Por Juan Carlos Moreno Urán, reportero de El País
Después de su estreno mundial en el Festival de Berlín y de su paso por la edición número 63 del Festival Internacional de Cine de Cartagena, FICCI, la película ‘Yo vi tres luces negras’ se estrena este 9 de mayo, a nivel nacional, en salas de cine. Y en Cali será en la Cinemateca del Museo La Tertulia y en el Cine Colombia de Chipichape.
Este es el segundo largometraje del manizaleño radicado en Cali, Santiago Lozano Álvarez, quien busca a través de este filme presentar un viaje emocional y espiritual que sumerge a los espectadores en las profundidades de la cultura afrocolombiana.
La película, seleccionada para participar en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en junio, se presentará también en la Cinemateca del Museo La Tertulia, el próximo sábado 11 de mayo, a las 6:00 p.m., donde habrá un conversatorio con el director, quien hablará sobre el concepto y la producción del filme, reconocido con el premio Corazonada del 36º Festival Cinelatino de Toulouse en Francia, por su profundidad poética y su capacidad para capturar la esencia de la cultura afrocolombiana.
Santiago Lozano Álvarez expresa que esta película “es una expresión poética, tomada de la cultura afrocolombiana, que se refiere metafóricamente a los seres en tránsito entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. La luz negra mantiene viva la memoria de los muertos e ilumina su camino hacia la morada final para su descanso en paz”.
Una retrato de la muerte en esta vida
Esta es la historia de José de los Santos, quien vive en un pueblo del litoral pacífico Colombiano. Desde pequeño aprendió las artes de los rituales mortuorios heredadas de sus ancestros. Tiene un compromiso con las ánimas del purgatorio, quienes lo protegen y lo atormentan.
De carácter fuerte y orgulloso, carga con el peso de no haber podido rezar y sepultar a su hijo Pium Pium, quien fue desaparecido hace un tiempo. Un día el espíritu de su hijo lo visita y le anuncia que el día de su muerte está cerca, señalándole que debe ir selva adentro para encontrar el lugar donde debe morir. Motivado por sus creencias y con la certeza de la muerte de su hijo, José de los Santos inicia un viaje por la selva para cumplir con su destino.
A través de una narrativa poética y evocadora, la obra cinematográfica invita al público a explorar las vastas dimensiones de la vida y la muerte, guiados por la sabiduría ancestral de José de los Santos, un anciano que se aventura hacia la selva del litoral pacífico colombiano en búsqueda de su encuentro final con la muerte.
En su travesía, José enfrenta los desafíos de la naturaleza y la violencia de los grupos armados, mientras reflexiona sobre la interconexión entre el ser humano y la tierra, entre la existencia y la esencia misma de la vida.
Rituales para recibir la muerte
Santiago Lozano, guionista junto a Fernando Del Razo en esta producción, comenta: “Esta película representa mi deseo de sumergirme en un viaje hacia el mundo de los muertos. Un descenso hacia la selva para acudir a la cita de mi personaje con su muerte. En esta selva, los muertos deambulan, perdidos. Aquí en Colombia, en esta guerra que dobla mi edad en duración, de la que tanto se hace eco en el resto del mundo, emprender un viaje al mundo de los muertos, es ir al encuentro con los desaparecidos, con los silenciados, con los descuartizados, con los arrojados al río, con los sepultados en fosas comunes”.
Lozano también manifiesta que esta producción cinematográfica es una oportunidad para destacar la riqueza cultural de todo el Pacífico colombiano, tradiciones que están siendo arrasadas por la guerra y demás flagelos.
“Mira que justo fue como de las cosas que pude conocer con el intercambio con sabedores y sabedoras del Pacífico del Chocó que hacen parte de esta protección, de este legado de los rituales mortuorios, que además, fueron declarados como Patrimonio Inmaterial Cultural de la Nación hace ya unos buenos años, los rituales del medio San Juan y los alabados”, puntualiza Lozano.
“Y es que en esta ritualidad hay una forma también de expresar como una suerte de resistencia y libertad desde los tiempos de la esclavitud. Esta ritualidad también hace parte como de toda la cultura, se ha construido de la diáspora africana en el país y mediante esta ritualidad también hay una idea del regreso al origen. A partir de ahí empieza un ejercicio muy interesante, porque trasciende lo meramente folclórico, en términos de expresión cultural, y se convierte también en un gesto del ser y estar habitando el territorio” concluye Santiago Lozano sobre la importancia de esta película para Colombia.
Santiago Lozano Álvarez, director de la película, actualmente es docente del programa académico de Cine de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali. Es reconocido por su ópera prima “Siembra”, codirigida con Ángela Osorio, que obtuvo el Premio de la Crítica Independiente “Boccalino” en el Festival de Locarno 2015, así como el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cartagena FICCI 2016, entre otros reconocimientos.
Su segundo largometraje, Yo ví tres luces negras, fue seleccionado para la Residencia de la CINEFONDATION del Festival de Cannes 2018, donde recibió el premio de desarrollo del CNC al mejor proyecto de la Residencia.
La música del Pacífico en el filme
‘Yo ví tres luces negras’ también contó con la colaboración de Nidia Góngora, la artista colombiana a cargo de la banda sonora de la película y la participación en la mezcla de sonido del mexicano Carlos Cortés, galardonado con el premio Óscar y el Bafta en 2021 a Mejor Sonido por su trabajo en Sound Of Metal. La música, arraigada en la riqueza cultural de Colombia, añade una dimensión emotiva y auténtica a la narrativa de Santiago Lozano Álvarez.
La habilidad de Góngora y Cortés para fusionar ritmos tradicionales con elementos contemporáneos ha dado vida a una experiencia auditiva que complementa y eleva la historia en pantalla. Sus melodías, impregnadas de tradición y contemporaneidad, guían al protagonista en su búsqueda de paz y descanso eterno en la selva colombiana.
El estreno de ‘Yo ví tres luces negras’ en Colombia es posible gracias a la distribución de DOC:CO, una empresa que se ha destacado por llevar lo mejor del cine indie latinoamericano a nuevas audiencias, rompiendo paradigmas y llegando a más de 4 millones de personas a través de estrategias de promoción innovadoras.