Hoy todos conocen el nombre de Linda Lizeth Caicedo Alegría. A quien pregunten en su natal Candelaria (Valle), donde empezó su grandiosa carrera en el fútbol, cuando —a los cinco años— sus padres la inscribieron en el Real Juanchito Fútbol Club, la recordará con orgullo. Ahora, Linda Caicedo juega en el otro real, el Real Madrid Club de Fútbol, y su nombre es sinónimo de genio futbolero en Colombia y Europa.
El fútbol femenino tiene una larga y admirable historia, así para muchos parezca recién descubierto ayer, debido a la gran acogida que tiene en la actualidad. Como demostración está la final del Mundial de Fútbol Sub20 femenino, que se jugó el pasado 22 de septiembre en Bogotá, donde las selecciones de Corea del Norte y Japón se enfrentaron ante 32.208 colombianos. De hecho, al campeonato que se realizó este año en Colombia, asistieron en total más de 350.000 personas a los 52 partidos disputados, de los cuales salieron triunfadoras las norcoreanas.
En los últimos años, el fútbol femenino en Colombia viene ganando un reconocimiento muy amplio, no solo dentro del país, entre los apasionados del balompié más reacios, también en el exterior las jugadoras colombianas son referenciadas entre las mejores del mundo y algunas de ellas, como Linda Caicedo, Catalina Pérez, Catalina Usme, Leicy Santos, entre otras, desarrollan carreras a nivel profesional en equipos internacionales.
No en vano, las jugadoras de la Selección Colombia de Fútbol femenina son llamadas las “superpoderosas”, un título que ahora representa a todas las colombianas que se convirtieron en ídolas de las nuevas generaciones, algo que se comprueba con el número de mujeres registradas como futbolistas en la actualidad, son más de 27.000 jóvenes que asumen el fútbol como una profesión real y un destino posible.
El optimismo que genera hoy el fútbol femenino colombiano, no es otra cosa que el resultado de las victorias alcanzadas por mujeres valientes que rompieron los prejuicios dentro de una profesión negada para ellas en el pasado. Ellas, por mérito propio, hacen parte del libro ‘Superpoderosas, 11 historias inspiradoras de futbolistas colombianas’, escrito por la periodista deportiva Carolina Jaramillo Seligmann, una de las mayores expertas del país en este tema, autora también de ‘Balón de cristal, una historia del fútbol femenino en Colombia’.
Ana María Guzmán, Catalina Pérez, Camila Reyes, Catalina Usme, Daniela Montoya, Jorelyn Carabalí, Leicy Santos, Linda Caicedo, Manuela Vanegas, Mayra Ramírez y Vanessa Córdoba, son el “dream team” que formó la periodista bogotana para su libro infantil y juvenil, que cuenta con las ilustraciones de Oriana Wiesner, quien dibuja a las jugadoras como unas superheroínas.
Desde la capital de Colombia, donde trabaja dirigiendo campañas de marketing deportivo y asesorando las marcas de futbolistas, Carolina confiesa que “este es el libro que hubiera querido tener y leer de niña, (...) un libro que me mostrara que todas y todos somos bienvenidas en este deporte”.
¿Cómo surge la idea de escribir un libro sobre las futbolistas colombianas para el público infantil y juvenil?
Como periodista, y en marketing, llevo más de 10 años trabajando con algunas futbolistas y siempre me ha interesado mucho la historia de las jugadoras, porque he tenido de primera mano la oportunidad de conocerlas, hablar con ellas y entenderlas, de conocer el recorrido de cada una de ellas. En ese sentido, para el 2021, escribí el libro ‘Balón de cristal, una historia del fútbol femenino en Colombia’, donde recopilé muchas entrevistas y conté desde distintos ángulos todo el trasegar del fútbol femenino mundial, haciendo zoom en el colombiano.
Después de este libro, que publiqué con Editorial Planeta, me plantearon otra idea de hacer uno diferente, porque ‘Balón de cristal’ terminó siendo muy de nicho, para los aficionados al deporte. Entonces, dado que nuestras jugadoras la están rompiendo en Europa y en campeonatos internacionales, se nos ocurrió hacer un libro infantil, aunque la idea surgió de la editorial, yo siempre pensé en recrear a nuestros deportistas como superhéroes y siempre he creído que todos se identifican de alguna forma con algún poder especial.
¿Cómo describe ese ‘superpoder’?
Es algo que todos tenemos, una característica que a ti te permite, por ejemplo, escribir con fluidez, a otro le permite hablar más claramente, mientras que otro es muy bueno con las matemáticas. Creo que cada persona tiene algún talento que si lo cultiva y lo hace con disciplina, puede hacerla exitosa en el campo que quiera.
¿Y de dónde viene el título de ‘superpoderosas’?
Es como el periodismo deportivo llamó a las jugadoras colombianas, cuando empezaron a participar en los mundiales de fútbol alrededor de la primera década del 2000. Siempre las han llamado “Las chicas superpoderosas” y se quedó en la cultura popular, cuando trabajaba en el libro me pareció muy acorde con la idea de superheroínas que yo tenía, así que revisé y no encontré ningún libro con ese título, que tuviera esa referencia a las futbolistas.
¿Cuáles fueron los criterios para seleccionar estas 11 jugadoras?
Aclaro, porque ya muchas personas me han preguntado, que las seleccionadas no son las primeras, las únicas, ni todas las que consideramos mejores, es una combinación. Espero que publiquemos dos, tres, o cuatro ediciones de este libro, cada uno con un seleccionando de 11 jugadoras diferentes.
Pero, en este primer volumen, lo que hicimos fue seleccionar jugadoras que representarán distintas generaciones, varias posiciones en el campo de juego, cuyas historias de vida y origen fueran diferentes, que mostraran un espectro de todo lo por lo que tiene que pasar una mujer para ser futbolista profesional, las características que puede tener un niño o una niña para convertirse en lo que quiere ser de acuerdo a las regiones del país donde se encuentren.
También queríamos que algunas fueran jugadoras que triunfaron a nivel internacional y que han sido fundamentales en la historia del fútbol. Y, además, el libro cuenta con una línea de tiempo a modo de tablero de juego, que te lleva por una serie de datos históricos que fueron extraídos de ‘Balón de cristal’.
En su opinión, ¿qué conclusiones dejó el Mundial Sub20 para el fútbol femenino colombiano?
Que hay mucho trabajo por hacer, el camino apenas está empezando, debemos fortalecer la infraestructura, la forma en que es tratado el fútbol jugado por mujeres desde los anunciantes, los medios, la televisión y la calidad de las transmisiones. Necesitamos brindar condiciones dignas a las jugadoras, si logramos una liga que cumpla estas necesidades, y se sigue con un proceso serio de selecciones, sobre todo desde edades tempranas que es lo más urgente, creo que estamos yendo hacia el camino correcto para tener un fútbol femenino consolidado.