Alberto Silva Scarpetta fue el artífice del libro ‘La Saga de la Historia del Valle del Cauca y sus ciudades’, una joya que condensa datos históricos curiosos e imágenes, que hacen honor a su importante trabajo investigativo.

Para el historiador, escritor y columnista de esta casa editorial durante 30 años, compartir la historia del Valle del Cauca fue la forma de dejar un legado a quienes no conocen su propia historia. Una historia en la que los indígenas y los afro fueron de gran trascendencia para lo que ahora es esta tierra, la cual definió, según él, gran parte del rumbo del país.

Hoy, aunque los sentimientos de pena y duelo afloren entre los vallecaucanos por su repentina partida, su legado seguirá intacto.

Nacido en la hacienda ‘La Palmera’ en 1936, en Palmira, Valle, decidió que su vida se guiaría por la preservación, tanto de la fauna como de la memoria histórica. Se graduó de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, y a su regreso a Cali, hizo parte de la junta directiva de la Fundación Zoológica de Cali durante 10 años, donde su actual directora María Clara Domínguez aún le recuerda.

“Al doctor Alberto Silva lo conocí hace 34 años, cuando era candidata a la dirección de la Fundación Zoológica de Cali, un excelente miembro de junta, con aportes muy importantes para el crecimiento de nuestra organización, especialmente durante los primeros años. Una persona muy cálida y especial. Hoy el Valle del Cauca pierde a uno de los grandes conocedores de la Historia del Valle, pero afortunadamente nos deja su legado en su saga. La FZC celebra haberlo tenido como interlocutor en nuestras búsquedas de construcción de identidad vallecaucana”.

Fue su innegable curiosidad investigativa lo que le llevó a desempeñarse hasta sus últimos días como miembro número de la Academia de Historia del Valle del Cauca, donde por años dedicó su labor a la preservación de la memoria histórica de este Valle azucarero.

En 2010, cobró gran importancia su publicación editorial ‘Bicentenario de la Independencia vallecaucana’, en el que plasmó el papel fundamental del Valle del Cauca en la gesta independentista, siendo uno de los libros de consulta educativa.

“Alberto fue un gran conocedor de la historia desde muy temprana edad, me atrevo a pensar que era el vallecaucano que más sabía de la historia, vista desde el ángulo que se quisiera, del Valle del Cauca. Él sabía de temas como el desarrollo económico del Valle, quién había traído la caña de azúcar, qué especie de ganado cubrió las sabanas del Valle... de manera que hablar con él sobre esos temas era muy enriquecedor. Y, combinaba además, la historia con poesía para ensalzar y crecer, el panorama, la imagen, el paisaje del Valle del Cauca. Para mí acaba de morir el Vallecaucano que más contenía la historia de esta tierra en sus venas, en su cerebro, en sus afectos”, destacó Armando Barona Mesa, vicepresidente de la Academia de Historia del Valle.

Para Isabella Prieto, periodista y amiga de Alberto Silva, el gran legado que deja este médico zootecnista, además de la defensa de la memoria histórica del Valle del Cauca, es promover, en todos los escenarios, “el restablecimiento de la cátedra de historia en los planteles educativos de nuestro país. Él más que nadie sabía de la importancia de que las nuevas generaciones conozcan el legado de hombres y mujeres que dieron su vida por hacer realidad este proyecto de Nación. Lamento mucho su partida y espero que su voz siga escuchándose a través de las muchas publicaciones que hizo con gran rigor de investigador. El mejor homenaje sería publicar una recopilación de su trabajo de muchos años”.

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