes por iniciativa propia, participan en los ensayos y de esta forma participar en los diferentes eventos.
Veinte abuelos y abuelas de este hogar geriátrico integran la chirimía, con las cual han participado en diferentes eventos culturales y artísticos de la ciudad, como la Semana Santa.