La Virgen de la Medalla Milagrosa durtante años ha sido un símbolo de devoción y fe reconocido por la iglesia católica, al cual acueden los católicos que están pasando por una situación difícil y buscan a través de un milagro dar solución a sus afujias.
La Medalla Milagrosa, también conocida como Nuestra señora de las Gracias de la Medalla Milagrosa, es una advocación mariana, representada en una medalla devocional cuyo diseño se basa en las apariciones de la Virgen María en el año 1830 a Santa Catalina Labouré en París, Francia.
Según Aci Prensa, las apariciones tuvieron lugar en París, Francia, cuando el primer tercio del siglo XIX estaba por terminar. Todo comenzó una noche que un niño se le acercó a Santa Catalina Labouré y le dijo que debía ir a la capilla. Cuando llegó se encontró a la Virgen y tuvieron una larga conversación. Al terminar su diálogo, la divinidad le expresó: “Mi niña, te voy a encomendar una misión”.
Dicha misión consistió en que lograra que su imagen fuera conocida y que fuera distribuida y plasmada en un objeto por todo París. Tras cumplir con la exigencia, la creencia en la Virgen se propagó por toda Francia a tal punto que se convirtió en la madre de miles de favores, y gracias concebidas y hoy es reconocida como Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
De acuerdo con el portal mencionado, Santa Catalina Labouré murió en 1876 y el Papa Pío XII la declaró santa en 1947. Gracias a esto, la festividad de la Virgen de la Medalla Milagrosa se celebra el 27 de noviembre en honor a su legado.
La poderosa oración de la Virgen de la Medalla Milagrosa
El portal web ‘Hijas de la Caridad provincia de Cali’ compartió la oración que puede ser rezada todos los días a la Virgen de la Medalla Milagrosa, para que ella conceda sus favores y deseos:
“Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa que te manifestaste a Santa Catalina Labouré, como mediadora de todas las gracias, atiende a mi plegaria. En tus manos maternales dejo todos mis intereses espirituales y temporales y te confío en particular la gracia que me atrevo a implorar de tu bondad, para que la encomiendes a tu divino hijo y le ruegues concedérmela si es conforme a su voluntad y ha de ser para bien de mi alma. Eleva tus manos al Señor y vuélvelas luego hacia mí, Virgen poderosa. Envuélveme en los rayos de tus gracias para que a la luz y al calor de esos rayos, me vaya desapegando de las cosas terrenas y pueda marchar con gozo en tu seguimiento, hasta el día en que me acojas en las puertas del cielo. Amén”.
María, consuelo de cuantos. Escucha la confiada oración que en mi necesidad elevo al trono de tu misericordia. ¿A quién podré recurrir mejor que a ti?, Virgen bendita, que solo respiras dignidad y clemencia, que es dueña de todos los bienes de Dios. Sed de mi amparo, mi esperanza en esta ocasión; y ya que devotamente pende de mi cuello la Medalla Milagrosa, prenda inestimable de nuestro amor, concédeme, Madre Inmaculada, concédeme la gracia que con tanta insistencia te he pedido. Amén.
Oración para dar gracias por un favor recibido
Virgen María, he dirigido mis humildes súplicas a tu trono, y he conocido por experiencia que nunca se nos invoca en vano; que nuestros ojos miran complacidos, a quien en nuestra presencia se postra; que nuestros oídos están atentos a nuestras plegarias; que nuestras manos vierten bendiciones a torrentes sobre el mundo entero, y en particular sobre los que llevan con confianza la Medalla Milagrosa. Para pagarte es mejor que proclamando nuestra bondad y difundiendo por todas partes nuestra bendita Medalla, como me propongo hacerlo desde este día en testimonio de mi agradecimiento y de mi amor. Amén.